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El doctor Cavadas reconstruye una separación completa de columna vertebral y pelvis en un paciente tetrapléjico

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cavadas alerta nueva pandemia

VALÈNCIA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) –

El doctor Pedro Cavadas y su equipo han realizado una cirugía para unir la columna vertebral a la pelvis usando hueso del peroné a un paciente que se quedó tetrapléjico tras una grave lesión, según ha informado el Hospital de Manises (Valencia), donde se llevó a cabo la intervención.

El paciente, Wilmer Arias, quedó tetrapléjico como consecuencia de una lesión producida por un arma de fuego a los 9 años. Su situación le ha obligado estar encamado en los últimos años por las complicaciones que presentaba en la zona lumbar.

Wilmer Arias fue operado para reconstruirle la separación completa de columna vertebral y pelvis en el Hospital de Manises por el doctor Cavadas. Ahora, gracias al acuerdo de la Fundación Cavadas y el centro hospitalario, este joven guatemalteco puede continuar su vida desde una silla de ruedas con «ligera movilidad» de brazos y manos.

El cirujano valenciano, el equipo directivo del centro sanitario y el paciente explicarán este caso de cooperación internacional en el que han participado el Hospital de Manises, la Fundación Cavadas y NPH el próximo jueves a las 10.30 horas en un encuentro con los medios.

El joven Wilmer Arias, operado en el Hospital de Manises por el doctor Pedro Cavadas y su equipo para reconstruirle una separación completa de columna vertebral y la pelvis, se recupera «sin dolor» y es capaz de estar sentado, por lo que se ha mostrado esperanzado y con «muchos planes de futuro», entre ellos, volver a sus estudios universitarios: «No me rendí y ahora puedo retomar lo que hacía y lograr muchas cosas más».

Así lo ha manifestado durante una rueda de prensa en el hospital valenciano, donde se han explicado los detalles de la intervención a este joven guatemalteco de 28 años, que recibió una bala perdida en el cuello mientas jugaba en una calle de su país junto a sus primos cuando tenía nueve años, y como consecuencia, quedó tetrapléjico. Su situación empeoró con úlceras por todo el cuerpo, la más grave, en la zona del sacro.

El joven trabajaba en el campo desde los siete años e iba a la escuela cuando sufrió un accidente. «Estaba jugando a los nueve años junto a mis primos cerca de casa cuando una bala perdida atravesó mi cuello», ha explicado. Tras dos meses y medio en coma y después de una cirugía, debido a su inmovilización, empezó a desarrollar úlceras en diferentes zonas de su cuerpo, la más grave en el área sacra, que no curó y empeoró con el tiempo.

Mientras, empezó a estudiar Administración y Dirección de Empresas en Guatemala, hasta que las cosas se tornaron «más complicadas».
«No podía ni acostarme boca arriba, tenía mucho dolor», ha explicado. Finalmente, los doctores le dijeron que tenía que hacer «reposo total», y abandonó los estudios durante dos años.

«Los doctores de Guatemala y Estados Unidos decían que mi caso no tenía solución. No imaginaba encontrar a la persona que me salvaría de tanto dolor», hasta que contactó con Cavadas a través de una enfermera española, Marta, que «trabaja mucho» en su país.

«A EFECTOS PRÁCTICOS, ESTABA PARTIDO EN DOS»
El médico valenciano ha explicado que la profesional sanitaria le llamó explicándole que el joven tenía una úlcera en el sacro, «algo completamente estándar», y Cavadas se sorprendió porque ella le dijo que en Guatemala no le podían operar. Propuso que se desplazase hasta Valencia.

«Cuando llega aquí, no era una úlcera sacra. Tenía una úlcera en el sacro pero básicamente era una infección masiva con perdida de toda la parte inferior de la columna vertebral y pérdida de la pelvis, a efectos prácticos estaba partido en dos, por un lado el tronco y por otro los restos de la pelvis. Una situación completamente distinta de una ulcera sacra que le obligaba a estar en cama todo el día, en situación de riesgo vital», ha detallado el especialista.

El paciente llegó el pasado marzo al Hospital de Manises para someterse a dos operaciones para tratar la disociación completa pelvirraquidea que le imposibilitaba estar sentado. En la primera intervención, se limpió la herida.

UNIÓN CON EL HUESO DEL PERONÉ
En la segunda, Cavadas y su equipo llevaron a cabo una operación microquirúrgica en la que se ha utilizado el hueso del peroné y piel de las extremidades inferiores para poder unir los restos de la pelvis a la columna lumbar». La complejidad, ha explicado el médico, fue adaptar esta técnica, que es habitual, al caso de Arias.

Cavadas ha explicado que era un «paciente muy frágil», porque un tetrapléjico «respira con dificultar» y el «posoperatorio se puede complicar», por lo que había que «dosificar la agresión quirúrgica» y «es tan complejo planear como la cirugía en sí».

Además, se ha intervenido bajo la premisa de que el paciente debe volver a Guatemala: «no puedes hacer algo que pueda complicarse en dos años», ha explicado el especialista. El doctor Cavadas cree que, de no realizarse esta intervención, «no se habría cerrado nunca la úlcera». «Se salía por ella la columna, habría tenido una mala infección y habría muerto».

«SIN NINGÚN DOLOR»
Tras las intervenciones, Wilmer Arias se recupera «sin ningún dolor» y ya puede permanecer sentado. El joven guatemalteco puede continuar su vida desde una silla de ruedas con «ligera movilidad» de brazos y manos. Ha admitido que «había perdido las esperanzas» antes de emprender este «camino muy difícil, doloroso, lleno de complicaciones», en el que ha estado acompañado de las Fundaciones Pequeños Hermanos y Pedro Cavadas.

«Pero se pudo, el doctor no se rendía y yo tampoco, porque tengo ganas de seguir viviendo y de hacer grandes cosas. Aquí estoy, con muchos planes de futuro. Puedo lograr todo lo que hacía antes y muchas cosas más», ha subrayado.

IR A LA PLAYA Y RETOMAR SUS ESTUDIOS
Una de las primeras cosas que hizo Arias, según ha explicado, es ir a la playa y bañarse en el mar. «No me metía en el agua desde 2004, por la úlcera», ha explicado, antes de apuntar que permaneció cerca de tres horas en el agua.

El joven llevará un corsé durante seis meses para que su columna esté recta y se adapte a esta nueva postura. Regresará en los próximos días a Guatemala, donde prevé finalizar sus estudios de ADE y cursar un máster en Márketing Digital.

Wilmer Arias ha afirmado que tiene claro lo que quiere. «Se me ha brindado una oportunidad, ahora la voy a aprovechar. Si en el camino puedo ayudar a alguien, por supuesto que lo haré, porque me han ayudado tantas personas que tengo algo que devolver al mundo», ha agregado.

«Si quieres una vida feliz, átala a metas y no a objetos, eso hago yo. Siempre tengo una actitud positiva de que todo va a salir bien, sigo para adelante, no se trata de lo que te pase sino de lo que decides hacer con lo que te pase», ha concluido.

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Cultura

Muere Alfonso Ussía

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Alfonso Ussia

Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.

Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.

Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.

Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.

Su compromiso con la escritura hasta el final

La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.

Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.

Raíces familiares e influencias

Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.

De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.

Formación y primeros pasos

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.

Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.

Poesía satírica y provocación inteligente

Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.

También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.

Estrella indiscutible de ABC

Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.

Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.

Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.

El retiro en Ruiloba y una vida nueva

Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.

Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo

El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.

Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.

Principios inquebrantables

Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.

La última distinción y la despedida

A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.

El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.

Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.

Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.

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