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Salud y Bienestar

Manuel Fernández, director de IVI Sevillla: «La reproducción asistida minimiza el riesgo de abortos espontáneos en edad avanzada»

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Recientemente Megan Markle, mujer del duque de Sussex y nieto de la reina de Inglaterra, el príncipe Harry, ha revelado que sufrió este verano un aborto espontáneo después de quedarse embarazada a los 39 años de su segundo hijo.

Lo cierto es que la edad a la que las mujeres deciden ser madres es cada vez más tardía, es un hecho generalizado en todo el mundo debido al cambio que experimenta la sociedad y en ella, el papel de las mujeres. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2018, el 79.2% de las mujeres de 25 a 29 años en España aún no ha tenido hijos. Siempre según el INE, la edad media a la que una mujer tiene su primer hijo en nuestro país ya supera los 32 años y lo cierto es que la edad media de las pacientes de IVI supera los 38 años.

La fertilidad de las mujeres desciende a partir de los 35 años, aunque es cierto que la edad no impide que se produzca un embarazo espontáneo. Sin embargo, la edad avanzada sí es el factor más ligado a la aparición de abortos espontáneos. “Uno de cada tres embarazos en mujeres de 39 años terminan en aborto y a partir de 42 años, 3 de cada 4. Esta relación con la edad se debe a la mayor aparición de problemas genéticos en los embriones. También hay otros factores, como un rechazo inmunológico de la madre, alteraciones en la coagulación y algunas otras causas, incluso a veces desconocemos el motivo”, refleja el doctor Manuel Fernández, director de IVI Sevilla.

El riesgo de sufrir un aborto espontáneo afecta también a entre un 10 y un 15% de mujeres menores de 30 años. Además de llevar una vida sana, la mejor forma de prevenir los abortos es actuar sobre la causa principal: los problemas genéticos relacionados con la edad materna. Manuel Fernández explica cómo: “Lo ideal es que las mujeres que no tengan previsto tener hijos antes de los 35 años congelen óvulos antes de esa edad.”

En cualquier caso, sea la edad que sea a la que una mujer se plantea quedarse embarazada, es conveniente tener una consulta pre-concepcional para prevenir problemas y comenzar a buscar un embarazo espontáneo de la manera más saludable.

Cuando este embarazo espontáneo no llega, las mujeres recurren a la reproducción asistida y en ocasiones se plantean si la complejidad de algunos tratamientos supone también un mayor riesgo de sufrir abortos. El director de IVI Sevilla lo desmiente: “No. Los tratamientos no tienen mayor riesgo de aborto. De hecho, permiten prevenirlos haciendo un examen más exhaustivo de cada pareja o mujer, con estudios de coagulación, inmunológicos, etc. También se previenen haciendo un estudio genético a los embriones antes de transferirlos y evitando que se transfieran embriones que por su genética sabemos que son incompatibles con un embarazo viable, lo que permite prevenir los abortos.”

Por lo tanto, IVI ofrece la máxima confianza a las mujeres que con una edad avanzada decidan iniciar un tratamiento de fertilidad; el riesgo de abortos espontáneos se reduce gracias a las exhaustivas pruebas que se realizan con el fin de determinar el tratamiento necesario para cada mujer. “Lo importante es estudiar bien cada caso, el riesgo por edad o por problemas genéticos. En función de lo estudiado, se hace un plan personalizado para prevenir los abortos, con estudios que se consideren adecuados en cada pareja o mujer en cada momento, y poniendo los tratamientos que sean necesarios en cada caso. Esto supone tratar problemas médicos como trombofilias o alteraciones inmunológicas, o realizar un diagnóstico genético preimplantacional a los embriones en los casos en los que esta pueda ser una causa”, concluye el doctor Fernández.

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Salud y Bienestar

Cómo eliminar el anisakis de la merluza y disfrutar del pescado sin riesgos

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El anisakis es un parásito presente en muchos pescados y cefalópodos que puede causar anisakiasis, una enfermedad que provoca trastornos digestivos y reacciones alérgicas graves. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que el consumo de pescado crudo o poco cocinado es el principal riesgo, y ofrece recomendaciones para disfrutar del pescado con seguridad.

1. Selección y manipulación del pescado

El primer paso para evitar la infección es elegir pescado fresco y limpio, preferiblemente sin vísceras. Si compras el pescado entero, retira las vísceras inmediatamente, ya que el parásito se encuentra principalmente en ellas. Este gesto reduce significativamente el riesgo de anisakiasis.

2. Cocción adecuada: el método más efectivo

Cocinar el pescado correctamente es fundamental para eliminar el anisakis. Asegúrate de que la temperatura interna alcance al menos 60 °C durante un minuto. Como guía práctica:

  • Una pieza de pescado de 2,5 cm de grosor necesita unos 10 minutos de cocción, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.

  • Puedes freír, hornear, cocer o cocinar a la plancha, siempre controlando la temperatura uniforme.

3. La congelación salva vidas

Cuando el pescado se va a consumir crudo o semicrudo, la congelación es obligatoria. Las recomendaciones de AECOSAN incluyen:

  • Congelar a –20 °C o menos durante mínimo cinco días.

  • Usar frigoríficos con tres estrellas o más para asegurar la temperatura.

  • Comprar pescado ya congelado de proveedores que cumplan esta norma.

4. Preparaciones que requieren congelación

Algunas recetas tradicionales o internacionales deben seguir este paso:

  • Boquerones en vinagre, ceviche, sashimi o sushi.

  • Carpaccios y pescados marinados.

  • Huevas crudas, arenques o pescados ligeramente salados.

  • Pescado ahumado en frío.

5. Productos que no necesitan congelación

No todo el pescado requiere congelación:

  • Moluscos bivalvos: mejillones, ostras, almejas, coquinas.

  • Pescados de agua dulce: truchas, carpas.

  • Semiconservas y pescados curados: anchoas, bacalao, mojamas.

6. Legislación y responsabilidad

La UE y España obligan a que los productos de la pesca estén libres de parásitos visibles y que los establecimientos garanticen la seguridad de los alimentos crudos o semicocidos. Además, los consumidores tienen derecho a información sobre congelación previa.

7. Prevención: clave para disfrutar del pescado

La prevención del anisakis combina:

  • Elección de pescado limpio y fresco.

  • Cocción a temperaturas seguras.

  • Congelación adecuada cuando sea necesario.

Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de la merluza y otros pescados sin riesgos, equilibrando tradición culinaria y seguridad alimentaria.


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