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El Valencia da una alegría a su afición y golea con solvencia al Valladolid (3-0)

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València, 9 may (EFE).- Dos goles de Maxi Gómez, en la última jugada de la primera parte y en la primera de la segunda, y otro de Thierry casi al final dieron al Valencia una victoria clave en su lucha por la permanencia ante un Valladolid que fue superior hasta el descanso y que en la segunda dominó con centros lejanos ante un equipo local que se defendió bien, pero que recibió una goleada excesiva.

La primera mitad estuvo controlada por el Valladolid, cuya apuesta ofensiva creó muchos problemas al Valencia, pero el encuentro llegó a su ecuador con ventaja local al marcar el uruguayo Maxi Gómez el 1-0 a pase de Gayá en el minuto 45, ante un rival que no acompañó su dominio de claridad de cara a puerta.

El 2-0, marcado también por Maxi tras un buen pase de Carlos Soler, llegó en la primera jugada de la segunda mitad, lo que propició un segundo similar al primero, con un Valladolid volcado sobre la meta del Valencia, que trató de ampliar su ventaja al contragolpe ante un rival que mantuvo al dinámica del primer periodo, aunque con la diferencia de la desventaja en el marcador, hasta que casi al final llegó el 3-0, lo que mantiene al equipo castellano inmerso al equipo en la lucha por la permanencia.

El debut de Voro González en el banquillo del Valencia conllevó la presencia de tres centrales (Gabriel Paulista, Hugo Guillamón y Diakhaby) como principal novedad ante un rival que entró en el partido mucho mejor que los locales y que dispuso de una doble ocasión de gol en sendos buenos disparos de Jota y Olaza, que neutralizó Cillessen.

Aunque el encuentro se niveló pasado el minuto diez, el Valladolid ofrecía mejores sensaciones que el Valencia, sobre todo en la profundidad a la hora de acercarse a la meta del conjunto local, ya que las únicas opciones de los valencianistas llegaban al contragolpe.

El conjunto de Sergio González no tardó en recuperar el control del encuentro, con constantes llegadas a la meta de Cillessen y sin dar opción a las contras de los valencianistas. Córners y mucha presencia al borde del área local marcaban con claridad que el Valladolid era el dueño del encuentro.

Cuando a punto estaba el encuentro de llegar sin goles al descanso. una de las pocas aproximaciones del Valencia concluyó con el 1-0 marcado por Maxi Gómez, tras un centro desde la izquierda de Gayà, que llevó al encuentro a su ecuador a favor del equipo que menos fútbol había propuesto.

El Valladolid se marchó al descanso con un castigo excesivo, que se incrementó en la primera jugada de la segunda mitad, cuando un pase en profundidad de Carlos Soler propició que Maxi pusiera el 2-0 en el marcador.

El Valencia había rentabilizado sus opciones y al Valladolid le tocaba mantener el nivel de la primera mitad, aunque con la diferencia de hacerlo con dos goles en contra en lugar de hacerlo con el marcador nivelado.

Tal y como estaba el marcador, el Valladolid debía añadir al buen fútbol del primer periodo una mayor intensidad en su ataque y lo consiguió sobre todo a partir de las entradas de Marco André y Hervías, lo que dio paso a una fase de gran dominio del equipo castellano, con numerosos balones bombeados sobre el área de Cillessen, que la defensa del Valencia neutralizaba con contundencia.

El Valencia se encontró con varias opciones para ampliar la ventaja al contragolpe ante un rival lanzado al ataque, pero las desperdició a pesar de acercarse casi siempre en superioridad a la meta de Masip, hasta que en uno de ellos, casi al final, un centro de Cheryshev acabó en gol tras un buen cabezazo de Thierry Correia, que cerró el encuentro.

Ficha técnica:

3 – Valencia: Cillessen, Thierry, Gabriel Paulista, Hugo Guillamón, Diakhaby, Gayà, Wass (Jason, m.86), Carlos Soler Oliva, m.86), Kang In Lee (Racic. m.65), Guedes (Cheryshev, m.77) y Maxi Gómez (Gameiro, m.77).

0- Valladolid: Masip, Yanko (Kodro, m.71), El Yamiq, Javi Sánchez (Kiko Olivas, m.71), Olaza, Alcaraz (Hervías, m.59), Óscar Plano, Roque Mesa, Míchel (Kike Pérez, m.71), Jota (Marcos Andrés, m.59) y Weissman.

Goles: 1-0, m.45: Maxi Gómez. 2-0, m.47: Maxi Gómez. 3-0, m.89: Thierry

Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). No mostró tarjetas.

Incidencias: partidos de la jornada 35 de Liga, disputado sin público en Mestalla. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exportero del equipo local, Ángel Abelardo, fallecido esta semana.

Alfonso Gil

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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