Una devoción nacida del corazón del pueblo valenciano
La Virgen de los Desamparados, conocida cariñosamente como La Geperudeta, es mucho más que una imagen religiosa. Es el símbolo de la identidad valenciana, una advocación mariana profundamente ligada a la historia, la fe y el alma solidaria del pueblo valenciano desde el siglo XV. Su origen no solo se remonta a una época de cambios sociales y religiosos, sino que nace directamente de un gesto de compasión y justicia.
El padre Jofré y el inicio de una obra humanitaria sin precedentes
Todo comienza el 24 de febrero de 1409, cuando el fraile mercedario Padre Jofré presencia en una calle de València la brutal agresión a un enfermo mental. Indignado por la violencia, interviene para defenderlo. Este acto provocó una profunda reflexión social y religiosa. Al domingo siguiente, en la Catedral de València, pronunció un sermón que denunció la persecución de los más vulnerables: los locos, pobres y desamparados.
Ese mensaje caló hondo. Comerciantes, artesanos y ciudadanos unieron esfuerzos y recursos para fundar un hospital único en el mundo: el Hospital d’Innocents, Follcs i Orats, primer centro especializado en enfermos mentales, bajo el amparo de Santa María dels Innocents, en lo que sería la semilla de la devoción a la Virgen de los Desamparados.
Una imagen celestial: la leyenda de los cuatro peregrinos
La imagen de la Virgen también tiene un origen rodeado de misticismo. Cuenta la tradición que cuatro peregrinos misteriosos ofrecieron crear una imagen para dar sepultura digna a los desamparados fallecidos.
Se recluyeron durante varios días en una ermita y, al desaparecer sin dejar rastro, dejaron tras de sí una bellísima imagen esculpida, que según la leyenda, fue obra de ángeles.
Milagros como la curación de la esposa de un cofrade ayudaron a consolidar la creencia en la protección milagrosa de esta Virgen, símbolo de esperanza para los más olvidados.

Imagen original
La Geperudeta: iconografía y significado de la Virgen de los Desamparados
La Virgen fue diseñada para descansar horizontalmente sobre los féretros, lo que explica su característica inclinación de cabeza, que parece mirar con ternura a quienes la contemplan.
De ahí el apodo popular «La Geperudeta». Su rostro sereno y la expresión compasiva simbolizan su amparo a los más necesitados.
De pequeña capilla a gran Basílica
La veneración a la Virgen creció rápidamente, pasando de una pequeña capilla en el Hospital de València a una ubicación más prominente junto a la Catedral de València. En 1667, el virrey de València impulsó la construcción de la actual Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats, culminada con frescos del pintor Antonio Palomino en su cúpula, representando el camino al cielo.

Una imagen protegida incluso en tiempos de guerra
Durante la Guerra Civil Española, la imagen de la Virgen fue protegida por las autoridades municipales para evitar su destrucción. Fue escondida en el Archivo del Ayuntamiento de València, tras una pared secreta, y salvada del incendio que afectó la Basílica. Su regreso triunfal al templo, tras la contienda, fue vivido con enorme emoción por el pueblo valenciano.
El Himno de la Coronación: símbolo musical de una devoción eterna
Compuesto en lengua valenciana por Luis Romeu y con letra de José María Juan García, el Himno a la Virgen de los Desamparados es cantado cada mayo durante la fiesta grande de la ciudad. Una muestra del amor profundo que los valencianos sienten por su patrona.
Un legado vivo: cultura, fe y tradición en València
La Virgen de los Desamparados no es solo una figura religiosa. Representa la solidaridad, la compasión y la identidad cultural del Reino de València.
Su historia es celebrada cada año en las Fiestas de la Mare de Déu, con misas, ofrendas florales y una devoción que sigue más viva que nunca.
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