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Sucesos

Condenado un hombre a 70 años de cárcel por degollar a su pareja e intentar matar a sus dos hijos menores en Benicàssim

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(EUROPA PRESS)-La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a 70 años de prisión por degollar a su pareja e intentar matar a sus dos hijos menores en el domicilio familiar de Benicàssim.

La sentencia, que se ha dictado tras reconocer el procesado la autoría de los hechos y suscribir todas las partes el escrito de acusación del fiscal, condena al acusado a 20 años de prisión por un delito de asesinato y a 50 años más por dos delitos de asesinato en grado de tentativa. Así mismo, le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros o comunicarse con los menores por un periodo de 30 años superior a la pena de prisión.

Además, la Sala impone al procesado la medida de libertad vigilada durante diez años, y establece que la clasificación a tercer grado penitenciario no se podrá realizar antes del cumplimiento de la mitad de la pena impuesta.

En concepto de responsabilidad civil, el acusado deberá abonar 233.620 euros al niño y 221.176 euros a la niña por la muerte de su progenitora, las lesiones y secuelas físicas y psíquicas, así como 40.000 euros a los tres hermanos de la víctima, además de la cantidad que se determine a la Generalitat Valenciana por la asistencia sanitaria prestada a los menores.

Según la sentencia, hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, la relación del acusado con su pareja durante al menos los dos últimos años se había deteriorado, de tal forma que la mujer, durante la primavera de 2016, decidió iniciar un proceso de ruptura con el procesado y le anunció que deseaba separarse de él.

«CELOSO Y POSESIVO»
Esto no fue bien aceptado por el acusado que, «extremadamente celoso y posesivo», controlaba y vigilaba todas sus amistades, llamadas telefónicas y movimientos, impidiendo que pudiera tomar decisiones por sí misma, entre ellas, poder trabajar para independizarse de él.

La noche del 19 de julio de 2016, la mujer se acostó en el colchón que había instalado en el salón de la vivienda como consecuencia de que el procesado le negara el acceso a la cama de matrimonio y lo hizo con su hija menor. Sobre las 7 horas del día 20 de julio la mujer se levantó para prepararse con el fin de acudir con su hija a la playa a unas clases de zumba.

Cuando la víctima se encontraba en el dormitorio principal, sentada en la cama, fue sorprendida por la espalda por el procesado quien, con la intención de acabar con su vida, agarró a su pareja por el pelo con una mano y le colocó en el cuello un cuchillo afilado, con el que le hizo dos cortes superficiales de tanteo.

A continuación, «de forma rápida e imprimiendo gran fuerza», el procesado degolló a su compañera provocándole un corte horizontal en el cuello tan profundo que afectó al cuerpo vertebral de la cuarta vértebra cervical y le ocasionó de forma inmediata la muerte por shock hipovolémico.

Los dos hijos del acusado se despertaron y acudieron a la puerta del dormitorio principal que se encontraba cerrada, de donde salió su padre, quien les obligó a volver a acostarse y les dijo que no pasaba nada, lo que así hicieron ambos en la confianza que su padre les inspiraba y desconocedores del «macabro» plan que el acusado había iniciado con su madre.

La menor, de 10 años, volvió al comedor donde se quedó adormilada de nuevo sobre el colchón. En ese momento el procesado, «continuando con su pérfido plan y con la intención de acabar con su vida», se dirigió a su hija, «totalmente desprevenida», y le propinó un corte con un cuchillo afilado en el cuello para, a continuación, taparle la cabeza con una almohada, en la creencia de que la niña había fallecido.

GOLPEÓ LA CABEZA DEL MENOR CONTRA EL SUELO

Por su parte, el menor, de 13 años, regresó a su habitación y vio entrar a su padre empuñando un cuchillo hacia él, con el que le atacó y le gritó que así aprenderían a respetarle, mientras el niño trataba de esquivarle moviéndose por la habitación. El menor logró salir de la habitación y acudió al salón comedor, donde su padre le persiguió lanzándole cuchilladas, por lo que el niño cayó al suelo y el procesado se colocó encima de él y comenzó a golpear su cabeza contra el suelo.

