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Salud y Bienestar

Día Internacional Contra el Acoso Escolar: Cómo prevenir, detectar y afrontar el bullying

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Claves para identificar si tu hijo sufre bullying
Cómo prevenir, detectar y afrontar el bullying

Cómo  podemos prevenir, detectar y afrontar el bullying

¿Cómo  podemos ayudar a los niños con problemas de bullying?

El acoso escolar, más conocido como bullying, es un tema de máxima actualidad. Lo que antes se tomaba como algo normal, ahora preocupa en profundidad a profesores y padres, y no sin razón, ya que, según expone Internacional Bullying Sin Fronteras, 7 de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de acoso y ciberacoso en nuestro país. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) detectó, entre enero de 2021 y febrero de 2022, 11.229 casos graves de bullying, situando a España como uno de los países europeos con más incidencia.

Datos alarmantes para un problema que cada vez tiene un mayor alcance entre los menores. Por suerte, también la sociedad está cada vez más concienciada y lucha por acabar con este acoso.

Cómo detectar el bullying:

Que un niño sufra acoso escolar puede tener consecuencias muy graves tales como depresión, violencia, drogas e, incluso, suicidio. Como padres, debéis de estar pendientes del joven y del comportamiento de este.

“Para prevenir es necesario educar en la no violencia y procurar consolidar el lazo de comunicación con nuestros hijos. Es un trabajo paulatino que empieza en casa y se fortalece en las aulas” explica Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools. “Las escuelas son uno de los principales espacios de socialización, donde no solo se va a adquirir conocimientos, sino a aprender a convivir y a respetarnos”, añade la psicóloga.

Como padres, las claves básicas en las que os debéis fijar son las siguientes:

  • El niño de repente evita la escuela, ciertos lugares y gentes. Los sitios a los que antes iba contento, ahora no le gustan y se siente incómodo.
  • Se hace el enfermo con frecuencia para no tener que enfrentarse a las situaciones a las que teme.
  • Su personalidad cambia, cada vez es más retraído y pasivo. Aunque puede darse una situación contraria y que cada vez sea más activo y agresivo.
  • No controla su cuerpo y pierde o rompe objetos constantemente. No está centrado.
  • Está muy triste y llora de manera más habitual.
  • Se le pueden percibir contusiones o lesiones, que él intentará ocultar.
  • Sus calificaciones han bajado notablemente en la última época, no rinde de la misma manera.
  • Cambios importantes en su comportamiento: a la hora de dormir, la comida, pasa mucho tiempo a solas o maltrato a los hermanos.

Desde Brains International Schools nos ofrecen 5 consejos para prevenir el acoso escolar:

  1. Comunicar o solidarizarse con la víctima ante un acto violento
  2. Estar alerta ante cualquier cambio de conducta
  3. Incentivar una buena comunicación
  4. Trabajar para que tenga una buena autoestima
  5. Enseñarle a resolver problemas por sí mismo

Tipos de bullying:

Los acosadores normalmente eligen a sus víctimas de entre los menos populares, los que pasan desapercibidos. Suelen ser niños inteligentes, a los que los acosadores atacan por sentirse menores a ellos y usan su fuerza para creerse así superiores.

Los tipos más usuales de bullying son el físico, el verbal, el psicológico y el social. El primero implica la fuerza física, las patadas, los mordiscos o los empujones y suele darse de manera más constante en primaria que en secundaria. El maltrato verbal es el más habitual, los acosadores ponen motes a las víctimas, resaltan sus defectos físicos, cuelgan fotos de ellos en situaciones “ridículas” en las redes sociales, etc. El acoso psicológico tiene como fin anular la personalidad del otro y fomentar su miedo. Y por último, el social pretende aislar a la víctima del resto del grupo y de sus compañeros.

Cómo enfrentarse al bullying:

Cuando se ha detectado que el niño sufre maltrato escolar hay que seguir una regla de pautas para evitar que éste aumente. Lo primero que se debe hacer como padres, es sentarse a hablar con el niño y lograr que éste confíe en ti. Será una situación difícil, ya que estará retraído y creerá que decirlo hará que esto aumente, preferirá permanecer en silencio. Por ello, hay que tener mucho cuidado y racionar las conversaciones, intentar “sacarle” la información poco a poco para que él no se agobie y siempre dejar que se el propio menor el que guíe la conversación y vaya contando los problemas a su ritmo, cuando esté preparado para enfrentarse a ellos. Y hay que decirle que es un problema aislado, que acabará y que tiene solución, darle esperanza.

Lo primero de lo que hay que enterarse es de las preguntas que se conocen como las 5W: ¿Por quién sufre el bullying?, ¿qué tipo de acoso recibe?, ¿dónde se producen los altercados?, ¿cuándo son, a qué hora?, ¿Por qué piensa tu hijo que lo sufre?

