Un nuevo fármaco para reducir peso en casos de obesidad ha demostrado su eficacia en un ensayo internacional. Además, se administra por vía oral, lo que facilita el tratamiento, según los resultados del ensayo clínico en el que ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Se trata del fármaco orforglipron, que actúa sobre el receptor GLP-1 (que regula el apetito) y que los investigadores han comprobado que reduce, de media, un 11 % el peso corporal, al tiempo que mejora factores de riesgo cardiovascular, ha informado el Hospital Vall d’Hebron.
Un avance en la investigación de la obesidad
En los próximos meses está previsto que el orforglipron inicie los procesos regulatorios necesarios para su aprobación, lo que podría abrir una nueva etapa en el tratamiento de la obesidad.
Los resultados de este ensayo clínico internacional de fase 3, en el que ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, se han publicado en la revista The New England Journal of Medicine y se han presentado en el Congreso Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), celebrado en Viena.
«En este estudio se ha visto que tres cuartas partes de lo que se pierde en el tratamiento es grasa, mientras que el resto es masa libre de grasa (músculo y otros tejidos)», ha explicado Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad de Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo.
La especialista ha subrayado que lo importante en el abordaje de la obesidad es calcular bien no tanto el peso total perdido, sino la reducción de grasa corporal.
Los detalles del ensayo clínico con orforglipron
El estudio siguió durante 72 semanas a 3.100 personas con obesidad, pero sin diabetes, en nueve países diferentes. Todos los participantes tenían un índice de masa corporal superior a 30 kg/m2 y alguna complicación asociada, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño.
Los voluntarios fueron asignados aleatoriamente a diferentes dosis de orforglipron (6 mg, 12 mg o 36 mg) o a placebo, en forma de cápsula diaria, siempre acompañado de recomendaciones de dieta saludable y actividad física.
Los resultados muestran que la dosis más alta consiguió una disminución media del 11,2 % del peso corporal. Más de la mitad de los pacientes perdió al menos un 10 % de su peso y aproximadamente un 18 % logró una reducción superior al 20 %.
Además, se registraron mejoras significativas en la presión arterial, el perímetro de cintura, los niveles de triglicéridos y de colesterol, todos ellos factores de riesgo cardiovascular.
Cómo funciona el orforglipron frente a otros medicamentos
Al igual que otros fármacos para la obesidad ya aprobados, el orforglipron actúa sobre el receptor GLP-1, presente en células implicadas en la regulación del apetito y del metabolismo en el cerebro y el tubo digestivo. La gran ventaja es que se administra por vía oral sin requisitos especiales.
La mayoría de los medicamentos GLP-1 disponibles son inyectables, como:
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Ozempic (semaglutida inyectable): muy usado para diabetes tipo 2 y pérdida de peso, aunque algunos estudios advierten que puede reducir la masa muscular.
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Wegovy (semaglutida inyectable en dosis más altas): aprobado específicamente para obesidad.
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Saxenda (liraglutida): otro inyectable GLP-1 con resultados eficaces en pérdida de peso, pero con necesidad de administración diaria.
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Mounjaro (tirzepatida): actúa sobre GLP-1 y GIP, con resultados muy prometedores y superiores en algunos ensayos clínicos.
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Rybelsus (semaglutida oral): es el primer análogo del GLP-1 en pastilla, aunque requiere tomarse en ayunas y con estrictas pautas de administración.
En cambio, el orforglipron tiene una estructura química diferente. No es una proteína ni una molécula peptídica, por lo que no se degrada en el estómago y mantiene su eficacia, facilitando su uso frente a Rybelsus y otros tratamientos.
El papel del GLP-1 en la obesidad
La hormona GLP-1 se libera cuando la comida entra en contacto con la mucosa intestinal. Entre sus funciones, induce la saciedad y regula diversos órganos digestivos para optimizar el metabolismo.
Los análogos del GLP-1 han revolucionado el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2, ya que permiten controlar el apetito y mejorar la sensibilidad a la insulina. No obstante, los expertos insisten en que deben combinarse con cambios de estilo de vida, dieta equilibrada y actividad física regular.
La obesidad, una enfermedad crónica que requiere tratamiento integral
Ciudin ha recordado que la obesidad no es un problema estético, sino una enfermedad crónica que requiere abordaje médico, nutricional y, en algunos casos, psicológico.
«Las tandas cortas de tratamiento solo para la operación bikini o para que entre el vestido para la boda de la prima es mala praxis», ha advertido la investigadora, quien subraya la importancia de un tratamiento supervisado y continuado.
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