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Valencia

Se espera más frío los próximos días en la Comunitat Valenciana

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Heladas en la Comunitat y nieve a partir de 700 metros en el sur de Alicante

València, 4 ene (EFE).- El cielo de la Comunitat Valenciana presentará este martes cielo poco nuboso o despejado sin descartar chubascos ocasionales en el interior sur de Alicante y posibilidad de nevadas a partir de 700 metros, el viento soplará flojo o moderado del oeste y noroeste y temperaturas en descenso, con heladas débiles en el interior de la provincia de Castellón.

Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este lunes el cielo presentará intervalos nubosos sin descartar algún chubasco por la mañana en el litoral norte, el viento soplará flojo o moderado del oeste y noroeste y las temperaturas registrarán un ligero descenso, con heladas débiles en el interior.

Las temperaturas extremas registradas en las últimas 24 horas en capitales de provincia han sido las siguientes:
Alicante, 3,4 y 13,4 grados
Castellón, 2,4 y 13,8 grados
València, 5,9 y 15,5 grados

Predicción marítima: predominio de las componente norte o noroeste con fuerza dos a cuatro, con áreas de fuerza cinco a 6 en Valencia y Alicante. Marejadilla a marejada y fuerte marejada, con mar de fondo del nordeste y olas de un metro.

Mínima de -7,4 en Villena en unas Navidades de las más frías del siglo

La localidad de Villena, en el interior de la provincia de Alicante, ha alcanzado esta madrugada una temperatura mínima de -7,4 grados centígrados, en unas Navidades que están marcando medias dos grados por debajo de lo habitual y que están resultando «de las más frías del siglo», según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

También han pasado la madrugada por debajo de cero grados los municipios de Ademuz (-5,4 grados), Atzeneta del Maestrat (-4,6), Vilafranca (-3,8), Fredes (-2,8), Castellfort (-2,5), Utiel (-1,9), Morella (-1,5), Segorbe (-1,5), Orihuela (-1,3), Chelva (-1), Fontanars dels Alforins (-0,9), Carcaixent (-0,8), Pinoso (-0,6) y Jalance (-0,4).

El frío se ha sentido asimismo en Sagunto (0,4 grados), Elx (0,5), Alcoi y Xàtiva (0,9), Ontinyent (2,1), Rojales (2,1), Castelló de la Plana (2,4), Novelda (2,7), Barx (3,1), Alicante (3,3), Xàbia (3,7), Llíria (3,8), Turís (3,9), Benidorm (4), Torreblanca (4,2), València (5,8) y Oliva (5,9).

Aemet ha destacado que las Navidades están siendo «muy frías» en toda la Comunitat Valenciana, unos 2 grados centígrados más frías que el promedio normal, «pero la anomalía está siendo más acusada en el interior que en el litoral».

Teniendo en cuenta los registros de entre el 24 de diciembre y el 3 de enero, en la ciudad de Alicante y en gran parte del litoral, que han marcado bajas temperaturas, «no son las Navidades más frías del siglo», dado que «las de 2014-2015, 2010-2011 y 2004-2005 lo fueron algo más».

No obstante, en el interior, estos días de fiestas están resultando «anormalmente más frías que en el litoral», y, si computamos los datos medios de todo el territorio, sí que se constata que los 10 días que han transcurrido de las Navidades 2020-2021 están resultando «de las más frías del siglo».

Tras un mes de diciembre en general cálido -el 23 de diciembre la ciudad de València llegó a los 22,5 grados-, el día de Navidad se produjo un descenso térmico que se prolongó hasta final de año y que persiste los primeros días de 2021 -València marcó una máxima de 12,2 grados el 2 de enero-.

La Aemet prevé que el frío persista y que incluso se acentúe en los próximos días.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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