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Psicología

¿Cómo hablar a un niño para ayudarle a procesar una catástrofe natural y mitigar las secuelas?

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Cómo hablar niño para ayudarle procesar catástrofe natural
Vecinos de La Torre limpian las calles y sus viviendas, este viernes. Miles de personas se han desplazado desde Valencia a La Torre para ayudar a los afectados por las inundaciones causadas por la DANA, este viernes. La búsqueda de desaparecidos, la identificación de víctimas mortales, las tareas de limpieza y la reparación de infraestructuras continúan tres días después de las inundaciones que han asolado la provincia de Valencia, en una jornada en la que el Gobierno envía a 500 militares más, que se sumarán a las 1.200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para actuar en Utiel, Requena, Riba-roja, Torrent, Paiporta y Algemesí. EFE/Ana Escobar

Madrid, 1 nov (EFE) – Los niños son especialmente vulnerables a las catástrofes naturales, y organizaciones de infancia como Save the Children y la Asociación Española de Pediatría (AEP) destacan la necesidad de crear espacios seguros y de apoyo emocional para mitigar el impacto en su salud física y mental. La reciente DANA en Valencia y otras zonas de España ha puesto en relevancia la importancia de estos cuidados para los menores.

Consejos para ayudar a los niños a procesar una catástrofe

Las pautas recomendadas se centran en brindar un ambiente de seguridad y comprensión para que los niños puedan expresar sus emociones y reducir la ansiedad. Save the Children ha elaborado una guía para apoyar a las familias y cuidadores en este proceso:

Respetar sus tiempos y necesidades

Es crucial escuchar y permitir que los niños expresen sus emociones sin forzarlos, recordándoles que tienen un espacio seguro para hablar cuando estén listos. Una frase que puede facilitar este proceso es: “Es importante lo que quieras compartir, pero algunos pueden no querer hablar ahora. ¿Prefieres que busquemos otro lugar para comentarlo?”. Esto fomenta un ambiente de respeto y apoyo.

Adaptar el lenguaje según la edad

Cada etapa de desarrollo necesita un enfoque distinto para comprender situaciones difíciles. Con los más pequeños, se recomienda emplear palabras sencillas y evitar términos alarmantes como «catástrofe», a menos que se les explique de manera accesible. Además, incluir un toque de esperanza, mencionando la ayuda de bomberos y médicos, refuerza la sensación de seguridad y reduce el miedo.

Validar sus sentimientos

Es fundamental que los niños puedan expresar cómo se sienten. Decirles frases como “Es normal sentirte así” o “Parece que esto te hace sentir [triste, asustado]” les ayuda a comprender que sus emociones son válidas. Para los niños más pequeños, dibujar puede ser una herramienta útil para expresar sus sentimientos.

Primeros auxilios psicológicos

La AEP y Save the Children proponen seguir un enfoque en tres pasos para abordar las secuelas emocionales:

  1. Observar: Identificar señales de angustia, como llanto o temblores, y asegurarse de que el ambiente sea seguro y calmado.
  2. Escuchar: Permitir que expresen sus emociones sin interrupciones, utilizando preguntas abiertas como “¿Cómo te sientes?”.
  3. Conectar: Mantener una presencia calmada y empática, sentarse a su altura y usar frases de apoyo como “Estoy aquí contigo”. Además, permitir que mantengan cerca objetos de confort, como un peluche, puede proporcionar seguridad adicional.

Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, ha advertido de los efectos a largo plazo de las catástrofes en los niños, como insomnio, pesadillas o síntomas de estrés postraumático. Además, el cierre de escuelas interrumpe su educación, lo que puede afectar su rendimiento académico.

Problemas en la salud física: el impacto de las inundaciones

La AEP destaca que, además de las consecuencias psicológicas, también se observan problemas físicos tras una catástrofe. En su informe «Impacto de las inundaciones en la salud de la infancia y adolescencia» se documenta una alta incidencia de infecciones, problemas respiratorios y enfermedades gastrointestinales en niños afectados por inundaciones en Los Alcázares, en septiembre de 2019. Los estudios muestran que el 14 % de los menores experimentaron problemas respiratorios y el 11 % episodios gastrointestinales, como consecuencia de la exposición a aguas contaminadas y al polvo en suspensión.

