Salud y Bienestar
Cómo actuar en caso de atragantamiento
Publicado
hace 1 añoen
Cómo actuar en caso de atragamiento es vital para la persona que lo sufre. Un trozo de comida que se va por el mal camino puede causar un triste desenlace si nadie sabe cómo actuar. Desde OCU nos explican qué hacer, tanto si te atragantas como si tienes que ayudar a alguien que sufra un atragantamiento: con un vídeo te mostramos cómo hacer la maniobra de Heimlich.
Cómo actuar en caso de atragantamiento
Los atragantamientos son muy frecuentes y por suerte, casi siempre se resuelven solos sin más problemas que haber pasado un mal rato. Pero a veces, un atragantamiento puede tener un desenlace fatal.
Cuando un poco de líquido o una miguita se van por el mal camino, lo normal es que el reflejo de la tos baste para limpiar las vías respiratorias. Los atragantamientos más peligrosos son aquellos en los que un cuerpo extraño de tamaño sustancial obstruye las vías aéreas total o parcialmente: un hueso, un trozo de carne, un pedazo de manzana… En el caso de los niños, el cuerpo extraño también puede ser un pequeño juguete o algo que han encontrado por el suelo.
En estos casos, recuerda que nunca debes tratar de extraer el objeto con las manos, pues sin querer podrías introducirlo más adentro. La forma de actuar depende de cómo se estén desarrollando las circunstancias.
Si la víctima puede toser
Si la víctima del atragantamiento puede toser, lo mejor es no intervenir para dejar que el reflejo natural de la tos haga su trabajo. En contra de lo que muchas personas creen, es muy importante no palmear la espalda de la persona atragantada si está de pie o sentada, pues el cuerpo extraño podría desplazarse aún más adentro.
Sin embargo, si la tos no está surtiendo el efecto deseado y la persona se debilita, puedes ayudarla a doblarse por la cintura e inclinarse mucho hacia delante, para darle a continuación algunas palmadas enérgicas entre los omóplatos. De este modo, si el cuerpo extraño se mueve, será hacia afuera y no hay peligro de que se encaje aún más en las vías aéreas.
Si estas medidas no funcionan, es hora de hacer la maniobra de Heimlich, que también procede cuando la víctima no puede toser. Te explicamos cómo hacerlo en niños mayores de un año o adultos.
Cuando no puede toser
Si la víctima no logra toser es porque sus vías respiratorias están totalmente obstruidas y corre peligro de morir por asfixia en pocos minutos.
En estos casos, tienes que actuar con calma y rapidez, empezando por preguntarle a la víctima si se está ahogando. Si la respuesta es sí, dile que la vas a ayudar, para que no se asuste cuando la manipules.
La maniobra de Heimlich no es difícil. En el vídeo a continuación puedes ver cómo se hace en el caso más común, que es cuando la víctima está consciente, de pie o sentada, y tiene una complexión normal. Ahora bien:
- Si la víctima es una persona muy obesa o bien es una embarazada, hay que colocar el puño en mitad del esternón.
- Si la víctima está inconsciente y tumbada en el suelo, hay que colocarla boca arriba y sentarse a horcajadas sobre ella, practicando las presiones en el mismo punto y en la misma dirección, con las manos superpuestas y usando el talón de la mano que está debajo.
Puedes hacer un ensayo de la maniobra en casa, sin aplicar fuerza, simplemente para aprender a colocarte. Así estarás preparado si tienes que practicarla en alguna ocasión real.
Y recuerda: hay que hacer varias series de compresiones hasta que el objeto sea expulsado, mientras alguien avisa al servicio de emergencia 112 (si el atragantamiento se resuelve sin problemas, llama de nuevo para que no hagan el viaje en balde).
Maniobra de Heimlich
Cuando el atragantado eres tú
Si te atragantas, también hay varias cosas que puedes hacer para remediarlo. Si tienes la impresión de que se te ha «cerrado» la garganta por nada (una gota de saliva, un poco de polvillo aspirado del ambiente, incluso un olor como por ejemplo un disolvente), mantén la calma y respira normalmente por la nariz, para relajar el reflejo que hace a la epiglotis cubrir el acceso a la tráquea. Este reflejo natural se produce siempre que tragas, para impedir la entrada accidental de cuerpos extraños en las vías respiratorias. Si te tranquilizas, durará unos segundos.
Por lo demás, sigue estos consejos:
- Que hacer si te atragantas con líquido: si te has atragantado con saliva, un poco de líquido o un cuerpo extraño pequeño, te dará tos. No trates de contenerla, al revés, tose con fuerza sin importar los modales.
- Si el cuerpo extraño no es pequeño pero está colocado de tal modo que te permite toser, tose inclinándote hacia delante y no dejes que te palmeen la espalda a menos que estés doblado por la cintura e inclinado.
- No te retires de la vista de las personas que haya alrededor, pues quienes hacen esto por guardar la compostura se encuentran luego sin ayuda si el atragantamiento se agrava, en vez de resolverse.
- Si no puedes toser, llévate las manos a la garganta para indicar que necesitas ayuda.
- Si estás solo y sientes que corres peligro de asfixia, es posible hacerse uno mismo la maniobra de Heimlich: coloca el puño sobre la parte superior del abdomen y cúbrelo con la otra mano, tal y como se explica en el vídeo. Después, busca un apoyo sólido como el borde de una mesa o el respaldo de una silla, y apóyate sobre él de modo que las manos presionen con fuerza y rapidez hacia dentro y hacia arriba.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
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hace 2 díasen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
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La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
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Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
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3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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