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Salud y Bienestar

Ensayan un fármaco para el tratamiento del ictus que reduce la mortalidad

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En el estudio participa el Hospital La Fe de València. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Barcelona/València, 9 feb (OFFICIAL PRESS-EFE).- Un ensayo clínico dirigido por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, en el que también participa La Fe de València, está obteniendo buenos resultados en términos de reducción de mortalidad en ictus isquémico. La administración de un nuevo fármaco en combinación con el habitual tratamiento endovascular ha posibilitado este avance.

Ensayo fármaco adicional

El ictus puede producirse por la hemorragia que genera la rotura de un vaso cerebral o por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe el cerebro. Este último, el isquémico, es el más común al representar el 85% del total de casos.

El ensayo clínico APRIL en fase I ha sido presentado en la Conferencia Internacional de Ictus que está teniendo lugar esta semana en Dallas (Estados Unidos). El fármaco ApTOLL ha sido testado sobre una muestra de 151 pacientes, de 18 a 90 años de edad, de 14 hospitales distribuidos entre España y Francia.

Hospitales integrantes del proyecto

Entre los hospitales participantes cabe destacar: Germans Trias de Badalona (Barcelona), Bellvitge de L’Hospitalet (Barcelona) y Trueta de Girona; los madrileños Hospital de La Princesa, 12 de Octubre y Ramon y Cajal; Complejo Hospitalario Universitario A Coruña, Virgen del Rocío de Sevilla o La Fe de València.

El medicamento, desarrollado por la farmacéutica AptaTargets, posee una función neuroprotectora destinada a bloquear la respuesta inflamatoria que el cuerpo produce tras un ictus. Los resultados muestran que ApTOLL cumplió con todos los criterios de valoración principales de seguridad, el principal objetivo de la primera fase de cualquier ensayo clínico.

Disminución mortalidad

En cuanto a los criterios de eficacia que se deberán probar en las siguientes fases del ensayo, el grupo que recibió dosis alta de ApTOLL registró una disminución de la mortalidad del 18% al 5% en comparación con el grupo de placebo.

Además, la dosis alta de ApTOLL logró reducir el volumen final del infarto y mejoró las puntuaciones a las 72 horas en función de la escala NIHSS, que sirve para cuantificar el déficit neurológico tras un accidente vascular cerebral agudo.

Pasados 90 días, cuando ya se había establecido un margen temporal prudente para evaluar el alcance de las secuelas, el 64,3% de los pacientes que recibieron dosis elevadas de ApTOLL obtuvieron una puntuación de 0 a 2, lo que se considera independencia funcional. Por el contrario, entre los pacientes a los que se les administró placebo, solo un 46,3% obtuvieron esa misma puntuación.

El neurólogo de Vall d’Hebron y director médico de AptaTargets, Marc Ribó, ha enfatizado que los resultados «demuestran el efecto neuroprotector de ApTOLL tras producirse un ictus, protegiendo el tejido cerebral en riesgo». Tampoco se han advertido interacciones con los fármacos que se administran en los actuales protocolos de tratamiento del endovascular del ictus isquémico, de modo que «podría administrarse a la mayoría de los pacientes», ha declarado.

Hasta el momento, los resultados arrojados son satisfactorios. Los investigadores ya están planificando las fases venideras del ensayo clínico, al igual que la opción de extender ApTOLL a otras indicaciones de interés.

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¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

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chupar cabezas de gambas
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Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

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