Es importante no ocultar el problema a los demás, no hacer sentir al niño vergüenza por lo que sucede. La familia y los amigos son una de las claves para que sea capaz de enfrentarse al maltrato, por lo que es necesario que se comparta el tema y entre todos intentar llegar a una solución.

Cuando un joven sufre acoso escolar sus sentimientos son de ira, violencia, tristeza y venganza y suele transmitirlo en su entorno. No hay que dejar que el niño focalice su rabia consigo mismo o hacia los demás, hay que intentar que lo deseche a través del arte, el deporte o la respiración.

Trabajar con el colegio:

Es muy importante que el colegio y la familia luchen en conjunto contra este hecho. Así, desde el momento en el que se intuye el problema, hay que concertar una reunión con los responsables del centro.

Hay que tener cuidado con cómo se hace, ya que el menor puede ser reacio a esta opción. Para él, el profesor es el “contrario”, una persona que puede hacer que el asunto vaya a peor por considerarlo un “chivatazo”. Hay que explicarle que es necesario, que el profesor está ahí para ayudarnos en todo y que la única manera de salir de este maltrato es trabajar todos juntos.

 

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¿Cuáles son los síntomas de un infarto?

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sintomas infarto

Los síntomas de un infarto son variados. El ataque cardíaco se produce cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón. Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias). Los depósitos de grasa que contienen colesterol se llaman placas.

El proceso de acumulación de placas se llama ateroesclerosis.

A veces, una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo de sangre. La interrupción del flujo de sangre puede dañar o destruir una parte del músculo cardíaco.

El ataque cardíaco también se conoce como infarto de miocardio.

Si se produce un ataque cardíaco, es necesario recibir tratamiento de inmediato a fin de evitar la muerte. Llama al 911 o busca atención médica de emergencia si crees que estás teniendo un ataque cardíaco.

Síntomas de un infarto

Los síntomas de un ataque cardíaco varían. En algunas personas, estos síntomas son leves. Otras personas tienen síntomas graves. Algunas personas no presentan síntomas.

Los síntomas frecuentes de un ataque cardíaco incluyen:

  • Dolor en el pecho que puede sentirse como presión, opresión, dolor, o sensación opresiva o de dolor.
  • Dolor o molestias que se propagan al hombro, al brazo, a la espalda, al cuello, a la mandíbula, a los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
  • Sudor frío.
  • Fatiga.
  • Acidez estomacal o indigestión.
  • Aturdimiento o mareos repentinos.
  • Náusea.
  • Falta de aire.

Las mujeres pueden tener síntomas atípicos, como dolor punzante o breve en el cuello, el brazo o la espalda. A veces, el primer síntoma de un ataque cardíaco es un paro cardíaco repentino.

Algunos ataques cardíacos se producen de repente, pero muchas personas tienen signos y síntomas de advertencia horas, días o semanas antes. El dolor en el pecho o la presión (angina) que persiste y no desaparece con el descanso puede ser un signo de alarma temprano. La angina de pecho es el resultado de un descenso temporal del flujo sanguíneo hacia el corazón.

Cuándo debes consultar con un médico

Busca ayuda de inmediato si crees que estás teniendo un ataque cardíaco. Adopta las siguientes medidas:

  • Llama a emergencias. Si crees que estás teniendo un ataque cardíaco, llama inmediatamente al 911 o al número de emergencia local. Si no tienes acceso a servicios médicos de urgencia, pídele a alguien que te lleve al hospital más cercano. Conduce solamente si no queda otra opción.
  • Toma nitroglicerina si te la recetó el proveedor de atención médica. Tómala según las instrucciones mientras esperas la ayuda de emergencia.
  • Toma aspirina, si el médico lo recomienda. El consumo de aspirina durante un ataque cardíaco podría reducir el daño cardíaco al evitar que la sangre forme coágulos.La aspirina puede interactuar con otros medicamentos, así que no la tomes a menos que el proveedor de atención médica o el personal médico de emergencia te lo indiquen. No retrases la llamada al 911 para tomar aspirina. Llama primero al número de emergencias.

Qué hacer si ves que una persona podría estar teniendo un infarto

Si una persona está inconsciente y piensas que está teniendo un ataque cardíaco, primero llama al 911 o al número local de emergencias. Luego, verifica si la persona está respirando y si tiene pulso. Si la persona no respira o no le encuentras pulso, comienza a realizarle reanimación cardiopulmonar (RCP).

  • Si no has recibido capacitación para la reanimación cardiopulmonar, realiza la reanimación solamente con las manos. Es decir, presiona el pecho de la persona con firmeza y rapidez (entre 100 y 120 compresiones por minuto).
  • Si has recibido capacitación para la reanimación cardiopulmonar y te sientes seguro de poder hacerlo, comienza con 30 compresiones en el pecho antes de hacer dos respiraciones de rescate.

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