València, 3 may (EFE).- El Valencia celebrará este jueves veinte años del quinto título de Liga, conseguido en la penúltima jornada de Liga en Málaga (0-2) en un momento de dudas y en el que la imagen del equipo dista mucho de la que ofrecía hace dos décadas.
Ahora, situado a mitad de la tabla sin apenas posibilidades de alcanzar posiciones europeas y sin riesgos de perder la categoría, el Valencia navega por la zona de nadie de la clasificación, una situación muy diferente a la de los primeros años de este siglo, en los que sumó títulos en casi todas las competiciones y doblegó a rivales con mayor presupuesto.
El partido se disputó en el campo de La Rosaleda y el Valencia se proclamaba campeón si ganaba, aunque le quedaba el cartucho de la última jornada, en la que recibía al Betis y al que también ganó.
Aquella tarde, el Valencia formó con Cañizares, Curro Torres, Ayala, Pellegrino (Djukic, m.90); Fabio Aurelio, Rufete, Baraja, Albelda, Vicente, Aimar (Carew, m.80) y Angulo (Mista m.74) y los goles fueron obra de Ayala (m.35) y Fabio Aurelio en el tercer minuto de la prolongación de la primera mitad.
También participaron en encuentros de Liga en aquella temporada Palop. Salva Ballesta, Adrian Ilie, Marchena, Carboni, Serban, Juan Sánchez, Kily González, Angloma. De los Santos, Jandro, David Navarro y Garrido.
El Valencia, entrenado por Rafa Benítez y con Jaume Ortí como presidente, acabó la competición con 75 puntos, siete de ventaja sobre el Deportivo de La Coruña, que fue segundo y para lograrlo solo necesito 51 tantos a favor, aunque el mayor merecimiento fue el de recibir tan solo veintisiete en los 38 encuentros del campeonato.
Aquel encuentro se enmarcó en plena etapa dorada del club de Mestalla, que había ganado la Copa del Rey y la Supercopa de España en 1999, que disputó dos finales sin éxitos en la Liga de Campeones (2000 y 2001), que ganó esta Liga y que en 2004 iba ser de nuevo campeón de Liga, de la Copa de la UEFA, de la Supercopa de Europa y declarado mejor equipo del Mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS).
Se trataba de un equipo muy compacto con un Cañizares a un gran nivel en la portería y con Andrés Palop, que siempre estaba a gran altura cuando le tocaba competir. Defensores como Angloma, Curro Torres, Djukic, Ayala, Pellegrino, Marchena, Fabio Aurelio o Carboni ofrecían una garantía absoluta por delante de una de la medular más importante del fútbol español en aquellos años integrada por Albelda y Baraja.
Junto a ellos, Rufete, Angulo, Kily González, Vicente y en posiciones más avanzadas Aimar o Mista hicieron de aquel Valencia un bloque compacto muy difícil de superar, hasta el punto que levantó el título con tan solo cinco derrotas a lo largo de todo el campeonato.
Justo dos décadas después, el Valencia poco se parece al de aquel momento, aunque se presenta como un equipo intenso, combativo y comprometido, pero sin los argumentos futbolísticos de aquella etapa, una dinámica que se ha constatado desde la Copa del Rey obtenida en 2019.
La actual es la tercera campaña consecutiva en la que el equipo no se acerca a los objetivos que su afición desearía, pero sin que eso suponga, al menos este año, un demérito del equipo que rinde al máximo en cada partido y que si no ofrece más es por cuestiones de calidad, no de implicación, consecuencia todas ellas de la estrategia de la propiedad del club a la hora de confeccionar el equipo.
Alfonso Gil
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