Cultura
Descubre los secretos de Rodrigo Botet, la «plaza de los patos»
Publicado
hace 9 mesesen
A veces recorriendo el callejero de Valencia descubrimos que hay calles que no existen. Lugares que conocemos más por el nombre popular que por el verdadero. Y eso es precisamente lo que le sucede a uno de los rincones más hermosos de la capital del Turia.
¿Cuántas plazas de los patos hay Valencia? Muchas, pero ninguna de ellas recibe oficialmente dicho nombre. Una es la plaza san Vicente Ferrer, justo a medio camino de la calle del Mar, en la que destaca una estatua del santo. Pero hoy hablaremos de «otra» plaza de los patos, la plaza de Rodrigo Botet.
Situadas bajo cuatro plátanos de sombra, embelesando con el rumor de sus surtidores, se encuentran las hijas del Cielo y la Aurora, la fuente de las Tres Gracias con sus atributos musicales, el mirto y la rosa.
La fuente de las representantes de la Gracia, la Belleza y la Fertilidad, hechas de hierro colado, recibieron pronto el sobrenombre por el que se le conoce popularmente al lugar, la de los patos.
Los secretos de Rodrigo Botet, la «plaza de los patos»
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Bodas reales, Academia…
Levantada en 1909 en el centro de la misma no fue siempre ese su sitio ya que anteriormente estuvo en la plaza de las Barcas, donde ahora comienza la calle del Pintor Sorolla. Pero este enclave decimonónico guarda siglos de historia ya casi olvidada y borrada por el paso de los años. Nadie que camine por la plaza podría imaginar que allí mismo se celebraron en el S.XV las bodas reales de Alfonso el Magnánimo con María de Castilla.
Porque la que fuera conocida históricamente “Plaza de San Jorge” fue lugar de nobles y reyes. Recibía ese nombre ya que allí se encontraba la puerta principal de la iglesia y el colegio, fundados por los caballeros de la Orden de San Jorge de Alfama y Nuestra Señora de Montesa en el año 1324.
Allí los caballeros del Centenar de la Ploma, quienes tenían la importante misión de custodiar la bandera del Reino en las escaramuzas militares, celebraban ceremonias religiosas en honor a la conocida como Virgen de las Batallas.
Pocos son los que recuerdan que en esa plaza se alzaba el palacio de los Vilaragut, familia noble de linaje próximo a los monarcas valencianos desde Jaime I el Conquistador. El edificio tenía un pasaje secreto que comunicaba directamente con la iglesia de la Orden.
Pero ningún soldado o caballero puede luchar contra el tiempo, y éste fue el culpable del deterioro del palacio de los Vilaragut que vio como se convertiría muchos años más tarde en sede de un banco, del Ateneo mercantil, del Frente de Juventudes y de la Academia Castellano.
En este centro de enseñanza los jóvenes de la década de los años 30 del siglo XX y la posguerra estudiaban el bachillerato para ingresar en la Universidad mientras las chicas aprendían cultura general, mecanografía y taquigrafía para poder ser secretaria de algún empresario o industrial de la época.

Academia Castellano finales los 40. foto: http://academianau.blogspot.com/
Primer hotel de cuatro estrellas
Pero como decíamos, el tiempo pudo con el palacio que fue derruido levantándose en su lugar el primer hotel de cuatro estrellas, el Astoria.
De hecho, a la plaza también se le conoció como la plaza del Astoria. En 1955 se colocó la primera piedra en el solar de la Academia. De los Vilaragut quedó tan solo el rótulo de una calle que va a la plaza.
Y la historia dio paso a otra historias como las que acogió en su interior el lujoso y popular hotel.
Bodas, intelectuales, actores, actrices, famosos, toreros y un largo etcétera dieron vida a las paredes del antiguo Astoria, quien ahora también ha pasado a la historia para acoger otro lujoso hotel, uno de cinco estrellas, el Only You.

Edificio Aznar. Foto: Hugo Román
Rodeada de fincas del XIX y comienzos del XX, entre las que destaca la hermosa fachada modernista del edificio Aznar, la historia y los años pasan, pero allí permanece la fuente de los patos .
¿Cuál es su nombre realmente? Su nombre oficial es el de fuente de “las tres ninfas”.
Si buscamos en el callejero o en el navegador la plaza de los patos no lograremos dar con esa plaza, ya que no existe.
Solamente lo hace con ese nombre en el imaginario colectivo. Y a pesar del tiempo todavía se encuentra ahí, en el mismo lugar, con su bella y sonora fuente, aguardando a todo aquel que busque un poco de paz en medio de nuestra viva ciudad.
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
El retiro en Ruiloba y una vida nueva
Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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