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Salud y Bienestar

Cuándo es el mejor momento del día para tomar vitaminas

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carencia vitaminas 40 años
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El momento del día para tomar vitaminas puede variar según el tipo de vitamina y tus preferencias personales. Te ofrecemos algunas pautas generales para tomar vitaminas.

Cuándo es el mejor momento del día para tomar vitaminas

  1. Con Comida:

    • Muchas vitaminas liposolubles (A, D, E, y K) se absorben mejor cuando se toman con alimentos, ya que se disuelven en grasas y aceites. Tomarlas con una comida que contenga grasas saludables puede mejorar su absorción.
  2. Por la Mañana:
    • Algunas personas prefieren tomar sus vitaminas por la mañana para empezar el día con un impulso de energía y asegurarse de que no se les olvide. Esto es especialmente cierto para las vitaminas B, que pueden ayudar a aumentar la energía.
  3. Por la Noche:

    • Otras personas prefieren tomar vitaminas por la noche antes de acostarse. Esto puede ser una buena opción si notas que las vitaminas te causan malestar estomacal, ya que puedes evitar los problemas digestivos mientras duermes.
  4. A lo Largo del Día:

    • Si tomas múltiples suplementos, dividir las dosis a lo largo del día puede ser una forma efectiva de absorber mejor las vitaminas y minerales. Por ejemplo, puedes tomar algunas por la mañana y otras con el almuerzo o la cena.
  5. Según las Indicaciones del Envase:
    • En muchos casos, las instrucciones del producto especificarán la mejor manera de tomar las vitaminas. Sigue las recomendaciones del fabricante.
  6. Con Agua:
    • Siempre es recomendable tomar las vitaminas con un vaso de agua para ayudar a que el cuerpo las absorba de manera efectiva.
  7. Consultar a un Profesional de la Salud:

    • Siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud, como un médico o un dietista, para obtener orientación personalizada sobre cuándo y cómo tomar suplementos vitamínicos, especialmente si tienes necesidades dietéticas específicas o condiciones médicas.

Recuerda que el exceso de vitaminas y minerales puede ser perjudicial para la salud, por lo que no debes exceder las dosis recomendadas. Siempre es importante hablar con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar suplementos, ya que algunas personas pueden obtener todas las vitaminas y minerales que necesitan a través de una dieta equilibrada.

¿Cuáles son las vitaminas que más se consumen?

Las vitaminas más consumidas varían según la población y las necesidades individuales, pero hay ciertas vitaminas que generalmente son más comunes en la dieta diaria o a través de suplementos. Aquí están las vitaminas más consumidas:

  1. Vitamina C (Ácido Ascórbico): La vitamina C es conocida por su papel en el fortalecimiento del sistema inmunológico y en la formación de colágeno. Se encuentra en frutas cítricas, fresas, pimientos, brócoli y kiwis.
  2. Vitamina D: La vitamina D es importante para la salud ósea y la regulación del calcio en el cuerpo. Se puede obtener a través de la exposición al sol y se encuentra en alimentos como pescado graso, huevos y productos lácteos.
  3. Vitamina B12 (Cobalamina): La vitamina B12 es esencial para la formación de glóbulos rojos y la función del sistema nervioso. Se encuentra en alimentos de origen animal, como carne, pescado, huevos y lácteos.
  4. Vitamina B9 (Ácido Fólico): El ácido fólico es importante para el desarrollo fetal y la producción de ADN. Se encuentra en alimentos como legumbres, espinacas, brócoli y productos fortificados.
  5. Vitamina A: La vitamina A es esencial para la visión, la salud de la piel y la función inmunológica. Se encuentra en alimentos como zanahorias, batatas, espinacas y huevo.
  6. Vitamina E (Tocoferol): La vitamina E actúa como antioxidante y ayuda a proteger las células del daño oxidativo. Se encuentra en alimentos como frutos secos, semillas y aceites vegetales.
  7. Vitamina K: La vitamina K es importante para la coagulación sanguínea y la salud de los huesos. Se encuentra en alimentos como espinacas, brócoli, col rizada y aceites vegetales.
  8. Vitamina B6 (Piridoxina): La vitamina B6 es esencial para la función del cerebro y del sistema nervioso, así como para la formación de hemoglobina. Se encuentra en alimentos como plátanos, pollo, pescado y legumbres.
  9. Vitamina B2 (Riboflavina): La riboflavina es importante para el metabolismo de las grasas, proteínas y carbohidratos. Se encuentra en alimentos como lácteos, carnes magras y huevos.
  10. Vitamina B3 (Niacina): La niacina es esencial para la salud de la piel y la función del sistema nervioso. Se encuentra en alimentos como carnes magras, pescado, nueces y legumbres.

Es importante obtener estas vitaminas a través de una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos. En algunos casos, las personas pueden necesitar suplementos vitamínicos si tienen deficiencias o requisitos dietéticos específicos. Consultar a un profesional de la salud o un dietista puede ayudarte a determinar si necesitas suplementos y cuáles son los adecuados para ti.

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Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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