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Salud y Bienestar

8 curiosidades sobre la cirugía plástica

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Todo lo que debes saber antes de someterte a un aumento de pecho

Las cirugías plásticas han capturado la atención pública durante décadas, revelando una serie de curiosidades fascinantes que muestran su impacto en la medicina y la sociedad. Aquí tienes 8 curiosidades sobre la cirugía plástica:

  1. Orígenes Antiguos: Aunque la cirugía plástica moderna se desarrolló en el siglo XX, los primeros procedimientos datan de la antigua India, donde se practicaban reconstrucciones nasales mediante técnicas de colgajos de piel.
  2. Reconstrucción Post-Guerra: La cirugía plástica avanzó significativamente durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, con innovaciones en la reconstrucción facial para soldados heridos.
  3. Inicios de la Rinoplastia: Uno de los primeros procedimientos modernos de cirugía plástica fue la rinoplastia, desarrollada inicialmente por cirujanos pioneros en la India y luego refinada en Europa.
  4. Desarrollo de Implantes Mamarios: Los implantes mamarios modernos tienen sus raíces en la década de 1960, con el uso inicial de silicona líquida y luego de gel cohesivo para mejorar la forma y el tamaño de los senos.
  5. Cirugía Estética y Psicología: Los estudios han demostrado que la cirugía plástica puede tener un impacto significativo en la autoestima y la confianza de los pacientes, mejorando su calidad de vida.
  6. Popularidad en Hollywood: La industria del entretenimiento, especialmente en Hollywood, ha desempeñado un papel crucial en la popularización de la cirugía plástica, con muchas estrellas recurriendo a procedimientos para mejorar su apariencia.
  7. Avances Tecnológicos: La cirugía plástica ha adoptado avances tecnológicos como la simulación por computadora y la impresión 3D para planificar y ejecutar procedimientos con mayor precisión y seguridad.
  8. Tendencias Globales: La demanda de cirugía plástica ha crecido globalmente, con regiones como Corea del Sur y Brasil destacándose por sus altos índices de procedimientos estéticos per cápita.

Estas curiosidades muestran cómo la cirugía plástica ha evolucionado desde sus humildes comienzos hasta convertirse en una disciplina compleja y de alta demanda en el ámbito médico y estético contemporáneo.

8 curiosidades sobre la cirugía plástica

  1. Las primeras técnicas para reconstruir la nariz datan del año 600 a.C, cuando la amputación de éstas era frecuente como castigo.
  2. En la Edad Media la cirugía era vista como algo pagano y el cirujano estaba considerado una especie de hechicero.
  3. Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando dos descubrimientos fueron determinantes para el impulso de la cirugía plástica: la anestesia y la antisepsia.
  4. La Segunda Guerra Mundial es considerada como el comienzo de la cirugía plástica, teniendo como objeto la reconstrucción de miembros del cuerpo debido a las batallas. Fue también en esta época cuando se llevaron a cabo los primeros injertos de piel.
  5. España es en la actualidad uno de los países más seguros del mundo para someterse a una operación de cirugía plástica.
  6. Cada año aumenta de forma llamativa el número de hombres que demanda algún tipo de cirugía plástica. En la actualidad, de cada 10 intervenciones de cirugía plástica realizadas, 7 son a mujeres y 3 a hombres.
  7. En Mujeres las intervenciones más demandadas son, por orden: aumento de pecho, rinoplastia, liposucción, abdominoplastia, rejuvenecimiento facial, volumen en los labios, el rejuvenecimiento de párpados, el alisamiento de cuello y la reducción de pecho.
  8. En Hombres: La liposucción ocupa el primer puesto, seguida de la ginecomastia (reducción de mamas), blefaroplastia (cirugía de párpados), rinoplastia, estiramiento facial y otoplastia (cirugía de las orejas). El marcaje de abdominales también es una intervención estética a la que cada vez se someten un mayor número de varones.

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¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

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chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

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