Síguenos

Salud y Bienestar

El diagnóstico precoz del cáncer de piel aumenta un 80 % su tasa de curación

Publicado

en

(EFE).- El diagnóstico precoz del cáncer de piel aumenta un 80 % su tasa de curación, según ha recordado el equipo de dermatólogos de Quirónsalud Valencia y Torrevieja con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que se celebra el próximo domingo 13 de junio.

Además, han realizado un llamamiento a la concienciación contra esta patología que avanza en España, ya que cada año se diagnostican más de 6.000 casos de melanoma y unos 78.000 de cáncer de piel cutáneo no melanoma.

El jefe del servicio de dermatología de Quirónsalud Valencia y de Instituto Médico Ricart, José María Ricart, ha explicado que pese a que la incidencia del melanoma es menor que los cánceres cutáneos no melanoma, «es el tumor más extendido y el cáncer de piel con peor pronóstico».

No obstante, ha comentado que si se detecta de forma precoz existe un grado mayor de probabilidad de curarlo, además de recordar que la exposición «continuada y desmedida» a la radiación ultravioleta del sol es la principal causa del cáncer de piel.

Uno de los tumores malignos más frecuentes es el carcinoma de células escamosas o carcinoma epidermoide, lesión que deriva de los queratinocitos (las células de nuestra epidermis) y se produce como consecuencia de mutaciones del ADN de dichas células a lo largo de la vida del paciente.

Este tumor, según el dermatólogo de Quirónsalud Torrevieja, José Carlos Pascual, puede extenderse hacia ganglios linfáticos regionales, aunque su pronóstico «es bueno siempre que se detecte en fase temprana”.

Este tipo de cáncer de piel se caracteriza por la aparición de tumores-bultos- que crecen de forma exofítica, es decir, hacia fuera de la piel, con tendencia al sangrado espontáneo y de forma relativamente rápida, en semanas o meses.

El tratamiento en este tipo de tumores es su extirpación con los márgenes del tejido circundante adecuado, cirugía con buen pronóstico y «pocas complicaciones», aunque para casos más agresivos, los pacientes deben someterse a «radioterapia, quimioterapia, y más reciente, la inmunoterapia”, ha señalado Pascual.

Ricart ha insistido en que la fotoprotección es la herramienta más útil para prevenir esta enfermedad que no solo afecta a personas mayores, ya que la práctica de deporte al aire libre «sin hacer uso de la protección adecuada» ha incrementado las consultas de pacientes más jóvenes que presentan lesiones cutáneas.

Ha puntualizado el «ABCDE» de los lunares o manchas atípicas en la piel, entre los que se encuentran la asimetría, en la que la mitad de un lunar se ve diferente de la otra; los bordes irregulares, mal definidos o borrosos; el color, ya que los lunares particularmente oscuros o multicolores pueden conllevar riesgos, mientras que los negros «aumentan la sospecha».

Además, el diámetro y la evolución son otros dos de los aspectos a tener en cuenta, ya que son indicadores de riesgo de padecer lesiones cancerígenas.

Asimismo, la visita al dermatólogo para los especialistas es «vital» en caso de notar cualquier alteración en los lunares o en la piel, revisión que debe incluirse en el chequeo médico anual en el que se realiza una dermatoscopia digital que revela el estado de los lunares y permite detectar a tiempo la existencia de nuevas lesiones.

El hospital Quironsalud de Valencia es pionero en el abordaje del cáncer cutáneo mediante cirugía micrográfica de Mohs, técnica que permite extirpar tumores cutáneos y analizar de forma inmediata el alcance de la lesión, evitando la destrucción del tejido sano, lo que permite conseguir un alto porcentaje de curación.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

Publicado

en

chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

Continuar leyendo