Síguenos

Rosarosae

Cayetano Martínez de Irujo rompe a llorar en público al hablar de su enfermedad

Publicado

en

MADRID, 5 Nov. (CHANCE) –

Cayetano Martínez de Irujo ha abierto su corazón en la presentación de su biografía De Cayetana a Cayetano, un libro donde habla claro de la realidad de su infancia y de su juventud.

Tras haber tenido que cancelar la primera presentación, el Duque de Arjona se rodeó de amigos para su encuentro con los medios. Uno de los invitados más especiales fue el doctor Enrique Moreno que habló así de las continuas operaciones a las que se ha tenido que someter Cayetano: «Como cirujano he tenido acceso a su extraordinaria fuerza de voluntad, control mental, disciplina para entender el papel principal que ocupaba en la curación de una enfermedad que le habría llevado a la muerte. He sido espectador directo de su gran humanidad, su optimismo, su capacidad de ayudar a otros enfermos que encontraba en la clínica».

Una dolencia que lleva arrastrando desde hace años y que le llevó a mirar cara a cara a la muerte. «En el año 2015 tenía 52 años, la misma edad que mi padre cuando murió en 1972 y si no llega a ser por una guía divina, probablemente el Cristo de los gitanos, y mis padres desde ahí arriba. Tras salir de dos hospitales en Sevilla, viajar moribundo en el último AVE a Madrid con mis dos hijos y el médico de mi casa, hubiera muerto a la misma edad que mi padre. Me salvó la vida Enrique en una operación de más de once horas en un estado casi terminal, gracias Enrique, no tengo palabras», explicaba entre lágrimas.

Además, Cayetano defiende que en su biografía solo hay verdad: «Para hablar de los demás hay que hablar de uno mismo, analizarse, mirarse al espejo interior regularmente, enfrentarse a los miedos, los complejos, los condicionantes sociales, defectos y otras taras del ser humano que todos tenemos de alguna manera. Esa ha sido mi lucha a lo largo de mi vida para poder ser libre. Este libro refleja valentía, honestidad y la lucha de un ser humano por encontrar la verdadera verdad, dicha con respeto, contrastada y documentada. La verdad no debe ofender a nadie. El ser humano se forja en el sufrimiento y si eres diferente y te sales de los estipulado, se paga un precio muy alto, se nazca donde se nazca. Este libro lo he escrito por compartir mi verdadero ser con la sociedad, la humanidad y no tener que probar mi inocencia más, porque he tenido que sufrir mi condición de persona de interés público de un pequeño sector que se ha esforzado por dar la imagen opuesta a como soy. No lo ha conseguido pero sí me ha dolido mucho y me ha hecho mucho daño».

CAYETANO MARTÍNEZ DE IRUJO: «LLORÉ MUCHO ESCRIBIENDO ESTAS PÁGINAS»
Y por último, quiere dar las gracias a la gran partícipe de este libro, la periodista Carmen Gallardo: «Vivir en un palacio no es como la gente se piensa, es muy duro. En este libro se reflejan partes que lo describen y por ello empiezo el libro hablando de la fecha histórica al abrir el palacio de Liria. Todos los hermanos de mi generación seremos un pedacito de Alba de por vida. Todos los hermanos hemos estado implicados en esta causa, de traer el patrimonio en el siglo XXI, sin ningún lujo y con muchísimo sacrificio. Lloré mucho escribiendo estas páginas. Carmen, a veces se quedaba en shock. Me decía que si quería paraba, pero yo le decía que no, que estaba acostumbrado a esto. Supo sacar lo mejor de mí, lo más profundo, la verdad más verdadera, la honestidad que me caracteriza, sin ella hubiera sido imposible escribirlo. Yo hubiera tardado siglos. Estoy hablando de Carmen Gallardo. No tengo palabras de agradecimiento. Es cierto que lo que se destruye entre los 16 y 17 años, no se repara por completo jamás, pero aprendes a vivir con ello, pero a día de hoy me considero una persona altamente reparada emocionalmente gracias a mis dolorosos esfuerzos de enfrentarme a mi cruda realidad. Espero ser útil que es lo que quise siempre, a la familia, a la sociedad, a la historia y a las personas que les sirva de impulso para ellos mismos».

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Rosarosae

Muere Diane Keaton, la icónica actriz ganadora del Oscar por Annie Hall, a los 79 años

Publicado

en

Diane Keaton
Diane Keaton

La industria cinematográfica mundial está de luto. La actriz estadounidense Diane Keaton, ganadora del Oscar a la mejor actriz en 1978 por su papel en Annie Hall, ha fallecido este sábado a los 79 años, según confirmó un portavoz de su familia a la revista People. La intérprete, una de las figuras más queridas y singulares del séptimo arte, deja un legado inolvidable en la historia del cine.