La organización ha recomendado a los profesionales de salud que adopten un enfoque de resiliencia y apoyo comunitario, fomentando un papel activo en los menores para superar estas experiencias. Esto incluye estar atentos a los riesgos de contaminación en el ambiente, como la presencia de moho, monóxido de carbono y sustancias químicas peligrosas en las viviendas afectadas.

Retomar la normalidad, clave en la recuperación de los niños

Desde Educo, ONG dedicada al bienestar infantil, insisten en que es esencial para los niños recuperar cuanto antes su rutina diaria. Pilar Orenes, directora general de la ONG, asegura que «la escuela es un refugio emocional» para los menores en estas circunstancias. Además, la organización tiene previsto iniciar actividades de apoyo psicosocial, educativas y de ocio para que los niños puedan compartir sus experiencias y emociones de forma segura y acompañada.

Conclusión: Crear un espacio seguro y de apoyo para que los niños puedan procesar las catástrofes es esencial para su salud física y emocional. La coordinación entre familiares, educadores y profesionales de salud puede ayudar a mitigar el impacto de estos eventos en la vida de los menores y fomentar su resiliencia.

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Psicología

El peligro de los trastornos de la conducta alimentaria: cómo curarlos

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trastornos de la conducta alimentaria
FREEPIK

Los trastornos de la conducta alimentaria se han convertido en un grave problema para muchas personas. Para ello hablamos con Ana Gómez Peña, psicóloga General Sanitaria, especializada en TCA y población infantojuvenil, perteneciente al equipo de Instituto Psicológico Cláritas.

¿En qué consiste un trastorno de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones desadaptativas de la conducta alimentaria y con el propio cuerpo de forma persistente. Pero los TCA van mucho más allá, estos síntomas son solo la punta del iceberg. Los trastornos de la conducta alimentaria vienen acompañados de otras alteraciones psicológicas como autoexigencia excesiva o perfeccionismo, dificultades en las habilidades sociales, traumas sin procesar o incluso incapacidades para gestionar conflictos o problemas.

¿Cuáles son los TCA más comunes?

Los trastornos de la conducta alimentaria más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Aunque, en la última década creo que también es relevante comentar la ortorexia y la vigorexia ya que ha crecido exponencialmente los casos. Aunque existan distintos nombres que ayudan a estandarizar este tipo de trastornos, la realidad es que luego nadie tiene una anorexia pura, sino que es más frecuente que a lo largo de la vida del paciente los síntomas varíen y pase por ejemplo de una bulimia a una anorexia. Es por ello que siempre hablo de trastornos de la conducta alimentaria especificando en que polo se encuentra, en un polo más restrictivo, purgativo o de atracón.

¿A qué edad empiezan a manifestarse? ¿es una enfermedad relacionada con la adolescencia?

Los trastornos de la conducta alimentaria, por lo general, empiezan junto a la pubertad y por lo tanto al inicio de la adolescencia, aunque ahora mismo cada vez nos encontramos gente más joven. Antes la mayoría de los inicios los encontrábamos en la secundaria y ahora los encontramos en la primaria.  Pese a ello, es necesario recordar que cada caso es único y también se pueden dar en la primera adultez en torno a los veinte años. El principal problema de los TCA, es que son trastornos que se enquistan y si no se trabajan pueden mantenerse durante periodos de tiempo muy largos. No es extraño encontrarse pacientes que llevan 30 años padeciendo este trastorno y que de alguna forma el trastorno es parte de la personalidad de estas personas.

¿Existe alguna causa para desarrollar TCA?

Existen varios factores de riesgo que predisponen a desarrollar un TCA al igual que hay factores que ayudan a que se precipiten y que se mantengan. Hemos de entender que el desarrollo de los TCA es la combinación de distintos factores.

  • Factores predisponentes: Encontramos factores de uno mismo como una personalidad perfeccionista, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración e impulsividad. Por otra parte, la familia juega un papel muy importante, existe más relación en los TCA en familias muy protectoras con grandes expectativas en sus hijos, o en las que se le da especial relevancia al cuerpo y al deporte. Pero también se puede dar en familiares con adicciones o negligentes con sus hijos.
  • Factores precipitantes: Criticas respecto al cuerpo, enfermedad que adelgace o haga que suba rápido de peso, separaciones o pérdidas, cambios corporales adolescentes e inicio de dietas.
  • Factores de mantenimiento: El aislamiento social, las conductas purgativas, hacer comparaciones en mi propio cuerpo, la obsesión por la báscula y las dietas y muchas otras conductas desadaptativas son factores que van a mantener el trastorno por la conducta alimentaria.

