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Salud y Bienestar

La Fe realiza a un bebé el primer trasplante en el mundo de dos pulmones con grupo sanguíneo diferente

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La Fe realiza a un bebé el primer trasplante en el mundo de dos pulmones con grupo sanguíneo diferente
València, 2 jun (EFE).- El Hospital La Fe de València ha realizado con éxito un trasplante bipulmonar a un bebé con incompatibilidad de grupo sanguíneo, la primera intervención de estas características que se realiza en el mundo y en la que se ha utilizado una técnica para evitar el rechazo de los pulmones del donante.

La intervención quirúrgica se realizó el pasado mes de enero, pero el bebé «está muy bien y casi lo tenemos para irse a casa», según ha explicado este jueves a EFE el doctor Gabriel Sales, jefe del servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital La Fe, que ha coordinado todo el proceso del trasplante.

Se trata del primer trasplante bipulmonar realizado con la técnica de filtrado plasmático con adsorción inmunológica, un procedimiento que permite acortar el tiempo de espera de un órgano compatible porque permite utilizar pulmones incompatibles y hacer posible el trasplante.

El doctor Sales ha explicado que la recuperación del pequeño, que cuando ingresó en el hospital pesaba tres kilos, ha sido «un reto por todos los lados» y, también, «larga por un problema añadido, ajeno al trasplante porque son casos complejos, pero lo tenemos -ha señalado- también en vía de solución».

El bebé llegó al hospital con un virus respiratorio que deterioró su enfermedad de base, una hipertensión pulmonar, y fue ingresado en la UCI con un fallo respiratorio que no se pudo recuperar.

Tras detectar un fallo pulmonar global, con una hipertensión pulmonar que deterioraba el corazón y que además imposibilitaba la ventilación, hubo que sedarlo y administrarle una asistencia circulatoria extracorpórea artificial para mantenerlo mientras se pensaba en una estrategia.

Después de hacerle todo el estudio, se determinó que la única solución era un trasplante; a partir de ahí se analizó su tipaje (tipo de sangre y de respuesta de tejidos ante algo extraño) para encontrar un órgano compatible, señala el doctor para añadir que «costó un mes» encontrar un órgano donado por un fallecimiento.

«Encontrar un órgano compatible nos puede retrasar el proceso de encontrar el donante» y, aunque en este caso el grupo sanguíneo del donante no era el mismo que el de bebé, «lo tuvimos muy claro», ha explicado Sales, porque «es un tiempo vital y cada día el paciente puede presentar una complicación».

“Podemos acortar este tiempo de espera con el procedimiento que hemos utilizado, dado que nos permite utilizar pulmones incompatibles y hacer posible el trasplante”, señala para añadir que, hasta el momento, para poder utilizar unos pulmones con incompatibilidad de grupo sanguíneo se tenía que realizar «un recambio de todo el plasma sanguíneo, lo que genera unas complicaciones añadidas al propio trasplante”.

El procedimiento de filtrado ha sido realizado por el equipo de trasplante pulmonar y cardíaco, anestesistas y un equipo de perfusionistas formados específicamente para poder realizar esta técnica, señala el doctor Sales, quien destaca que se trata de un trabajo multidisciplinar.

Asimismo, destaca la importancia de que el Hospital La Fe cuente con una Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos con una larga experiencia y trayectoria en el manejo de asistencia cardiorrespiratoria para mantener al niño hasta la posibilidad de tener un donante.

El de La Fe es hospital español que más trasplantes llevó a cabo en 2021 en números absolutos (323 trasplantes de órganos) y batió el récord como primer hospital en el país en cuanto a trasplantes hepáticos (117 trasplantes).

Además, es el segundo hospital español con mayor número de trasplantes pulmonares, con 55 intervenciones, según la memoria anual de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Durante 2021 La Fe ha llevado a cabo 123 trasplantes renales, 117 trasplantes hepáticos, 22 trasplantes cardíacos, 55 trasplantes de pulmón y 6 trasplantes de páncreas.

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¿Por qué dormimos peor en Navidad?

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Por qué dormimos peor en Navidad
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La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.

1. Alteración de las rutinas

Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.

2. Estrés y preocupaciones navideñas

Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.

3. Comidas copiosas y alcohol

Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.

4. Falta de ejercicio físico

Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.

5. Cambios en el ambiente de sueño

Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

6. Sobrecarga de estímulos sensoriales

La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.

7. Cambios en la exposición a la luz natural

En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.

¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?

A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:

  • Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
  • Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
  • Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
  • Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
  • Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
  • Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.

Conclusión

La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.

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