Una vida dedicada al arte y al cine

Nacida el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles (California), Diane Hall —su nombre de nacimiento— creció en una familia de clase media: su padre era ingeniero y su madre, fotógrafa artística. Su vocación por la interpretación la llevó a abandonar la universidad a los 19 años para estudiar arte dramático en Nueva York, donde comenzó su carrera cantando y bailando con el grupo The Roadrunners.

Su primera gran oportunidad llegó en 1968, cuando participó en el musical Hair. Su talento natural llamó la atención de Woody Allen, con quien debutó en el teatro en Sueños de un seductor (1969). Aquella colaboración marcó el inicio de una de las asociaciones artísticas más reconocidas del cine estadounidense.


De El Padrino a Annie Hall: los años que la consagraron

El salto al cine llegó en 1970 con Amantes y otros extraños, pero fue en 1972 cuando Diane Keaton alcanzó fama internacional gracias a su papel como Kay Adams en El Padrino de Francis Ford Coppola, una interpretación que repetiría en El Padrino II (1974) y El Padrino III (1990).

Ese mismo año, volvió a coincidir con Woody Allen en la versión cinematográfica de Sueños de un seductor, y poco después en las comedias El dormilón (1973) y La última noche de Boris Grushenko (1975). Sin embargo, su consagración definitiva llegó con Annie Hall (1977), película que transformó su carrera y redefinió el cine romántico.

Por su interpretación de Annie, una joven excéntrica y espontánea que encarna la independencia femenina de los años 70, Keaton ganó el Oscar a la mejor actriz, además del BAFTA y el Globo de Oro. Su estilo desenfadado —pantalones anchos, chalecos, corbatas— marcó una tendencia y la convirtió en ícono de la moda y símbolo de una nueva mujer moderna.


Éxito, versatilidad y dirección cinematográfica

En 1981 protagonizó Rojos, dirigida por Warren Beatty, papel que le valió su segunda nominación al Oscar. Durante los años 80 y 90, Keaton alternó dramas con comedias románticas, demostrando una versatilidad poco común. Participó en títulos como Baby Boom (1987), El club de las primeras esposas (1996) o El padre de la novia (1991 y 1995).

Paralelamente, exploró su faceta como directora y productora, debutando con el corto What Does Dorrie Want? (1982) y el documental Heaven (1987). Su mirada creativa y su sensibilidad visual reflejaron siempre su amor por la fotografía y la arquitectura.


Últimos años y legado

En 2003 protagonizó la exitosa comedia romántica Cuando menos te lo esperas junto a Jack Nicholson, por la que ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia y obtuvo su cuarta nominación al Oscar. Su carisma y naturalidad convirtieron la película en un clásico moderno.

Su último trabajo cinematográfico fue Campamento de verano (2024), donde compartió protagonismo con Kathy Bates y Alfre Woodard. Además de su carrera en el cine, Diane Keaton fue una apasionada escritora, autora de más de una docena de libros sobre moda, arte, fotografía y memorias personales.

También destacó por su espíritu emprendedor: lanzó su propia marca de vino, The Keaton, diseñado —como ella decía— “para servirse con hielo”. En entrevistas recordaba con humor cómo esta idea surgió en los años 70, cuando vivía en un pequeño apartamento sin aire acondicionado en Nueva York.


Una mujer libre y referente de autenticidad

Diane Keaton fue una figura que trascendió el cine. Su estilo, su personalidad extravagante y su independencia marcaron a generaciones de mujeres. Madre soltera de dos hijos adoptivos, Dexter y Duke, siempre defendió la importancia de la maternidad tardía y la libertad personal.

Sus personajes, siempre llenos de humanidad y contradicciones, reflejaban su forma de entender la vida: sin etiquetas, con humor y con una honestidad brutal. Su risa contagiosa y su voz inconfundible hicieron de ella una de las intérpretes más queridas del público.


Hollywood rinde homenaje a una leyenda

Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes de amor y admiración. Bette Midler escribió: “La brillante, hermosa y extraordinaria Diane Keaton ha fallecido. No puedo expresar la profunda tristeza que siento”.

La actriz Kimberly Williams-Paisley, su hija ficticia en El padre de la novia, le dedicó un emotivo mensaje: “Trabajar contigo fue uno de los mayores regalos de mi carrera. Gracias por tu amabilidad, tu talento y tu risa”.

También Rosie O’Donnell expresó su pesar: “Qué estilo, qué gracia, qué corazón. La extrañaremos profundamente”. Mientras que Elizabeth Perkins la definió como “un tesoro nacional” y “heroína moderna”, destacando su valentía y autenticidad.


El adiós a una mujer eterna

Diane Keaton fue más que una actriz: fue una fuerza creativa, una mujer pionera y un icono cultural que rompió moldes sin perder su esencia. Desde Annie Hall hasta Cuando menos te lo esperas, cada personaje que interpretó dejó una huella imborrable en la historia del cine.

Su muerte deja un vacío enorme en Hollywood, pero su legado —hecho de humor, inteligencia y sensibilidad— permanecerá para siempre en las pantallas y en el corazón de quienes amaron su arte.

Continuar leyendo