El menor golpeó con la pierna a su hermana, quien yacía en el colchón del comedor, y provocó que esta recuperara la conciencia. Ante los gritos de socorro de los dos menores, el procesado detuvo su ataque y los dos hermanos salieron del salón, el menor arrastrándose debido a sus múltiples y graves heridas, y se refugiaron ambos en el cuarto de baño, desde donde suplicaron a su padre que llamara a una ambulancia, quien, tras recostarse en el sofá, efectuó una llamada al 112 a las 7.53 horas, solicitando ambulancias.

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Sucesos

A prisión el exconvicto detenido por el asesinato del hotelero de Bocairent, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

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Desaparecido empresario Bocairent

Antonio C. B. niega los hechos, pero las pruebas apuntan a él como autor del crimen de Enrique G. P., de 77 años, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

El Juzgado de Instrucción nº 4 de Ontinyent, en funciones de guardia, ha ordenado este domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Antonio C. B., exconvicto por homicidio, tras su detención como presunto autor del asesinato del empresario hotelero Enrique G. P., desaparecido desde finales de mayo en Bocairent (Valencia).


Pruebas clave y antecedentes del sospechoso

Antonio C. B., de 42 años y natural de Ontinyent, fue arrestado el viernes en una caseta propiedad de sus padres, donde residía desde hacía años. El arresto se produjo tras la llegada de resultados forenses que confirmaban la presencia de ADN y restos de sangre compatibles con la víctima, tanto en el hotel rural San Isidro —propiedad del desaparecido— como en uno de sus vehículos.

El detenido tiene un historial criminal relevante: fue condenado en 2008 a 10 años de prisión por el asesinato de un joven empresario en Muro (el Comtat), crimen cometido mientras ambos consumían alcohol y veían pornografía. Cumplió íntegramente la condena.


Un crimen en el hotel rural San Isidro

La desaparición del empresario Enrique G. P., de 77 años, fue denunciada por su hija el 31 de mayo. Desde entonces, la Guardia Civil ha centrado sus investigaciones en el hotel rural San Isidro, cerrado desde hace dos años, donde Enrique pasaba tiempo para evitar su ocupación ilegal.

El 4 de mayo, Enrique sorprendió a un okupa en el hotel. Su coche, un Opel Astra, fue robado esa misma jornada y continúa desaparecido. Las primeras sospechas recayeron sobre Antonio C. B., quien había trabajado anteriormente como camarero y encargado de mantenimiento en el establecimiento.


Sangre, ADN y desaparición: pruebas del crimen

Durante el registro del hotel, los agentes hallaron restos de sangre en una pared y en un sofá del salón, así como las gafas personales y el teléfono móvil del hotelero, que estaba apagado, impidiendo su geolocalización.

Días después, apareció un Volkswagen Golf azul oscuro, segundo coche de la víctima, cerrado y aparcado en Bocairent. En su maletero se hallaron salpicaduras de sangre que están siendo analizadas. Todo apunta a que en ese vehículo pudo ser transportado el cuerpo de Enrique tras el crimen.


Detención y negativa a colaborar

Antonio C. B. fue interrogado por el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil pero se negó a declarar ante los agentes, y este domingo solo respondió a las preguntas de su abogado, negando cualquier implicación y afirmando desconocer el paradero de Enrique, pese a los indicios abrumadores en su contra.

Durante su traslado a la prisión de Picassent, mostró una actitud violenta: intentó agredir, insultó y amenazó a un reportero gráfico. Su comportamiento ha sido descrito por fuentes cercanas como «chulesco y desafiante», sin mostrar señales de arrepentimiento ni intención de cooperar.


Un rompecabezas sin resolver: ¿dónde está el cuerpo?

La localización del cadáver de Enrique G. P. es ahora la máxima prioridad para la Guardia Civil. El silencio del detenido mantiene en vilo a la familia, que esperaba una confesión. Su viuda e hijos siguen sin respuestas, a la espera de poder recuperar el cuerpo para despedirse.

Todo apunta a que Enrique fue asesinado el 28 de mayo a primera hora, y su cadáver trasladado en el maletero del Golf. El coche fue visto circulando de forma temeraria en Banyeres, pero la Policía Local no logró interceptarlo.

 

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