¿Cómo sabemos que estamos ante un inicio de un TCA?

Por un lado, si está en el polo más restrictivo encontraremos señales relacionadas con la autodisciplina, cambios bruscos a la hora de comer, organizan su tiempo en torno al estudio, ejercicio y la comida. Empiezan a controlar que se come en casa o incluso empieza a encargarse de la alimentación de hermanos o de los propios padres, argumentando conocimientos en nutrición. Cuando más claro va a ser es cuando se dé una pérdida de peso notable.

Por otro lado, en el polo del atracón o de la purga, es un poco más difícil detectarlo ya que el peso tiende a mantenerse o a subirse. Es frecuente ver que desaparecen justo después de comer, o incluso que se saltan comidas y luego hay picoteos entre horas. Largos periodos en el baño después de comer a la par que pueden descubrirse laxantes. Comentarios negativos sobre su cuerpo y el deseo de cambiarlo, a través de dietas y por lo general apuntándose al gimnasio. En casa se puede notar que se acaban rápido ciertos tipos de alimentos, o encontramos varios envoltorios de comida en su cuarto.

Hay algunas veces que pueden pasar por comportamientos normales de la edad, pero siempre que se observe algún cambio brusco puede ser un buen momento para preguntar que esta sucediendo y si necesita ayuda con algo.

¿Existe relación (comorbilidad) con otros trastornos mentales?

La comorbilidad entre el TCA y otros trastornos suele ser bastante frecuente. Puede ir desde trastornos de la personalidad, a trastornos asociados con la ansiedad, depresión o abuso y dependencia de sustancia. También es frecuente encontrarnos conductas autolíticas (aunque en sí las purgas ya son conductas autolíticas) e intentos de suicidio. Por último, puede existir cierta relación con trastornos orgánicos como la diabetes mellitus o el SIBO.

Justo la vuelta de verano es una época en las que los casos repuntan ¿Por qué se da esta situación?

Empezar el verano puede ser un momento de mucho estrés para estos pacientes en primer lugar por la exposición al cuerpo que encontramos. Esto provoca que las personas estén observando todo el tiempo su cuerpo y comparándolo con el de los demás. Por otra parte, el hecho de que llegue el verano está directamente asociado a la terrible “operación bikini”. Este momento precipita muchos TCA y para aquellos pacientes que se están recuperando pueden tener la tendencia en recaer en viejas costumbres. Por último, los horarios y el tipo de comida que se consume en verano y en concreto en las vacaciones varía mucho más, por lo que muchos pacientes pueden tener sensación de pérdida de control.

¿Cómo se debe tratar esta enfermedad?

Los TCA al ser multifactoriales, se deben trata desde distintos aspectos, por un lado, el tratamiento psicológico acompañado por un nutricionista para trabajar tantas distorsiones cognitivas junto con mitos en torno a la comida. Por otro lado, el seguimiento médico es indispensable pues pueden existir carencias orgánicas. Por último, en estos trastornos puede ser muy importante pertenecer a grupos de intervención y en el caso de los padres a grupos de apoyo.

¿Consejos para la familia?

En primer lugar, siempre pedirles que intenten mantener la calma y escuchar a la persona que esta sufriendo, sin enfadarse, puesto que si eso pasa es posible que deje de contar las cosas y es lo peor que puede pasar.

Ofrecerle desde el primer minuto ayuda en lo que necesite y aunque no compartamos u entendamos por lo que esta pasando simplemente escucharle y ofrecer todo lo que este en nuestra mano. Sobre todo, al inicio se exige mucho de las familias para que ayuden a la persona a alimentarse y a parar las obsesiones por lo que es importante que tengan paciencia y aprendan a gestionar bien sus emociones.

Buscar ayuda psicológica ayudara a aprender a gestionar cada una de las etapas por las que vamos a pasar.

Instituto Psicológico Cláritas

El Instituto Psicológico Cláritas ofrece un servicio integral de tratamientos psicológicos, a través de un equipo de profesionales cualificados, supervisados y en continua formación. Para adultos, niños, jóvenes, parejas y familias. En clínica, on-line y a domicilio.

 

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