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How to fix MacBook Pro battery life problems

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How to fix MacBook Pro battery life problems

Los problemas de batería en nuestro MacBook Pro pueden resultar desesperantes cuando se dan. Sin embargo, existen soluciones para estos problemas y medidas que podemos tomar para intentar resolverlos. Una buena autonomía es fundamental para un buen funcionamiento de nuestro portátil, así que mantenerlo para alargar la vida útil de la batería es vital. No obstante, el tiempo y el uso suelen pasar factura, por lo que te vendrá conocer bien algunos consejos para resolver los inconvenientes que te puedan suceder en este aspecto o te estén sucediendo.

¿Cuáles son los problemas de batería que puede presentar un MacBook Pro?

Los MacBook Pro, sin duda, son portátiles de gran calidad, pero como ocurre con cualquier marca, con el tiempo y un uso intensivo, pueden presentar problemas en su batería. El soporte de Apple, para estos casos, puede resultar de gran ayuda, aunque para los inconvenientes más comunes bastará con acciones sencillas para solucionarlos.

1. Problemas con el hardware

Muchas veces, los problemas con la batería del MacBook Pro vienen dados por el hardware. Por ejemplo, si la batería no carga, es probable que el inconveniente se encuentre en el cargador o en la fuente de alimentación, por ello, cambiando el cargador y haciendo una buena limpieza de las conexiones, se suele resolver con facilidad.
Otro problema que acusan los usuarios es que la batería no llega a mostrarse cargada al 100%. En este caso, habría que recalibrarla de nuevo, dejando que se descargue por completo y, después de unas horas, volviendo a encender el equipo.

2. Problemas con el software

Tener bastantes procesos abiertos y aplicaciones ejecutándose en segundo plano es una de las principales razones por las cuales la batería se suele agotar rápidamente. De hecho, no limpiar de vez en cuando las cookies del navegador puede traducirse en un funcionamiento más lento y un mayor gasto de energía. Por ende, debes cerrar las aplicaciones que no utilices, desconectar algunas funciones que consumen bastante, siempre y cuando no las necesites, como el Bluetooth, bajar el brillo de la pantalla y limpiar de vez en cuando los procesos y archivos innecesarios o que ocupen espacio, como las cookies, con un programa específico si es necesario.
También es importante realizar un chequeo del equipo por si encontrases malware que pueda estar afectando al rendimiento de la batería. Se sabe que algunos malwares ejecutan acciones en segundo plano que, además de ralentizar tu MacBook Pro, consumen mucho la batería. Así pues, si tu batería se descarga muy rápido, nunca está de más que hagas un buen análisis para cerciorarte de que no tienes ningún programa intrusivo.

En realidad, las medidas que se pueden tomar para arreglar los problemas de batería del MacBook Pro son muy sencillas. Recuerda que un buen mantenimiento, tanto del hardware como del software, es indispensable y te evitará problemas en el futuro. Aun así, si sigues teniendo inconvenientes con la batería, recuerda que siempre puedes consultar al soporte de Apple para que te asesore y ayude en los casos más complicados

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Edge+5G: cómo la IA en el borde cambia los gadgets cotidianos en 2025

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La combinación de computación en el borde (edge) y 5G está reescribiendo la experiencia con nuestros dispositivos. Ya no hablamos solo de “móviles más rápidos”, sino de teléfonos, relojes, auriculares y cámaras que entienden el contexto y deciden en milisegundos sin enviar todos los datos a la nube. Este cambio también toca el entretenimiento y el juego online: desde aplicaciones de apuestas que requieren baja latencia hasta debates regulatorios sobre casinos sin licencia, la arquitectura tecnológica que hay debajo determina seguridad, fluidez y consumo de datos.

¿Qué significa “IA en el borde” cuando se apoya en 5G?

Antes, la mayoría de modelos de inteligencia artificial se ejecutaban en servidores remotos. En 2025, una parte relevante del procesamiento se queda “cerca” del usuario: en el propio chip del dispositivo (NPUs y DSPs) o en microcentros MEC (Multi-access Edge Computing) ubicados en la red del operador. 5G aporta enlaces estables y latencias de un dígito a pocas decenas de milisegundos, además de capacidad para priorizar tráfico mediante slicing. El resultado: respuestas más rápidas, mejor privacidad y menos dependencia de la nube para tareas cotidianas.

