María Corina Machado, una de las voces más firmes de la oposición venezolana, ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 por su persistente lucha por la libertad, los derechos humanos y la paz en Venezuela. Su reconocimiento llega tras más de dos décadas de resistencia política frente al régimen de Nicolás Maduro, consolidándola como un símbolo mundial de coraje cívico y defensa democrática.
Una vida dedicada a Venezuela
Nacida en Caracas el 7 de octubre de 1967, María Corina Machado estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y se especializó en Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Desde joven mostró una profunda preocupación por el deterioro institucional de su país y el avance del autoritarismo.
Su salto a la política fue impulsado por su convicción de que Venezuela necesitaba una regeneración moral y democrática. En 2011 fue elegida diputada de la Asamblea Nacional, cargo que ocupó hasta 2014, cuando fue despojada de su escaño de manera arbitraria tras denunciar irregularidades y abusos del poder. Aquel episodio marcó un punto de inflexión: lejos de retirarse, se convirtió en una de las figuras más influyentes y valientes de la oposición.
La fundadora de Vente Venezuela
Machado fundó el movimiento Vente Venezuela, una organización liberal que promueve la libertad individual, la economía abierta y la democracia representativa. Desde allí, ha impulsado una narrativa política moderna, centrada en la ciudadanía, la descentralización del poder y la reconstrucción económica del país.
También participa en la plataforma SoyVenezuela, una coalición de fuerzas políticas y sociales que agrupa a distintos sectores de la sociedad civil inconformes con el régimen. Su liderazgo ha sido clave para mantener viva la esperanza democrática en un contexto de persecución, censura y represión.
Pese a las amenazas judiciales, inhabilitaciones políticas y ataques mediáticos, Machado nunca ha abandonado su lucha. A lo largo de los años, ha sido víctima de persecuciones y acusaciones sin fundamento, pero su influencia internacional ha ido en aumento gracias a su constancia y claridad de propósito.
El Nobel de la Paz 2025: un reconocimiento histórico
El Comité Noruego del Nobel ha justificado su elección destacando la “valentía, integridad y compromiso inquebrantable” de María Corina Machado con la paz, la libertad y la dignidad humana. Su candidatura fue impulsada en agosto de 2024 por la Fundación Inspira América, respaldada por rectores de universidades estadounidenses y políticos como Marco Rubio y Rick Scott, quienes subrayaron su papel como defensora de los derechos humanos.
En su comunicado oficial, el Comité destacó que “su voz ha trascendido las fronteras nacionales y ha devuelto la esperanza a millones de personas que viven bajo regímenes autoritarios”. Este premio supone, además, un reconocimiento internacional al pueblo venezolano y a su deseo de recuperar la democracia perdida.
El impacto internacional de su causa
El premio a Machado no solo honra su trayectoria personal, sino que también pone el foco en la crisis humanitaria venezolana, una de las más graves del siglo XXI. Millones de ciudadanos han abandonado el país en busca de un futuro digno, y las denuncias de violaciones de derechos humanos han sido constantes.
Gracias a su voz firme y su presencia en foros internacionales —como la Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento Europeo y la ONU—, Machado ha conseguido mantener la situación venezolana en el centro del debate global. Su lucha representa a miles de activistas, periodistas y ciudadanos que arriesgan su libertad por decir la verdad.
Reconocimientos previos y legado
Antes del Nobel, María Corina Machado ya había recibido el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2024, otorgado por el Parlamento Europeo, junto al dirigente opositor Edmundo González. Este galardón fue un preludio de su consagración internacional y reforzó su papel como referente democrático.
Hoy, con el Nobel de la Paz, su nombre se suma a figuras históricas como Nelson Mandela, Malala Yousafzai o Liu Xiaobo, líderes que transformaron la resistencia en esperanza.
El futuro de Venezuela, en el centro del debate
La entrega del Nobel a María Corina Machado marca un antes y un después para Venezuela. Su triunfo internacional aumenta la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro y refuerza el reclamo por elecciones libres, la liberación de presos políticos y la restauración de las instituciones democráticas.
“Este premio no es mío, es de todos los venezolanos que no se rinden”, declaró Machado en su primera reacción tras conocerse el galardón. Sus palabras resumen el espíritu de una mujer que, pese a los golpes, nunca ha perdido la fe en su país.
Con el Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado se convierte no solo en la primera venezolana en recibir este reconocimiento, sino también en una de las voces más influyentes del panorama político latinoamericano actual. Su mensaje de libertad, paz y reconciliación sigue inspirando a millones dentro y fuera de Venezuela.
Amparo
10 mayo, 2020 en 11:11 pm
Si yo no salgo la virgen tampoco lo entendemos yaaaaaa o queeee
Ramón Vicente Cano Montoya
11 mayo, 2020 en 10:42 am
Creo que eres tú quien no lo entiende: la Virgen no ha salido a la calle. Tampoco entiendes que la gente sí está saliendo, desde el 4 de mayo al menos.
Ramón Cano
11 mayo, 2020 en 11:17 am
Creo que es usted quien no entiende: ni la Virgen ha salido a la calle (estuvo 4 minutos en la cancela de la puerta) ni tampoco, por lo que parece, sabe usted que la gente está saliendo, con las debidas precauciones, a la calle.
Pilar Garcia Suárez
11 mayo, 2020 en 3:41 pm
Ningún sacerdote con mascarilla ni guantes. Ejemplo pesimo
Paco Montalt Rodenas
15 mayo, 2020 en 12:46 pm
Según el del tetrabrik, «Don Simón» las mascarillas son innecesarias, inútiles y no obligatorias.
Inma
11 mayo, 2020 en 12:23 am
No es correcto lo que se ha hecho y ya esta bien , necesitamos salir de esto y tiene que ser poco a poco , desde casa se puede rezar perfectamente y tenemos la tv para escuchar la Eucaristía , seamos sensatos y no defendamos lo indefendible y después acusemos a los mismos siempre cuando somos los primeros que no cumplimos las normas (me incluyo)
Antonio Castro
11 mayo, 2020 en 10:20 am
La que no entiende es usted, señora: no salió, sino que se asomó a la puerta, como seguramente habrá hecho usted y como ciertamente he hecho yo.