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Almería-Valencia| Un doblete de Arribas frena a los de Baraja (2-2)

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Almería-Valencia
El delantero del Valencia CF Diego López celebra su gol durante el partido correspondiente a la jornada 6 de LaLiga celebrado esta noche en Power Horse Stadium de Almería. EFE / Carlos Barba

Almería, 23 sep (OFFICIAL PRESS- EFE).- El Almería y el Valencia empataron a dos en un partido con alternativas en el que destacó por el Valencia Javi Guerra, autor de una asistencia y un gol de su equipo, y Sergio Arribas por el Almería, protagonista del doblete de los locales que impidió el triunfo valencianista.

La primera mitad acabó 0-1 para los valencianistas con gol de Diego López en el minuto 13.

La segunda mitad fue frenética. Primero con el empate de Sergio Arribas tras un rechace de Melero. Poco después, volvería a adelantarse el conjunto valencianista a través de Javi Guerra. Sergio Arribás volvería a poner el empate en el luminoso, resultado definitivo y que dejaba insatisfechos a los de Vicente Moreno y contentos a los del ‘Pipo’ Baraja.

Pasados los primeros diez minutos, ambos conjuntos apenas habían pisado el área contraria con peligro. Más bien, buscaban no fallar y, al mismo tiempo, esperar el fallo del contrario.

El primer tanto del partido cayó en el minuto 13 en la primera llegada valencianista a la portería de Maximiano.

Tras el gol de los del ‘Pipo’ Baraja, el Almería se quedó sin respuesta alguna, como si hubieran bajado los brazos momentáneamente, sin ni siquiera conseguir acercamientos.

Por el contrario, el balón parecía volar en botas de los valencianos, con un Almería que corría detrás de él sin olerlo.

Habría que esperar hasta el minuto 31 para ver la primera ocasión rojiblanca. Otra vez Embarba por banda puso un balón con rosca que remató de cabeza Arribas al cuerpo de Mamardashvili. Una oportunidad clarísima para poner el empate en el luminoso, pero que acabó errando el equipo andaluz.

Tras la llegada, despertó el conjunto de Vicente Moreno con dos ocasiones consecutivas más. Primero en un remate con el hombro que detuvo el meta georgiano. Después, en la jugada posterior del córner, en un fallo inexplicable de Gonzalo Melero, que envió fuera el balón teniendo todo a favor.

Volvería a tenerla Luis Suárez, pero el cafetero, que está completamente gafado, envió su disparo al poste en un disparo escorado, alargando el mal estado ofensivo de los almerienses.

Tras el descanso, poco acontecería en los primeros diez minutos de encuentro. La primera ocasión llegaría en botas de Robertone tras ejecutar el argentino una falta que detuvo el guardameta valencianista.

La insistencia del Almería tuvo recompensa. En el minuto 58, Robertone buscó a Melero, este falló el mano a mano con Mamardashvili. Recogió el rechace Arribas, que solo tuvo que empujarla sin portero.

El partido se volvió loco y, una vez más, Sergio Arribas empató el encuentro tras encontrarse otro rechace, lo cual ya no es casualidad, para meterla tras una ocasión de Akieme.

Pero poco le duraría la alegría a los almerienses pues, en el siguiente acercamiento Valencianista, Édgar salió a por uvas y Javi Guerra, sin oposición, batió a Maximiano en el minuto 63.

Con el 2-2, logrado en el minuto 68 otra vez por Sergio Arribas, y sin demasiadas ocasiones de peligro a partir del tanto, el partido llegó a su fin, dejando a los de Vicente Moreno con un punto insuficiente y una jornada más sin encontrar la tan ansiada victoria, y a los de Baraja con un buen punto para el balance de ocasiones del encuentro.

– Ficha técnica Almería-Valencia:

2 – Almería: Luis Maximiano; Chumi, Édgar, César Montes, Sergio Akieme; Dion Lopy (m.61, Ibrahima Koné), Lucas Robertone (m.74, Idrissu Baba), Gonzalo Melero, Adrián Embarba (Largie Ramazani, m.46), Sergio Arribas (m.84, Leo Baptistao) y Luis Suárez (m.74, Lázaro Vinicius).2 – Valencia: Giorgi Mamardashvili; Thierry Correia, Christhian Mosquera, Mouctar Diakhaby, José Luis Gayà; Pepelu, Javi Guerra (m. 64, Hugo Guillamón), Diego López, André Almeida (m.86, Pablo Gozálbez), Fran Pérez (m.64 Selim Amallah) y Hugo duro (m. 90+7, Domi).

Goles: 0-1; M.13, Diego López; 1-1 M.58, Sergio Arribas; 1-2; M.63, Javi Guerra; 2-2; M.68; Sergio Arribas.

Arbitro: Busquets Ferrer, (Comité Balear), amonestó a los locales César Montes (m.59), Gonzalo Melero (m.82) Largie Ramazani (m. 89) y Édgar González con el tiempo cumplido; y a los visitantes Fran Pérez (m.51) y a José Luis Gayá (m.85).

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de Primera División, Liga EA Sports, disputado en el Power Horse Stadium ante 14.266 espectadores.Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria del padre del director de organización y operaciones de la UD Almería.

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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