  • Respuesta inmediata y estable: inferencias locales (voz a texto, detección de objetos, traducción, compresión inteligente de vídeo) reducen esperas y tartamudeos en apps sensibles al tiempo, como streaming interactivo o apuestas en vivo.
  • Privacidad por diseño: al procesar fotos, voz y biometría en el dispositivo, se minimiza el envío de datos personales. Para lo que sí viaja por la red, MEC permite anonimizar o filtrar en origen.
  • Eficiencia energética y de datos: los modelos compactos en el móvil pre-filtran información; solo se sube lo relevante. Esto alarga batería y baja el consumo de gigas, algo clave en cámaras y wearables.
  • Resiliencia sin cobertura perfecta: si cae la red o baja la señal, la IA local mantiene funciones básicas (asistentes, gestos, autenticación). Con 5G de vuelta, el dispositivo sincroniza cambios sin fricción.
  • Calidad de servicio segmentada: el slicing 5G reserva “carriles” para tráfico crítico. Un casco AR o una app de trading pueden mantener prioridad frente a descargas en segundo plano.

Cierre de la sección: IA en el borde no reemplaza a la nube; la complementa. Los modelos grandes entrenan y mejoran en centros de datos, mientras que la experiencia diaria se acelera al acercar la inferencia a donde ocurren las acciones: el bolsillo, la muñeca o el router de casa.

Gadgets que ya se sienten distintos en 2025

La teoría importa, pero el verdadero cambio se ve en lo que hacemos a diario: pagar, escuchar, grabar, jugar, entrenar. Estos son los dispositivos donde la dupla Edge + 5G ya marca la diferencia en España y Latinoamérica, tanto para usuarios generales como para quienes consumen contenido interactivo o juegos con dinero real.

  • Smartphones y wearables: asistentes de voz que entienden acentos sin conexión total, traducción en tiempo real durante llamadas, fotos mejoradas por IA en tiempo de disparo y detección de caídas o arritmias procesadas localmente antes de alertar.
  • Auriculares y audífonos: cancelación adaptativa que aprende tu entorno, mejora de voz para videollamadas en lugares ruidosos y transcripción instantánea sin subir el audio crudo a servidores.
  • Cámaras de seguridad y timbres inteligentes: detección de personas/paquetes en el borde, codificación de vídeo con escenas clave en alta calidad y el resto en bitrate reducido, notificaciones sin falsa alarma.
  • Gafas y visores AR: superposición de instrucciones, subtítulos y traducciones con menos mareo gracias a latencia baja; contenidos “anclados” al espacio sin depender de un Wi-Fi perfecto.
  • Routers 5G para el hogar: cachés locales para streaming, firewalls con IA que frenan phishing en dispositivos IoT y priorización automática para videollamadas o juego online.
  • Consolas portátiles y móviles gaming: predicción de entrada y upscaling por IA en el borde; partidas en la nube que se sienten locales gracias al prerenderizado cercano (MEC).
  • Coches conectados y e-bikes: visión por computadora para asistencia al conductor y diagnóstico predictivo; mapas que se actualizan en tramos críticos con microdescargas 5G.

Cierre de la sección: el patrón es claro: cuanto más contexto entiende el dispositivo y más rápido responde, más natural se vuelve la interacción. Edge + 5G borra la sensación de “esperar al servidor” y permite que los gadgets “lean” la escena y actúen en el momento.

¿Por qué esto importa al entretenimiento digital y al juego online?

En iGaming y apuestas deportivas, una fracción de segundo puede cambiar la experiencia. Las casas reguladas compiten con propuestas opacas y grises; independientemente de la plataforma, los usuarios esperan estabilidad, tiempos de carga cortos y medidas de protección sólidas. La arquitectura Edge + 5G aporta varias capas técnicas que inciden directamente en esa expectativa.

