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Guedes y Wass acercan al Valencia a la semifinal de la Europa League

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Un apoteósico y mágico final con los goles de Daniel Wass y Gonçalo Guedes le dan una espectacular victoria al Valencia CF en el Estadio de la Cerámica ante el Villarreal CF por 1-3, en el encuentro de ida de cuartos en el que los de Mestalla se colocan con todo a favor para estar en semifinales de la UEFA Europa League. Dos acciones vertiginosas en los últimos minutos certificaron un gran triunfo que tendrá el segundo asalto el próximo jueves en Mestalla y en el que los de Marcelino deberán certificar su gran objetivo continental.

Y no pudo comenzar mejor el primer asalto de cuartos con un derribo tan claro como absurdo de Cáseres sobre Guedes en una esquina dentro del área, que el colegiado pitó penalti. Parejo volvió a coger el balón, a asumir la responsabilidad, lo lanzó y Andrés Fernández le adivinó la intención. Sin embargo, esa tristeza de apenas dos segundos se transformó en alegría con la rapidez de Guedes que estuvo más listo que nadie, se adelantó a todos y batió al meta para hacer el 0-1. El portugués, al final, culminó en gol, segundo en la Europa League, su acción de pena máxima que permitía adelantar a los de Marcelino en el marcador.

Fue un plus de motivación. Al filo del cuarto de hora una rapidísima pared entre Gameiro y Rodrigo acabó con disparo alto del francés en una buena ocasión blanquinegra. Cinco minutos después otra vez Kevin rozó el segundo de la noche tras un gran centro de Ferran, pero el buen recorte del galo fue desviado a córner por Álvaro. Segundo aviso del ‘9’ valencianista.

El Villarreal, como era de esperar, pasó a dominar el juego en busca del empate, pero sin ninguna profundidad. Sin embargo, en una acción extraña entre Garay e Iborra, el árbitro inglés compensó de forma increíble el penalti que sí fue del Valencia CF con uno que no era. Incomprensiblemente vio algo que no existió y perjudicó a los de Mestalla. El central argentino protestó esa decisión tan injusta sin ninguna respuesta y Santi Cazorla logró el 1-1.

En el minuto 41 y, con el golpe del gol local, Neto estuvo providencial con una gran parada a disparo raso de Gerard Moreno y evitó lo peor. También el descuento de la primera mitad con otra intervención de reflejos del meta brasileño a chut de Chukwueza. Con el empate a uno acabó una disputada primera mitad en la que el Valencia CF logró un gol muy importante fuera de casa en eliminatorias a doble partido.

En un buen arranque de la segunda mitad de los de Mestalla, Wass quiso decirle al Villarreal que su equipo salía con otras intenciones al campo. El danés lanzó un fuerte chut, aunque alto. También lo probó Roncaglia con un centro muy cerrado que quiso sorprender a un adelantado Andrés Fernández. Era otra historia. Los de Marcelino adelantaron líneas y ese cambio impidió a los jugadores de creación locales tener tiempo para pensar. Pese a ello, Neto volvió a aparecer de forma espectacular en dos disparos de Chukwueze, el primero muy ajustado al palo y el segundo en un intento de vaselina del delantero amarillo.

Una buena noticia llegó a la hora de juego con el regreso de Piccini y Coquelin, quienes entraron al césped para dar más revoluciones al fútbol del Valencia CF. El partido estaba trabado, con más errores que aciertos. Cheryshev se unió a la batalla en Villarreal. Había que, por lo menos, mantener el empate y, a ser posible, poner la puntilla. Guedes se acercó en el minuto 73 con un potente zapatazo que salió por encima del marco local.

El Valencia CF acabó muy bien el encuentro y un centro muy peligroso de Piccini fue cortado por el meta con Rodrigo en boca de cañón. Wass ajustó en exceso su remate. El peligro estaba en el área local y sólo faltaba acertar en una de las llegadas. Y hubo que esperar hasta el descuento para destrozar al Villarreal CF con los golazos de Wass y Guedes, que hizo un doblete y que les dan más de medio billete a los de Marcelino para estar en las semifinales de la Europa League. Eso sí, habrá que certificarlo el próximo jueves en Mestalla.

Ficha técnica

1. Villarreal CF: Andrés Fernández, Mario Gaspar (Pedraza, m. 79), Álvaro, Víctor Ruiz, Quintillà, Cáseres (Morlanes, m. 72), Iborra (Bacca, m. 67), Pablo Fornals, Santi Cazorla, Chukwueze y Gerard Moreno.

3. Valencia CF: Neto, Roncaglia (Piccini, m. 58), Garay, G. Paulista, Gayà, Parejo, Wass, Ferran (Coquelin, m. 60), Guedes, Gameiro (Cheryshev, m. 68) y Rodrigo M.

Goles: 0-1. M. 6: Guedes. 1-1. M. 36: Santi Cazorla. 1-2. M. 90: Wass. 1-3. M. 93: Guedes.

Fuente: ValenciaCF.com

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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