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Amenaza con un bate a un camarero que no le dejó ocupar una mesa reservada

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València, 6 jul (EFE).- La Policía Nacional ha detenido en la ciudad de València a un hombre que amenazó en varias ocasiones con matar a un camarero que no le había permitido ocupar una mesa reservada en un bar del barrio de Russafa, y que se presentó una noche en el local armado con un bate.

El detenido es un hombre de 36 años, de origen español, y es sospechoso de los delitos de amenazas y tenencia de armas, según la Policía.

Los hechos tuvieron lugar sobre la una de la pasada madrugada, cuando los agentes fueron avisados para que acudieran a un bar del distrito valenciano de Russafa, donde al parecer un hombre portaba un arma de fuego.

Los policías acudieron inmediatamente al lugar, tomando las medidas de autoprotección necesarias, y una vez allí varias personas que se encontraban en el exterior del establecimiento les indicaron disimuladamente quién era el sospechoso.

Los agentes observaron a un hombre comiendo un filete en un plato con un cuchillo de grandes dimensiones, por lo que se aproximaron al mismo y de manera sorpresiva se lo arrebataron, a fin de evitar que pudiese atentar contra la integridad física de quienes allí se encontraban. También localizaron, junto a él, un bate de béisbol, que el sospechoso afirmó que era de su propiedad y que fue intervenido.

Los agentes pudieron saber que este hombre, días antes, habría mantenido una discusión con un camarero del bar, que no le había dejado ocupar una mesa reservada. Desde ese momento, cada vez que pasaba por el local, al parecer increpaba al empleado. Ese día habría acudido al establecimiento portando un arma de fuego y preguntó por el camarero, afirmando que iba a matarlo.

Los policías, tras realizar varias averiguaciones, localizaron e intervinieron el arma semiautomática en el domicilio del hombre que, junto a un cargador, fueron entregados voluntariamente por otra moradora de la vivienda.

El hombre, detenido como presunto autor de un delito de amenazas y tenencia de armas, ha pasado a disposición judicial, que decretó la prohibición de aproximarse al bar donde trabaja la víctima o a cualquier lugar donde ésta se encuentre.

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Sucesos

Fiscalía pide cuatro años de prisión para Nacho Vidal por la muerte de un fotógrafo en el “rito del sapo bufo”

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Nacho Vidal juicio
El director de cine para adultos Nacho Vidal en una imagen de 2023. EFE/ Kiko Huesca/Archivo

La Fiscalía de Valencia ha solicitado cuatro años de prisión para el actor porno Nacho Vidal por su implicación en la muerte del fotógrafo José Luis Abad, durante la celebración del denominado “rito del sapo bufo”. La misma pena se reclama para su prima, quien participó en la organización del ritual.


Acusaciones y penas solicitadas

Según el escrito de calificación del ministerio público, al que tuvo acceso Europa Press, se atribuye a Nacho Vidal un delito de homicidio imprudente, así como a su prima. Además, la fiscalía solicita que ambos indemnicen de manera conjunta y solidaria a los hermanos de la víctima con 20.000 euros cada uno, más los intereses legales.

Por su parte, la acusación particular eleva la solicitud de pena a siete años de cárcel, argumentando también un delito contra la salud pública. Además, un amigo del actor, responsable del mantenimiento de la vivienda, enfrenta tres años de prisión por encubrimiento, tras colaborar para eliminar pruebas relacionadas con el incidente.


Cómo ocurrió el “rito del sapo bufo”

El 28 de julio de 2019, en la vivienda de Nacho Vidal en Enguera, Valencia, se realizó el ritual con una pipa de veneno de sapo bufo, sustancia conocida por sus efectos alucinógenos. La víctima, de 49 años, siguió las instrucciones del actor para la inhalación.

En cuestión de segundos, el fotógrafo presentó convulsiones y cambios de coloración en el rostro y pecho. A pesar de estos síntomas, los organizadores continuaron con el ritual y no llamaron a emergencias hasta 20 minutos después del desvanecimiento. Los servicios médicos llegaron a las 11:30 h y confirmaron la muerte, que se atribuyó a una parada cardiorrespiratoria provocada por una reacción adversa a drogas de abuso.

Se determinó además que la víctima había consumido cocaína entre uno y cuatro días antes, lo que aumentó el riesgo cardiovascular y contribuyó a la fatal reacción durante la inhalación del veneno de sapo bufo.


Reacciones de la acusación

El abogado de los hermanos de la víctima ha declarado que el ritual dirigido por los acusados fue irracional, temerario y extremadamente peligroso, ya que realizaron el acto sin ningún tipo de rigor y a sabiendas de los riesgos que implicaba la sustancia. Según la acusación, los implicados ignoraron todos los factores que podían incrementar el riesgo para la víctima.

 

VÍDEO| Nacho Vidal relata lo que pasó exactamente con el ritual del Sapo Bufo y la muerte en su casa

Nacho Vidal y el veneno del sapo bufo

Expone que el actor sacó una pipa de cristal de su propiedad y una sustancia ilícita y de gran toxicidad, conocida vulgarmente como veneno del sapo bufo, y comenzó la preparación de la pócima, «sin tener control alguno sobre la dosis al no estar la pipeta calibrada ni utilizar instrumento de pesaje alguno».

Mientras se llevaba a cabo el ritual, en el que participaron los tres acusados, el fotógrafo comenzó a tambalearse y se desplomó de forma brusca al suelo, según se puede ver en una grabación, que refleja que apenas pasaron 24 segundos de la ingesta de la sustancia hasta que empezaron las convulsiones.

La acusación afirma que Vidal continuó el ceremonial, pese a que el protagonista seguía inconsciente, con temblor corporal y dificultad respiratoria, y sostiene que no llamaron a los servicios sanitarios hasta transcurridos veinte minutos de ritual, a pesar de que «iba empeorando segundo a segundo».

«El acusado dio prioridad al ritual a solicitar llamar de forma urgente a la asistencia sanitaria, demorándola durante 22 minutos, cuando ya la situación de nuestro mandante era absolutamente irreversible y se encontraba fallecido», indica el abogado de la acusación.

Añade que, tras el fallecimiento, todos los acusados alteraron la escena para ocultar lo ocurrido, y afirma que el ritual resultó ser «irracional, temerario y muy peligroso».

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