València, 5 jun (EFE).- La Comunitat Valenciana dejará de tener toque de queda a partir del martes, cuando pondrá fin a siete meses y medio de limitación de la libertad de circulación de las personas en horario nocturno que a lo largo de estas 32 semanas ha cambiado varias ocasiones la hora de inicio, en función de la situación epidemiológica.
El toque de queda empezó a aplicarse en la Comunitat Valenciana horas antes de que se decretara el segundo estado de alarma de España, y se levantará casi un mes después de la finalización de este, gracias a que el Tribunal Superior de Justicia valenciano ha avalado la prórroga de esta medida que afecta a derechos fundamentales.
La Comunitat ha aplicado en estos 225 días cuatro franjas horarias de toque de queda: la principal, de diez de la noche a seis de la mañana (122 días), seguida del tramo de las doce de la noche a las seis de la mañana (71 días), mientras que aplicó en torno a dos semanas tanto el horario de 23 a 6 horas como el último, de 1 a 6 horas.
INICIO DEL TOQUE DE QUEDA
La Generalitat empezó a aplicar el toque de queda nocturno al amparo de la ley de Salud Pública la madrugada del 25 de octubre en el horario comprendido entre la medianoche y las 6 de la mañana, aunque el primer día empezó a la 1 para dar un poco de margen.
Ese mismo día por la tarde, el Gobierno de España publicó el real decreto por el que estableció el segundo estado de alarma y el toque de queda nocturno entre las 23 y las 6 horas (con un margen para que las autonomías adaptaran ese horario), con el fin de restringir la movilidad y frenar la propagación del coronavirus.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, publicó esa noche el decreto con el toque de queda al amparo de la declaración del estado de alarma, manteniendo el horario entre la medianoche y las seis de la mañana, para intentar frenar el avance de unos contagios que acababan de marcar el máximo histórico hasta entonces, con 1.690 casos en un día.
CAMBIOS EN EL TOQUE DE QUEDA
Sin embargo, la mala evolución de los datos llevó a la Generalitat a adelantar a finales de diciembre el toque de queda: desde el 21 de diciembre, tras una semana con dos millares de casos al día, empezó a las once de la noche para limitar al máximo los encuentros sociales. Únicamente permitió que en Nochebuena y Nochevieja comenzara a medianoche.
Sin embargo, ni esta ni el resto de restricciones adoptadas evitaron el estallido de la tercera ola en la Comunitat Valenciana, la peor de toda la pandemia, y que llevó a principios de enero, cuando la incidencia estaba ya en 322 casos, a adelantar a las 22 horas el inicio del toque de queda.
Esa limitación de movimientos entre las 22 y las 6 horas estuvo vigente durante diecisiete semanas, del 7 de enero al 9 de mayo, ya que los primeros meses del año dejaron registros máximos como una incidencia acumulada de 1.459 casos o 9.810 contagios en un día, y cuando mejoraron se quiso mantener la prudencia en festividades como la Semana Santa y la Pascua.
El 9 de mayo, una vez decaído el segundo estado de alarma en España, la Comunitat mantuvo durante dos semanas, gracias al aval del TSJCV, el toque de queda pero retrasó dos horas su inicio, a la medianoche, dentro de un proceso de apertura progresiva cuando llevaba varias semanas con la incidencia acumulada más baja del país.
Desde el 24 de mayo, y tras una nueva ratificación del alto tribunal valenciano, el toque de queda se ha aplicado durante quince días entre la 1 y las 6 de la mañana -el horario más reducido de estos siete meses y medio-, y desaparecerá el martes, una vez consolidada la buena situación epidemiológica de la Comunitat, que lleva once semanas con una incidencia por debajo de 50.
De esta forma, desde el 8 de junio se recupera la libertad de movimiento en la Comunitat Valenciana, una vez levantada una medida que según el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha sido «definitiva» para controlar el virus pero ya es necesario dejar atrás.
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