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Salud y Bienestar

Lalaby, la app desarrollada por la Politècnica y el Peset para mejorar la calidad de vida de los pacientes de cáncer

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Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha desarrollado una nueva aplicación para móviles que facilita la monitorización continua de la calidad de vida de pacientes con cáncer y que está siendo probada en el Servicio de Oncología del Hospital Universitario Doctor Peset de València.

Denominada Lalaby, la app permite hacer un seguimiento del día a día de cada paciente. Lo hace a partir de la información recopilada por los sensores de su móvil y de otras fuentes guardadas en éste que permiten calcular su actividad física (movimiento y desplazamiento), interacción social (frecuencias de voz) y actividad en la red (cantidad de datos usados).

Lalaby permite también integrar cuestionarios, como por ejemplo el EORTC QLQ-C30 (European Organization for Research and Treatment of Cancer- QLQ-C30) ampliamente utilizado para evaluar la calidad de vida, así como que el o la paciente registre directamente las actividades que realiza (tareas del hogar, aseo personal, ver la TV, etc.), sus síntomas (vómitos, falta de aire, cansancio) y su nivel de dolor.

«Además, para guiar al paciente en su interacción con la app, Lalaby incluye un sistema de notificaciones que le recuerda qué información reportar en cada momento y le dirige con un clic a la pantalla que ha de utilizar«, ha explicado Ángel Sánchez García, investigador del grupo BDSLab del Instituto Universitario de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (ITACA) de la Universitat Politècnica de València.

A partir de toda esta información, Lalaby permite obtener patrones de comportamiento del usuario y relacionarlos con indicadores de calidad de vida. «Dichos patrones pueden ser de gran ayuda, por ejemplo, para monitorizar posibles cambios anímicos, de actividad, síntomas, etc. en personas que inician un tratamiento oncológico, lo que ofrece a los médicos una información de gran valor para tomar las mejores decisiones posibles para el día a día del paciente», explica Juan Miguel García-Gómez, director del grupo BDSLab.

Uno de los aspectos más destacables de la app Lalaby, además de la integración y registro de toda la información del paciente que los médicos pueden consultar en el Cuadro de Mandos, es su diseño gráfico centrado en el usuario y su carácter intuitivo, «lo cual facilita mucho su uso y aceptación por parte de los pacientes», ha añadido Sabina Asensio-Cuesta, investigadora del grupo BDSLab.

El diseño gráfico de la app lalaby es el resultado de un concurso en el que estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de la UPV presentaron 44 propuestas. De este concurso surgió el nombre Lalaby y el germen de su diseño gráfico.

Colaboración con el Peset

En la validación de la app Lalaby, el equipo de la UPV ha contado con el asesoramiento y colaboración de Inmaculada Maestu, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Doctor Peset de València; de Maria Martín, también del citado hospital, y de Teresa Soria, oncóloga y colaboradora del proyecto. Es precisamente con pacientes de este centro hospitalario -en concreto, pacientes con cáncer de pulmón- con los que se están llevando a cabo los primeros ensayos de la validación y mejora de la app

Entre las ventajas de la monitorización continua, el equipo de la UPV y el Hospital Universitario Doctor Peset ha señalado que contribuye a observar la evolución de cada paciente en el trascurso del tratamiento oncológico activo, en el que es determinante tomar decisiones encaminadas a mantener su funcionalidad y calidad de vida.

La doctora Inmaculada Maestu ha señalado que «la app Lalaby nos permite disponer de mayor información en lo relativo a la sintomatología del paciente, tanto la propia de la enfermedad, como la derivada de los tratamientos aplicados. Ello contribuye a un mejor control de la enfermedad y nos puede ayudar en la toma de decisiones terapéuticas». «A los pacientes les ayuda a mantener una mejor comunicación con el equipo médico, pudiendo expresar en tiempo real su estado de salud, lo cual conlleva la adopción de las intervenciones adecuadas encaminadas a mejorar su calidad de vida».

Válido para otras enfermedades crónicas

Además de en pacientes oncológicos, Lalaby podría adaptarse también para el estudio de la calidad de vida en personas con migraña o pacientes con COVID crónico, entre otras patologías.

«La app permite correlacionar los datos almacenados por los móviles con cuestionarios utilizados para evaluar estas y otras enfermedades crónicas, de ahí su potencial», ha concluido Sabina Asensio-Cuesta.

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Especialistas del Departamento de Salud de la Ribera alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los fármacos.

Efectos nocivos que el calor puede provocar en los medicamentos

Teniendo en cuenta las altas temperaturas que suelen alcanzarse en estos meses, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo una correcta utilización de los fármacos, con especial atención a aquellos medicamentos que deben conservarse en frío o deben utilizarse tan pronto se hayan sacado de la nevera.

Según los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta, “las condiciones de conservación que indica un medicamento, se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

Por ello, antes de consumir cualquier medicamento, se debe comprobar su estado y su apariencia exterior, sobre todo en cremas, colirios, supositorios u óvulos, ya que por su aspecto se puede conocer su estabilidad.

Cuando nunca debes consumirlos

Si no se ha conservado correctamente o el producto ha cambiado al abrirlo, el medicamento no debe ser consumido bajo ningún concepto, ya que podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

Por lo que respecta a la conservación en casa, es aconsejable mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar.

Por ello, el personal experto recomienda no guardarlos en la cocina o el baño, estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día, y siempre lejos del alcance de los niños.

En cualquier caso, es importante que antes de tomar un medicamento se consulte con  profesionales sanitarios y se evite la automedicación.

Igualmente, cuando se adquiera por primera vez, se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que debe conservarse.

Viajar con medicamentos

En los trayectos por carretera, es recomendable no llevar los medicamentos en el maletero o la guantera del coche, ya que pueden llegar a alcanzar altas temperaturas.

Es imprescindible mantener las condiciones de transporte específicas para cada medicamento; es decir, los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC, deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado (sin llegar a congelar); por su parte, los fármacos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, han de transportarse en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.

Síndrome de agotamiento y golpe de calor

Por otro lado,  el personal especializado advierte de que algunos medicamentos pueden acentuar los efectos de las altas temperaturas, agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación, propiciar los golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes (empleados para regular el colesterol), los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

“Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayude a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación.

Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, concluyen Murcia y Broseta.

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