Síguenos

Cultura

El Rototom se plantea una edición con 10.000 personas y sin mascarillas

Publicado

en

EFE/Domenech Castelló

Castelló, 24 may (EFE).- El festival Rototom Sunsplash se plantea celebrar su edición de 2021 si se permitiera un aforo de 10.000 personas, sin mascarillas y con la zona de acampada habilitada, aunque estudian también la viabilidad de acoger a unos 5.000 asistentes con reajustes en la programación.

Así lo ha explicado a EFE Filippo Giunta, director del Rototom Sunsplasn, en referencia a las nuevas medidas adoptadas por el Consell en materia de aforo para los espectáculos como los festivales que permiten una asistencia de hasta 4.000 personas.

Unas medidas que serán revisadas dentro de 15 días, pero que, de momento, contemplan la obligatoriedad del uso continuo de la mascarilla, estar sentados y mantener la distancia de seguridad.

Desde el Rototom indican que no se ve viable realizar esta cita -que reunió a más de 200.000 personas entre sus seis días de actividades, cultura y conciertos en 2019- en el caso de que esa obligatoriedad en el uso de la mascarilla se mantengan. La propia naturaleza del festival, que se convierte en espacio de convivencia durante una semana, no se ve compatible con el uso de este elemento de manera permanente.

Hasta la fecha el festival, que está previsto que se celebre del 16 al 22 de agosto, ha confirmado para su programa a figuras como Julian Marley, Morodo, Alborosie, Barrington Levy, Kofee, Natiruts o Inna de Yard. Con estos nombres anunciados -más otros- la dirección del festival explica que se cuenta con un cartel al 50 % de lo que sería una edición normal.

Giunta ha asegurado que «si se confirmaran los 5.000 asistentes se podría añadir poco más al cartel y si fuera 10.000 podrían añadirse 25 % más de artistas y completar el programa».

Si se cumplen estos números de asistentes se reduciría el programa en cuanto a infraestructuras, se contaría con un escenario en lugar de dos -con las actuaciones comenzando por la tarde-, se instalaría un club en lugar de dos, la carpa de actividades culturales sería solo una y las áreas temáticas se verían reducidas o «borradas totalmente».

La programación artística, ha añadido el director, «habría que preservarla, siempre y cuando las medidas sanitarias mundiales permitan a las bandas -que vienen en su mayoría de fuera de Europa- llegar y actuar en España sin problemas».

La dirección del Rototom se plantea también la realización de test de antígenos para sus asistentes en la entrada y se realizarían otros controles en todos los accesos para garantizar la seguridad.

En cualquier caso, desde la dirección seguirán pendientes de la evolución de la pandemia, del ritmo de vacunación y de las restricciones tanto internas como externas respecto a la movilidad.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cultura

El tesoro oculto del caballo del Parterre

Publicado

en

El tesoro oculto del caballo del Parterre

Enero de 1891. El Parterre de la ciudad de València, construido décadas antes, colocaba la estatua ecuestre del Rey Jaume I. Ocupaba en el centro el lugar en el que en un principio debía ir también una gran fuente monumental y que finalmente no se llevó a cabo.

Un jardín que ha llegado a nuestros días después que fuera remodelado tras la riada que arrasó València en 1957.

La imponente obra parece dominar desde lo alto la ciudad del Turia gracias al trabajo de los hermanos escultores Agapito y Venancio Vallmitjana y que fue fundida gracias a 5 cañones y un obús enviados desde Peñíscola junto a 15 toneladas de bronce.

Pero cabe destacar como dato curioso que el caballo sobre el que descansa el rey existió en realidad. Muchos podrían pensar que salió de la imaginación de sus autores.

Pero nada más lejos de la realidad. Ese animal, el que sirvió de modelo y que quedaría inmortalizado para la posteridad pertenecía a un transportista vecino del barrio de Marxalenes llamado Rafael Martí, y que era un antiguo soldado.

Una preciada gorra de soldado miñón

Cuentan que estaba orgulloso de que su bello ejemplar llevara para siempre al monarca y por ese motivo solía acercarse a menudo al taller de los escultores para ver cómo avanzaba la obra.

Dicen que Martí era un hombre orgulloso de su pasado ya que había servido a la patria y conservaba como un tesoro todas sus condecoraciones, medallas, uniformes e incluso su preciada gorra de soldado miñón, una especie de milicia urbana que hacía frente a los delincuentes.

Nunca iba sin su gorra, prenda por la que era conocido por los vecinos.

Y tampoco la olvidó el día que fue a ver como por fin introducían el metal en el molde.

En ese momento presa de la emoción y la alegría lanzó la gorra hacia el cielo para celebrar la finalización de la obra.

Lo que había olvidado era que en el interior de esa gorra guardaba la paga correspondiente por un año de trabajo.

El tesoro oculto del caballo del Parterre

La gorra cayó en el vientre del caballo de bronce y quedó fundida junto al resto para dar forma a la figura ecuestre que hoy podemos contemplar en la Plaza de Alfonso el Magnánimo.

El tesoro del caballo del Parterre del que se habla desde hace siglos forma parte de su piel, una piel fundida con cañones, un obús, bronce y unas mil pesetas que pertenecieron a este soldado, toda una fortuna para aquella época.

El paso de los años hace que en ocasiones realidad y leyenda se mezclen formando historias y mitos como el de Martí y el tesoro del caballo del Rey Jaume I. Historias y mitos que forjan el alma de una ciudad.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo