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Salud y Bienestar

¿Por qué triunfa este fruto seco en Mercadona?

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fruto seco mercadona

Este fruto seco triunfa en Mercadona por tener más fibra que el kiwi y no engorda

Es uno de los alimentos naturales más olvidados de España pese a que su consumo encierra múltiples beneficios nutricionales.

La calabaza ha pasado de ser un alimento impopular del supermercado a colarse en casi todas las cestas de la compra. Que España está en el podio de la producción de esta hortaliza en Europa, y ha ido ganando notoriedad por ser una bomba de nutrientes que ofrece mucha versatilidad en la cocina. Esto es, del conocido puré hasta los chips en la freidora de aire, pasando por la repostería, ensaladas o guarniciones. Sin embargo, hay una parte de esta verdura que desaprovechamos sin ser muy conscientes de sus propiedades: las pipas.

La reina del otoño, de la que hemos hablado en muchas ocasiones alabando su contenido en vitamina C, alberga en su interior un buen número de pepitas que solemos después de pelarla y cortarla para cocinar. No nos damos cuenta de que tiramos a la basura una semilla muy rica en grasas saludables, con un importante poder saciante que es un aliado para adelgazar. Hay formas de secar las pipas en casa y poder consumirlas después, pero se pueden encontrar ya preparadas. De hecho, Mercadona incluye este producto entre los destacados de temporada.

Las pipas de calabaza

Las Pipas de calabaza natural Hacendado peladas se comercializan en un paquete de 150 gramos a 1,63 euros la unidad, o 10,867 euros el kilo. Se trata de una elaboración de Importaco Casa Pons (Valencia) y en los ingredientes únicamente figuran las pipas de calabaza peladas. En cuanto a su información nutricional, por 100 gramos de producto, tiene un valor energético de 583 calorías y 47,9 gramos de grasas (8,5 gramos de grasas saturadas, 14,5 gramos de monoinsaturadas y 24,7 gramos de poliinsaturadas).

Este ‘superfruto seco’ triunfa en Mercadona por tener más fibra que el kiwi y no engorda

Tienen menos de 3 gramos de hidratos de carbono, de los cuales 1,6 gramos son azúcares; 5,5 gramos de fibra alimentaria -frente a los 3 g que contiene el kiwi. por ejemplo-; 35,3 gramos de proteína; y 0 gramos de sal, uno de los aspectos importantes porque muchos de los frutos secos que se comercializan son demasiado saladas y por tanto no recomendables. Completan la información nutricional con tres minerales principales: los 8,5 miligramos de hierro, 530 miligramos de magnesio y 1.110 miligramos de fósforo.

Advierten además en el etiquetado de estas Pipas de calabaza natural Hacendado peladas que «por su tamaño, no lo deben consumir menores de 5 años» para evitar accidentes como asfixias. En todo caso, este alimento tiene un sabor suave, ligeramente dulce, y se pueden comer crudas o añadir a las ensaladas, a panes caseros, a platos de pasta o incluso mezclarlas con el yogur o los cereales.

Ayudan a adelgazar

Ls pipas de calabaza son semillas ricas en grasas poliinsaturadas, como el ácido linoléico o linolénico, pero también aportan una cantidad importante

de ácidos grasos monoinsaturados que aumentan los niveles de HDL, el llamado colesterol ‘bueno’. Con casi un 50% de grasas, es normal que sus calorías rocen igualmente las 600 por cada 100 gramos, unas cantidades que nos hacen preguntarnos si realmente este fruto seco no engorda. Ya hemos visto en otras ocasiones que estos alimentos no solo no nos hacen acumular peso, sino que nos ayudan a mantener a raya la obesidad.

¿Cómo es posible entonces que un fruto seco rico en grasa pueda ayudarnos a perder peso? La respuesta hay que ir a buscarla a su casi 6% de fibra, siendo una de las semillas con mayor porcentaje. Estudios como este, publicado en la revista Journal of Nutrition, han avalado que la «fibra dietética, independientemente de la ingesta de macronutrientes y calorías, promueve la pérdida de peso y la adherencia a la dieta en adultos con sobrepeso u obesidad que consumen una dieta restringida en calorías».

Otros beneficios

Precisamente, su importante contenido en fibra nos ayuda con el tránsito intestinal, evitando la hinchazón producida por los gases y aumentando el movimiento digestivo. Es también un alimento cardiosaludable por sus ácidos grasos y los antioxidantes que ayudar a prevenir diversas enfermedades. Asimismo, nos aportan triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona neurotransmisora de bienestar, que se transforma a su vez en melatonina favorecedora del sueño.

Las pipas de calabaza son también antiinflamatorias, como otros alimentos como los arándanos, siendo especialmente interesantes para aliviar los síntomas de enfermedades como las autoinmunes y las digestivas, además de patologías crónicas como la artritis. Finalmente, están recomendadas para personas con diabetes al ser buenas estimuladoras del páncreas, que genera insulina, y ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.

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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados

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Esta es la hortaliza saludable que debes tomar a diario para prevenir los resfriados en invierno
PEXELS

La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?

Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.

Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.

La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».

MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.

La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.

Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».

EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».

Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.

OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.

La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».

LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».

Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.

Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».

Alimentos para prevenir resfriados

La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.

1. Pescados, un gran aporte de Omega-3

Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.

2. Cítricos, el consejo de la abuela

¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).

3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales

Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!

4. Yogur, el poder de los probióticos

Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!

5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad

La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.

6. Calabaza, la reina del beta-caroteno

El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.

7.  Kiwi, vitamina C al por mayor

Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!

8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales

Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.

9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!

Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!

10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal

Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.

11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis

Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.

12. Setas, propiedades antibacterianas

Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.

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