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Valencia

La Generalitat convocará casi 23.000 plazas de empleo público este año

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La Generalitat convocará casi 23.000 plazas de empleo público este año
El president de la Generalitat, Ximo Puig ,se dirige a la rueda de prensa tras mantener una reunión de trabajo para definir las ofertas de empleo público que aprobará el Consell .EFE/ Biel Aliño

València, 23 may (EFE).- La Generalitat va a convocar este año casi 23.000 plazas de empleo público en lo que constituye una de las mayores ofertas de empleo público que se ha hecho nunca en la Comunitat Valenciana, un proceso que busca acabar con la temporalidad en la Administración pública valenciana y que concluirá en 2024.

Así lo ha anunciado este lunes el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha precisado que el pleno del Consell aprobará este viernes el decreto de convocatoria de una OPE extraordinaria de 22.721 puestos de trabajo, de las que 9.736 corresponderán a Sanidad, 9.152 a Educación y 3.833 a Función pública.

El objetivo es dar «un paso adelante decisivo para el fortalecimiento de la Generalitat», ha explicado Puig tras reunirse con el conseller de Hacienda, Arcadi España, la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, y el director general de Función Pública, David Alonso.

El president ha señalado que durante muchos años no se han convocado oposiciones, lo que ha conllevado que en Educación haya un 25 % de personas interinas, en Sanidad un 30 % y en la Administración general de la Generalitat un 50 %, mientras que la meta es que cuando acabe este proceso el porcentaje de interinidad sea del 8 %.

Acabar con la precariedad en la función pública y estabilizar al personal de la Administración pública redundará en un mayor calidad de los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos en la Comunitat Valenciana, ha afirmado Puig, quien ha precisado que esta OPE extraordinaria se suma a las que ya hay en marcha.

Además, ha destacado que durante los años de gobierno del Botànic ha habido un aumento de 14.000 puestos de trabajo en Sanidad, de 13.000 en Educación y de 3.000 en la Administración pública, a pesar de lo cual la Comunitat Valenciana es de las últimas comunidades autónomas en personal público.

Puig ha indicado que, dentro de esta estabilización «histórica» del personal público de la Generalitat, figuran 1.200 plazas en el sector público instrumental, y ha insistido en que este proceso permitirá poner al servicio de la ciudadanía «los mejores servicios públicos».

La previsión es que antes del 1 de junio se publiquen todas las Ofertas Públicas de Empleo de estabilización, y que a finales de 2022 se convoque el procedimiento, que se desarrollará entre 2023 y 2024.

Por lo que respecta a Sanidad, la oferta pública de empleo extraordinaria incluirá 9.171 plazas por concurso de méritos, 34 por concurso oposición, 39 por turno libre, 43 por promoción interna y 449 de categorías declaradas a extinguir que se ofertarán mediante concurso.

A estas 9.736 plazas se suman las 151 convocadas para este año de manera ordinaria, lo que supone un total de 9.887 plazas destinadas a fortalecer la sanidad pública, según fuentes de la Generalitat.

En Educación, de las 9.152 plazas habrá 7.555 por concurso de méritos y 1.597 por concurso oposición, destinadas a personal docente no universitario: profesores de infantil, primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional.

En Función Pública, la OPE extraordinaria incluye 3.094 plazas de estabilización (de ellas 2.520 por concurso, sin examen, y 574 por concurso-oposición) y 739 plazas de promoción interna, lo que suma un total de 3.833 plazas

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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