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¿Dónde está el cuerpo de Ana María Knezevich?

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Ana María Knezevich
Ana María Knezevich-INSTAGRAM

En un período de seis días, David Knezevich, marido de la desaparecida Ana María Knezevich, recorrió aproximadamente 7.677 kilómetros —desde Belgrado hasta Madrid y de regreso— a bordo de un coche de alquiler. Se sospecha que durante este viaje, acabó con la vida de su esposa y se deshizo del cuerpo en algún punto del trayecto de regreso.

Investigación en Curso

Cuatro meses después de la desaparición, la Policía Nacional sigue rastreando las áreas cercanas a las carreteras que recorrió David Knezevich. Las búsquedas se concentran en las provincias de Madrid, Guadalajara, Soria y Zaragoza, con la esperanza de encontrar pistas sobre el paradero de Ana María.

El Viaje del Sospechoso

Según el sumario del caso, al que ha tenido acceso EFE, el sospechoso fue arrestado en Miami (Florida, Estados Unidos) y está en prisión provisional. El 30 de enero, cruzó la frontera entre Serbia y Croacia en un Peugeot 308 azul alquilado. Se estima que llegó a Madrid dos días después, donde compró un espray negro para tapar cámaras de vigilancia y un casco de moto para ocultar su rostro. La tarde del 2 de febrero, fue visto en la casa de su esposa en la calle Francisco de Silvela, donde supuestamente cargó una maleta con el cuerpo de Ana María.

Rastreo del Vehículo

La madrugada del 3 de febrero, las cámaras de tráfico captaron el coche en la M-30, iniciando el viaje de regreso. El posicionamiento del teléfono del sospechoso coincidía con el del vehículo. Continuó por la autopista R-2, pasando por el peaje del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y las localidades de Aljavir (Madrid) y Taracena (Guadalajara). Luego cambió a la autovía A-2, siendo registrado en Sigüenza, Medinaceli y Zaragoza entre las 2:10 y las 4:01 de la madrugada.

La Policía Nacional, con la ayuda del FBI, ha centrado la búsqueda del cadáver y la maleta en estos puntos, sin éxito hasta ahora. A partir de Zaragoza, el seguimiento del sospechoso se vuelve menos preciso, pero se cree que cruzó a Francia por La Junquera y regresó a Serbia el 5 de febrero.

Matrículas Robadas para Despistar

Para evitar ser detectado, David Knezevich utilizó dos matrículas robadas: una serbia de un Toyota Yaris y otra española de un Ford Mondeo. Con la matrícula serbia entró en España, pero luego la cambió por la española para desplazarse y escapar del país.

Devolución del Vehículo

El 5 de febrero, el Peugeot fue visto por última vez en el puesto fronterizo de Batrovei, con David al volante. Aunque debía devolver el coche el 23 de febrero, informó a la empresa de alquiler que lo extendería hasta el 15 de marzo. Cuando lo devolvió, el cuentakilómetros indicaba 7.677 kilómetros adicionales, coincidiendo con el viaje entre Belgrado y Madrid.

El dueño de la empresa de alquiler notificó a la policía serbia que el vehículo presentaba rasguños, sin pegatinas identificativas, cristales tintados y marcos de matrícula reemplazados.

Solicitud de Ayuda Internacional

La jueza española a cargo del caso ha solicitado a la Fiscalía serbia permiso para que agentes de la Policía Nacional viajen a Belgrado y examinen el vehículo a fondo. Esperan extraer información digital del coche que pueda proporcionar más detalles sobre el viaje y ayudar a localizar el cuerpo de Ana María.

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Cultura

Muere Alfonso Ussía

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Alfonso Ussia

Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.

Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.

Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.

Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.

Su compromiso con la escritura hasta el final

La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.

Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.

Raíces familiares e influencias

Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.

De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.

Formación y primeros pasos

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.

Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.

Poesía satírica y provocación inteligente

Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.

También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.

Estrella indiscutible de ABC

Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.

Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.

Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.

El retiro en Ruiloba y una vida nueva

Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.

Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo

El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.

Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.

Principios inquebrantables

Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.

La última distinción y la despedida

A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.

El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.

Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.

Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.

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