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Psicología

Las 4 preguntas clave para enamorarte de la persona correcta, según Marian Rojas-Estapé

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Las personas que viven en pareja son más felices que las solteras

Las fases al conocer a una persona son fundamentales:

  • La primera fase al conocer a alguien especial es que surja la chispa: te parece atractivo, te gusta como habla, como se mueve, la manera de relacionarse con los demás… algo se activa dentro de ti.
  • Lo segundo que debe de suceder y que más del 99% se lo salta es que hay que introducir la inteligencia antes de enamorarse. Hay que introducir la cabeza y hacerte cuatro preguntas.

Las cuatro preguntas clave que debes hacerte a la hora de elegir pareja, según la psiquiatra Marian Rojas-Estapé :

  1. ¿Me conviene?

  2. ¿Me hace ser mejor persona?

  3. ¿Saca lo mejor de mi?

  4. ¿Es lo que siempre he sabido que era bueno para mi?

Y en esta cuarta y última pregunta tener tus propios criterios. Es decir antes de estar enamorado tener claro lo que necesitas, cuando tu cabeza todavía te deja pensar y hacer tu listado con tus prioridades, y que tengas tus criterios claros. Ya que si no lo haces y se te cruza una persona que tu no necesitas se te nubla la cabeza, y es un bloqueo de la corteza prefrontal, la cual se encarga de la atención, de la concentración,  de la resolución de problemas y controlar los impulsos.

Es decir, la corteza prefrontal en el enamoramiento se apaga, y pasas por alto detalles importantes como que la persona de la que te has enamorado esté casado, tiene hijos, vive en otro país, tiene veinte años más o menos que yo, es mi jefe…

La tercera fase es enamorarse, la mayoría de personas se saltan el segundo paso, y y de la chispa pasan al enamoramiento.  La recomendación de la dra. Rojas-Estapé, es comprometerse y dar un paso importante cuando se está enamorado. Porque si a lo largo de tu vida estás con alguien con quien encajas pero no estás enamorado, si se te cruza alguien que si te activa ese enamoramiento existen muchas posibilidades de que dejes a la persona con la que ya estás.

Y finalmente, el cuarto paso es la voluntad.  Es decir querer estar con esa persona pese a todo, a pesar de que las circunstancias sean complicadas. No solo te quiero cuando todo va bien, sino también trabajo y apuesto por la relación cuando hay días que no te quiero. Porque los sentimientos fluctúan.

Estas son las claves para formar una relación de pareja duradera y sana a lo largo de la vida.

 

Descubre más sobre la Dra. Marian Rojas-Estapé.

 

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Psicología

¿Es posible amar a dos personas a la vez?

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¿Es posible amar a dos personas a la vez?
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La posibilidad de amar a más de una persona simultáneamente ha asaltado mentes -y corazones- desde siempre. Pero… ¿realmente se puede amar a dos personas a la vez?

Amor y enamoramiento

Antes de nada, es importante diferenciar estos dos conceptos. El enamoramiento es un estado emocional intenso de atracción por otra persona. Es una fase inicial en la que se idealiza al otro. El amor viene después, cuando se conoce en profundidad a la otra persona, aceptando sus defectos y sus virtudes, y buscando su bien por encima de todo. Existe un compromiso y proyección de futuro.
Muchas veces hablamos de amar a dos personas cuando puede que lo que esté ocurriendo realmente es que se ame a una y se esté enamorado de otra. Pero, ¿se puede sentir amor profundo hacia dos personas? La respuesta es sí.

¿Qué dice la biología?

Durante el enamoramiento, nuestro cuerpo se inunda de emociones de alta intensidad, que están regidas por la adrenalina y la dopamina. El cerebro está, podríamos decir, en un estado de euforia que da lugar a la pasión. Es posteriormente cuando aparece la oxitocina, la hormona del apego, se empieza a establecer el vínculo en la relación, y comienza el amor.
Nuestra constitución biológica no impide que coexistan adrenalina, dopamina y oxitocina. Pueden presentarse a la vez, por lo que enamoramiento y amor podrían también coexistir. De la misma manera, la oxitocina no tiene por qué circunscribirse a una sola persona. No es la biología la que impide ampliar el amor a más de dos, sino la influencia social.

¿Qué dicen la cultura y la sociedad?

Tradicionalmente hemos sido educados para la monogamia. El amor romántico consiste en que dos personas se quieran desde la exclusividad. Otras formas de amar crean confusión porque salen de esta regla, y esta confusión genera sufrimiento. A nivel social se tiende a rechazar lo que se aparta de lo habitual, lo supuestamente “normal”. Pero lo que es más habitual no tiene por qué ser necesariamente lo correcto, ni tampoco la única opción. Existen muchas formas de amar.

El poliamor

El término poliamor se acuñó a principios de los años 90 y consiste en mantener varias parejas a la vez con el conocimiento de todas las partes implicadas. Aunque es difícil de calcular, se estima que entre 5-8% de la población lo ha practicado en algún momento. Es, en realidad, una manera de gestionar la afectividad y no necesariamente la sexualidad. Cada relación poliamorosa acuerda sus bases y su funcionamiento, y las opciones son muy variadas. Pueden incluir diversas orientaciones sexuales entre sus miembros o pueden haber relaciones íntimas entre algunos y no entre otros. En el poliamor entra la posibilidad de amar a dos personas a la vez.
Es importante no confundir el poliamor con la poligamia (donde se ha producido un matrimonio legal entre un hombre y varias mujeres o viceversa) ni el intercambio parejas o swinging (donde la relación no es amorosa sino sexual).

Tipos de poliamor:

  • Amor jerárquico: existe un núcleo de personas que tienen una relación más cercana o intensa, que se vincula con otras personas manteniendo relaciones secundarias.
  • Polifidelidad: existe un círculo acotado de personas con las que se pueden tener relaciones íntimas, pero fuera de ese límite se prohíben.
  • Amor libre o anarquía relacional: no existen restricciones, hay una libertad absoluta tanto para amar como para mantener relaciones sexuales, pero tiene que basarse en el consenso desde el principio.

¿Cómo manejarlo?

  1. Para que el amor entre varias personas sea algo saludable, es fundamental no sólo que todas las partes estén informadas, sino que además estén de acuerdo. Caso contrario sería una infidelidad. El acuerdo entre las partes tiene que derivar de la voluntad individual, sin presión por parte del otro, ni tampoco para complacerlo.
  2. Es clave estar de acuerdo en el funcionamiento de la relación y sus límites.
  3. No hay motivo para pensar que los problemas de las relaciones entre dos personas no se den en las relaciones entre más personas. Pueden aparecer, por ejemplo, celos o miedo a ser excluido. Es importante aclarar los tiempos y las actividades compartidas para no dar lugar a equívocos.
  4.  La comunicación es crucial. Si ya es costoso a veces entenderse en una relación a dos (cada uno viene de una familia de origen con criterios diferentes, historias de vida y experiencias diversas, creencias dispares, momentos vitales o necesidades concretas…), aún más complicado puede ser cuando intervienen más personas.
  5. La tolerancia y la generosidad siempre son buenas aliadas.
  6. Es importante poder estar abierto a que la relación evolucione, ampliando o limitando los miembros que la conforman o cambiando las “normas” internas.
  7. El poliamor nunca debe plantearse como una forma de reactivar una pareja en crisis.
  8.  Por lo que respecta a la crianza de los niños, no hay evidencia que confirme mayores problemas por nacer en el seno de una familia poliamorosa o tradicional. Son simplemente formas diferentes de amar.

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