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Salud y Bienestar

¿Te dan atracones nocturnos? Estas son las causas

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¿Alguna vez te has desvelado y has tenido el impulso repentino de ir a la nevera para arrasar con todo lo que encuentras? Son los llamados atracones nocturnos y debes intentar evitarlos, te contamos cómo

Cuando hablamos de atracones nocturnos nos estamos refiriendo al impulso irrefrenable de comer y no al mero hecho de picar algo. Nace de un estado emocional que implica sufrimiento, ya sea ansiedad, sensación de vacío, tristeza o todo a la vez. Del mismo modo que estos episodios se inician desde un estado mental de sufrimiento, cuando terminan pueden aparecer emociones como la vergüenza o la culpa.

Aspecto psicológico y causas de los atracones nocturnos

  • Para equilibrar una imagen desajustada de uno mismo: cuando este síntoma se da dentro de un cuadro de bulimia nerviosa con o sin anorexia, es decir, en el marco de un trastorno de la alimentación junto a una serie de otros síntomas propios del cuadro, puede responder a un desajuste en la representación de uno mismo. En este caso uno se vería fuera de los cánones de belleza física aceptables y eso se intentaría controlar a través del control de la alimentación.
  • Para controlar la angustia: en determinados casos estos episodios pueden ser formas de regular algún tipo de angustia que, de otro modo, se hace inmanejable. Puede ser una angustia relacionada con la propia representación de uno mismo, o fruto de algún trastorno del vínculo de apego.
  • Producto de un conflicto: se ha visto que personas que han vivido conflictos traumáticos como abusos sexuales pueden desarrollar síntomas propios de los trastornos de la alimentación, como las visitas a la nevera por la noche. La función de los cuales sería la de defenderse de la posibilidad de volver a ser abusados desarrollando un cuerpo que ya no sea deseable para el abusador.
  •  Desequilibrios en los vínculos de apego: pueden aparecer atracones de comida por la noche, sobre todo en adolescentes, debido a un cambio en la vinculación con las personas importantes: una separación, un traslado de domicilio, una pérdida, etc. Se ha visto que este hecho es más frecuente en personas con una personalidad dependiente.

Atracones nocturnos y ansiedad: ¿cómo ponerles freno?

Cuando los atracones nocturnos se dan fuera de un cuadro psicopatológico suelen estar relacionados con estados de ansiedad que buscan ser calmados mediante la ingesta.

Sabemos que el hecho de alimentarse ayuda también a regular las emociones mediante la secreción de endorfinas y la recuperación de la energía mecánica del cuerpo.

El problema viene cuando se recurre a la ingesta a deshoras y de una manera reactiva (me levanto inquieto, ansioso, con un estado emocional incómodo y recurro a comer lo que sea para modular ese estado interno).

Entonces estamos utilizando un recurso inapropiado (ya que puede tener consecuencias para la salud) que viene a suplir nuestra propia capacidad de modular esos estados internos.

Dado que los atracones nocturnos son un modulador artificial de la ansiedad hemos de poder sustituirlos por moduladores naturales y saludables.

Aquellas personas que vean claramente que por sí mismas no pueden resolver este asunto y que tal vez necesiten ayuda.

Hábitos e higiene del sueño

  • Ir a dormir a la misma hora cada día.
  • Establecer una rutina antes de ir a dormir (un baño, un rato de lectura, etc.) Debe ser una actividad relajante.
  • Evitar la ingesta de estimulantes (té, café, tabaco…) en las últimas cuatro o cinco horas antes de acostarse.
  • Acabar de cenar mínimo una hora y media antes de acostarse.
  •  Ir al baño antes de acostarse.
  • Hacer deporte con regularidad (no cerca de la hora de acostarse)

Equilibrar nuestras emociones

  • Cultivar una vida social saludable (procurarnos ratos en buena compañía, con gente con la que sintonicemos)
  • Divertirse es uno de los mejores reguladores emocionales que existen, ya sea viendo una película divertida, yendo al teatro o contando chistes con amigos, es importante cultivar espacios de divertimento en nuestras vidas
  • Deporte, y si además te divierte mejor, no debería ser vivido como una obligación tediosa, sino como algo con lo que conectas. Si te cuesta hacerlo por tu cuenta busca un deporte grupal.
  • Tiempo para el autocuidado. Es importante procurarse espacios de bienestar haciendo actividades que te interesen, que te aporten y te hagan conectar con una sensación de realización personal o simplemente, que te hagan sentir bien.
  • El cariño y el amor, muy ligado al primer punto, sin duda el elemento más terapéutico de la vida. Da cariño, cuida a los que te rodean, ayuda a quienes lo necesiten, pocas cosas más terapéuticas hay que ayudar a los demás y favorecer el buen ambiente con amabilidad y calidez.

Diagnóstico

Los atracones de comida por la noche pueden ser propios de un trastorno de la alimentación, o ser una conducta propia de alguien con un trastorno de la personalidad. En este caso es importante hace un diagnóstico preciso para poder administrar un tratamiento adecuado y frenar los atracones.

Psicoterapeuta

Los atracones nocturnos pueden tener causas no siempre fáciles de entender, y por ello es importante acudir a un psicoterapeuta con experiencia que pueda abordar dicha problemática con conocimiento de causa. También es fundamental que se establezca una verdadera relación de confianza y un sentimiento de ser verdaderamente entendido y contenido en sus emociones más dolorosas y desbordantes, ya que la relación psicoterapéutica es un factor curativo más allá de la escuela teórica a la que se adscriba dicho terapeuta.

Lo que debes saber…

  • Hay que diferenciar el tener hambre una noche y picar algo, con el impulso irrefrenable fruto de un estado emocional de sufrimiento del atracón nocturno.
  • En este caso, puede responder a causas que van desde un trastorno de alimentación a uno de personalidad.
  • Es básico ponerse en manos de un psicoterapeuta que haga un diagnóstico preciso y determine el tratamiento más adecuado.

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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados

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Esta es la hortaliza saludable que debes tomar a diario para prevenir los resfriados en invierno
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La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?

Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.

Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.

La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».

MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.

La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.

Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».

EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».

Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.

OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.

La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».

LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».

Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.

Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».

Alimentos para prevenir resfriados

La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.

1. Pescados, un gran aporte de Omega-3

Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.

2. Cítricos, el consejo de la abuela

¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).

3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales

Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!

4. Yogur, el poder de los probióticos

Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!

5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad

La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.

6. Calabaza, la reina del beta-caroteno

El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.

7.  Kiwi, vitamina C al por mayor

Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!

8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales

Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.

9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!

Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!

10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal

Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.

11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis

Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.

12. Setas, propiedades antibacterianas

Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.

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