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Cultura

El misterio del fantasma de «La Cigüeña»

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El fantasma de La Cigüeña

Una mujer joven sube escaleras y atraviesa salas vacías buscando a un niño que llora. Vestida con un camisón rosa con lazos en ambos hombros, recorre por la noche los pasillos tras el llanto de un niño. Poco antes del amanecer, en la sala de incubadoras termina su recorrido.

En el paseo de la Alameda, en el número 16, se encuentra uno de los edificios más populares de Valencia. La que hoy día es sede de la Conselleria de Transparencia fue en el pasado una clínica de maternidad por cuyo nombre todavía es conocido el lugar, «La Cigüeña».

El fantasma de La Cigüeña

Sus muros esconden una de las leyendas más conocidas y escalofriantes de la ciudad. Una historia que todos en alguna ocasión hemos escuchado, la de esa mujer a la que se conoce como la Dama de Rosa.

Pero, ¿estamos ante una leyenda urbana o hay algo más? Algunos testigos dan buena fe y explican que en aquel lugar suceden hechos inexplicables. Cuentan aquellos que trabajaron allí que por las noches se oía el llanto lejano de un niño y la imagen de una silueta recorría las estancias.

Pero sin duda el relato más aterrador es el de un vigilante de seguridad, relato del que se hicieron eco los medios de comunicación a principios de la década de los 90 del siglo pasado.

El testimonio del guardia de seguridad

José Antonio C., trabajaba por aquel entonces como guardia de seguridad cuando según cuenta su versión el 12 de marzo, tras varias noches en el que notaba unas extrañas presencias en los pasillos del edificio, mientras comprobaba en la tercera planta que todo estaba en orden sintió que algo o alguien se le echaba encima.

Él estaba acostumbrado a recorrer el edificio cada noche, a oscuras, alumbrándose con su linterna, asegurándose de que las ventanas estuvieran cerradas, que ningún aparato se hubiera quedado encendido. Pero lo que vivió aquella noche no lo había experimentado nunca. Esa sensación le sucedió dos veces más, y cuando todavía no se había recuperado del susto, escuchó el ruido del ascensor que se ponía en marcha y se detenía justo frente a él en la recepción. Al abrirse la puerta no había nadie dentro.

El vigilante no pudo más y salió corriendo del del edificio y allí se quedó esperando al siguiente compañero cuando ya se había hecho de día.

Pero tras la luz del día, volvió la noche y el vigilante debía volver a su lugar de trabajo muy a su pesar. Su pesadilla no había hecho más que comenzar ya que en mitad de su ronda escuchó unos golpes que parecían ser hechos por alguna persona en la tercera o cuarta planta.

Los ruidos eran fuertes, como reclamando la atención del guardia. Pero éste no subió y trató de pensar en otra cosa para no caer presa del pánico.

Asustado volvía cada noche al edificio cuando un día, después de terminar la ronda, se volvieron escuchar los golpes esta vez acompañados por los llantos de un niño.

Casi sin tiempo de asimilar lo que estaba oyendo, por las escaleras comenzó a descender una sombra con forma humana que se dirigía hacia él.

Según su relato aquello «era como una nube muy concentrada y era una cosa inteligente”.

Fenómenos extraños en La Cigüeña

Pero José Antonio no fue el único que presenció aquellos fenómenos extraños como pudo comprobar días más tarde, cuando su compañero de mantenimiento le relató que a él también le había pasado algo así: Una noche, cuando ya había terminado su trabajo se quedó un rato entretenido montando una pequeña maqueta de avión cuando el sonido de unos tacones en el piso superior llamaron su atención. Pensando que alguien se había quedado en el edificio subió pero allí no había nadie.

La sorpresa se la llevó cuando al bajar vio que las piezas de la maqueta estaban en otro lado. ¿Quién las había movido?

Muchos otros vigilantes también afirmaron haber visto o escuchado esos lamentos y aquella sombra cuando José Antonio se despidió de su trabajo debido a aquellos sucesos.

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¿Quién es la Dama de Rosa?

El fantasma de la mujer vestida de rosa se llama Lourdes. Eso es lo que publicaron algunos medios. Pero, ¿quién era esa persona? Según se supo a través de varios informes en la época en la que La Cigüeña era clínica de Maternidad, solamente dos mujeres murieron y una de esas llegó a dar a luz al niño, aunque finalmente madre e hijo murieron con pocas horas de diferencia.

Se trataba de la esposa de un médico y se llamaba Lourdes. Era una chica joven y ese era su primer hijo. La tragedia quiso que ambos fallecieran. ¿Es esta la presencia que cada noche vaga por los pasillos de «La Cigüeña»?