En primer lugar, la latencia baja y el slicing ayudan a mantener cuotas en vivo y ruletas con vídeo sincronizado, incluso cuando el usuario comparte red con otros dispositivos del hogar. La inferencia local reduce el “tirón” al abrir un lobby con cientos de mesas o tragaperras, pues la app pre-clasifica, precarga assets y personaliza recomendaciones sin consultar permanentemente a la nube.

En segundo lugar, la seguridad mejora: verificación biométrica en el dispositivo (match on device), análisis de patrones de fraude en MEC cercano a la antena, detección de bots o múltiples cuentas dentro de la misma celda. Si el operador implementa límites de gasto o herramientas de juego responsable, el borde puede aplicar esas reglas en tiempo real, incluso si la conexión fluctúa.

Por último, el vídeo interactivo —shows en directo, mesas con crupier, chats moderados— se beneficia de codificación adaptativa y de la moderación automática en el borde: detección de lenguaje tóxico, spam y enlaces peligrosos antes de que lleguen al chat del usuario.

Métricas que conviene mirar en 2025 (para usuarios exigentes y equipos de producto)

Más allá del marketing, Edge + 5G se valida con indicadores concretos. Si evalúas apps de entretenimiento o apuestas, estas señales te dirán si el stack técnico está a la altura:

  1. Tiempo al primer frame (TTFF) y time-to-interact: cuántos milisegundos pasan hasta que la interfaz reacciona tras abrirse.
  2. Porcentaje de inferencias locales: qué parte de la personalización/recomendación ocurre en el dispositivo o MEC.
  3. Estabilidad en redes mixtas: comportamiento al alternar 5G/4G/Wi-Fi sin reinicios de sesión ni errores de saldo.
  4. Falsos positivos/negativos en detección de fraude: equilibrio entre bloquear abusos y no castigar a usuarios legítimos.
  5. Consumo de datos por sesión y gasto energético: si la IA local realmente reduce gigas y batería frente a versiones anteriores.

Buenas prácticas para diseñar experiencias con Edge + 5G

Desarrolladores y marcas que quieran destacar en 2025 están siguiendo un puñado de principios técnicos. Adoptarlos mejora la percepción del usuario y reduce costes de operación:

  • Modelos compactos y actualizables: usar variantes pequeñas (con cuantización y distilación) que se descargan como “features” y se actualizan por lotes cuando el móvil está cargando.
  • Privacidad diferencial y federated learning: mejorar modelos sin agregar datos personales crudos en servidores.
  • Pre-fetch y pre-rank en el borde: anticipar contenido que el usuario probablemente abrirá y ordenarlo con señales locales.
  • Slicing por caso de uso: reservar ancho de banda para streaming en vivo o verificación y relegar descargas no urgentes.
  • Observabilidad extremo a extremo: métricas de latencia e inferencia desde el dispositivo hasta MEC y nube, con alertas por celda o zona.

Riesgos y cómo afrontarlos sin perder calidad de experiencia

No todo es tecnología brillante. Hay retos reales: fragmentación de hardware (no todas las NPUs rinden igual), cobertura desigual de 5G SA, dependencia de modelos bien entrenados y posibles sesgos si se entrena solo con datos locales. También existe el riesgo de “sobrecargar” funciones con IA donde no aporta valor y complica la batería.

La mitigación pasa por decisiones pragmáticas: mantener funciones críticas en el dispositivo con degradación elegante; usar MEC para picos de carga; y reservar la nube para cómputo pesado y entrenamientos. A nivel de producto, conviene comunicar de forma transparente qué datos se procesan localmente y cuáles viajan, ofrecer controles claros de privacidad y dar opciones de calidad/grabación al usuario que prioriza batería o datos.

En pocas palabras

En 2025, Edge + 5G convierte a los gadgets en “compañeros” que perciben y responden en el momento: asisten, filtran, predicen y protegen sin pedir permiso a la latencia de un servidor lejano. Para el entretenimiento digital —incluidas las apps de juego— esto se traduce en sesiones más fluidas, seguridad aplicada en el acto y experiencias de vídeo y voz que se sienten naturales. El futuro cercano no está lejos: está en tu bolsillo, en la antena del barrio y en pequeños modelos que ya trabajan para ti mientras te mueves por la ciudad.

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