Otra teoría apunta a los casos de niños robado en la década de los 70, y se piensa que se trata de una de esas madres a las que le arrebataron a su recién nacido haciéndoles creer que había nacido muerto.

Leyenda o realidad, el edificio de La Cigüeña guarda en el interior de sus muros la verdad de este misterio.

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Cultura

¿Sabes cuál es el patrimonio de la ciudad de Valencia en millones de euros?

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patrimonio ciudad de Valencia
¿Sabes cuál es el patrimonio de la ciudad de Valencia?-Foto: VISIT VALENCIA

A más de 3.700 millones de euros asciende el importe total del patrimonio municipal de la ciudad de Valencia. Concretamente: 3.700.293.921,35 €. La Comisión de Patrimonio ha dado el visto bueno este martes al Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación a fecha 31 de diciembre de 2022, que será aprobado definitivamente en la próxima sesión plenaria del mes de mayo. Se trata de una fotografía detallada del patrimonio que atesora el Ayuntamiento de Valencia, desde monumentos y edificios de un valor incalculable como las Torres de Serrans, la Llotja de la Seda o las Torres de Quart, por ejemplo, hasta parajes como la Dehesa y el real lago de l’Albufera, la colección de pesas y medidas donadas por el conde de Trénor, los Silos de Burjassot o la ermita de Sant Jordi en el término de El Puig.

El inventario municipal es un documento vivo que sufre cambios a través de las altas, las bajas o las modificaciones de los bienes. Tal como marca el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, el Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022. Para ello, el Servicio de Patrimonio cuenta con una potente aplicación informática: SIGESPA. El Sistema de Gestión Patrimonial se implantó en 1997 y permite instruir con celeridad y eficacia todos los expedientes administrativos vinculados con las variaciones del inventario. Hay que tener en cuenta que los 4.382 bienes inmuebles municipales suponen aproximadamente el 94,32% del valor total de patrimonio del Ayuntamiento de València.

El inventario municipal está distribuido en ocho epígrafes. Los más destacados son los que se corresponden con los inmuebles, los muebles históricos o de considerable valor económico, los vehículos y los 18 caballos de la Policía Local.

Bienes inmuebles

El listado de los bienes inmuebles municipales está encabezado por la Llotja de la Seda, las Torres de Serrans y las de Quart, la Casa Consistorial, el Cementerio General y la Dehesa del Saler. En este apartado se incluyen también parques urbanos, jardines, edificios públicos, mercados, cementerios, fuentes y todo tipo de parcelas municipales. El valor global a 31 de diciembre de 2022 supera los 3.490 millones de euros.

Aunque la legislación actual obliga a indicar “el valor que correspondería en venta al inmueble” es evidente que los monumentos históricos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) son edificios únicos e insustituibles, están fuera de mercado y no se pueden poner a la venta. Así sucede, por ejemplo, con la Llotja de la Seda y las Torres de Serrans y de Quart, que fueron declarados “monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional” por el gobierno español en junio de 1931.

Entre los parajes que figuran en el inventario destacan, sin duda, las 778 hectáreas del monte de la Dehesa del Saler y las 2.964 hectáreas del real lago de l’Albufera. Desde el punto de vista medioambiental e histórico tienen un valor, literalmente, incalculable.

Inventario municipal de 1925

El primer inventario municipal elaborado por el Ayuntamiento data del 31 de diciembre de 1925, en la época de Luis Oliag como alcalde de la ciudad. El valor del patrimonio municipal de hace un siglo era de poco más de 38 millones de pesetas. Para hacerse una idea del coste de la vida en 1925, una consulta a la prensa valenciana en la Hemeroteca Municipal nos revela que el precio de la entrada de butaca para disfrutar de una zarzuela en el teatro Apolo, en la Nochevieja de 1925, era de tres pesetas.

Los esforzados funcionarios que elaboraron el primer inventario municipal en 1925 se encontraron con muchas dificultades técnicas y lamentaron no haber anotado la colección de cuadros existentes en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer y no haber valorado tampoco la colección conquiliológica municipal, entre otros elementos. Eso sí, le otorgaron un valor económico a inmuebles como la Llotja de la Seda (dos millones de pesetas), Torres de Serranos (500.000 ptas.); Palacio Municipal (450.000 ptas.); Cementerio General (300.000 ptas.); Torres de Quart (200.000 ptas.) o El Almudín (150.000 ptas.).  Se trata, en definitiva, de una muestra del patrimonio municipal de València, tanto histórico como artístico, que no tiene precio para los vecinos y vecinas de la ciudad.

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