València, 1 mar (OFFICIAL PRESS/EFE).- València demostró en septiembre de 2021 que podía celebrar sus fiestasmás internacionales y visitadas con todas las garantías sanitarias, dio un ejemplo de convivencia entre tradición, restricciones y ocio y allanó el terreno para que este marzo que ahora comienza sea otro hito del nuevo mundo pospandemia.
Con la multitudinaria y primaveral mascletà de este 1 de marzo, la primera del ciclo oficial fallero, la capital valenciana ha querido lanzar un mensaje claro, «No a la guerra» en solidaridad con Ucrania, como reza la gran pancarta que cuelga del balcón del Ayuntamiento, y otro recado a ciudades y pueblos que se volcaban hasta 2020 con sus fiestas tradicionales: las ganas de celebrar la vida, en sus múltiples expresiones, deben ganarle la batalla al coronavirus.
Y la plaza del Ayuntamiento de València, el «kilómetro cero» de ese Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que son las Fallas, ha sido este martes el reflejo de ese anhelo social por dejar atrás dos años de pandemia, una catástrofe mundial que, aunque no ha finalizado, da muestras de haber bajado un escalón y permite volver a vivir tradiciones festivas como las que habrá hasta el día de San José.
toni cortés
La última vez que esta plaza acogió una mascletà de las Fallas de marzo, los miles de personas que la abarrotaban aún no llevaban mascarilla ni podían imaginarse que ese coronavirus del que ya se hablaba iba a ser el protagonista absoluto de un mundo que dos años después ha cambiado la forma de cuidarnos y de relacionarnos con los demás, y que ha condicionado y afectado al propio sector fallero.
Del 1 al 5 de septiembre de 2021, tras las Fallas suspendidas de marzo de 2020 y las aplazadas de marzo de 2021, las mascletaes del ciclo oficial no se celebraron como es tradicional en la plaza del Ayuntamiento, debido a las restricciones por la covid-19, sino que se dispararon, sin aviso previo para no provocar aglomeraciones, en distintos emplazamientos de la ciudad.
El experimento funcionó -como otras innovaciones festivas de esas atípicas Fallas veraniegas- y ahora, el Ayuntamiento ha decidido retomar la tradición pirotécnica del epicentro fallero de la ciudad aunque también habrá disparos en otros barrios.
Este martes, a 20 grados y sin una nube, el estruendo de los 120 kilos de pólvora que ha disparado «al estilo tradicional» la Pirotecnia Peñarroja ha obrado el milagro: el público -no solo el presente que desde una hora antes colapsaba ya todas las calles aledañas del centro, sino el de toda la ciudad, tal es el ruido que provoca- ha olvidado por un momento todos sus problemas.
«Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà!» ha sido el ansiado grito que la fallera mayor de este año, Carmen Martín, acompañada por su homóloga infantil, Nerea López, y sus respectivas Cortes de Honor, ha espetado micrófono en mano y sin mascarilla -la única quitada de todo el abarrotado balcón consistorial- a las 14.01 minutos.
A partir de entonces, y durante casi seis minutos, el culto valenciano al estruendo ha sido la única banda sonora de la ciudad.
Ha comenzado con tres principios aéreos, acompañados de pitos, serpentinas, truenos, zumbadoras, craquers y «xiuladors», que han dado paso a retenciones terrestres, rodeadas “en todo momento” de fuego aéreo como preámbulo del terremoto final, con cuatro pases, el bombardeo aéreo y el remate final, que ha inundado la plaza de humo.
La ovación a Pepe Nebot y a su padre, responsables de la pirotécnica de la Vall d’Uixò (Castellón) que dispara habitualmente la primera mascletà del ciclo fallero desde 1997, ha sido unánime y así lo han disfrutado ambos cuando han subido después a saludar desde el balcón del Ayuntamiento, donde ha recibido también las felicitaciones del alcalde, Joan Ribó, y del resto de invitados.
«¡Era la mascletà que quería València después de la pandemia!», ha proclamado el pirotécnico a los micrófonos de À Punt nada más concluir el disparo, mostrando además la satisfacción por que todo haya salido según lo previsto; además, según la Cruz Roja, solo ha habido tres lipotimias entre el público, sin ninguna evacuación.
Entre las personas invitadas al balcón principal del Ayuntamiento para ver la mascletà estaban el presidente de la Academia española de Cine, Mariano Barroso, y la diputada socialista de la Asamblea de Madrid Hana Jalloul.
En declaraciones a la televisión autonómica valenciana, Barroso ha revelado que era la primera mascletà que veía en directo, ha admitido estar «impresionado e impactado» por la muchedumbre que convoca y ha asegurado que «seguro» que la gala de entrega de los Premios Goya vuelve «pronto» a València, después del éxito de la celebrada el mes pasado en el Palau de les Arts.
Fallece Julián Carabantes tras una caída desde 4 metros mientras colocaba una senyera de Valencia
Julián Carabantes, presidente de la Federación de Fallas del Marítimo y conocido por encarnar al murciélago del Valencia CF, ha fallecido tras sufrir un trágico accidente en Valencia. La comunidad fallera y deportiva lamenta profundamente la pérdida de una figura clave en la cultura popular valenciana.
Un accidente mientras colocaba una senyera valenciana
El fatal accidente ocurrió el martes 8 de julio de 2025 durante los preparativos de un acto vinculado al mundo fallero. Julián Carabantes, en un gesto de compromiso y entrega, intentaba colocar una senyera valenciana en lo alto de un escenario cuando cayó desde una escalera de aproximadamente 4 metros de altura.
El impacto le provocó un grave traumatismo craneoencefálico y un derrame cerebral. Fue trasladado de urgencia al Hospital Clínico de València, donde ingresó en estado crítico y permaneció en la UCI hasta que se confirmó su fallecimiento.
Líder de las Fallas del Marítimo y referente festivo
Carabantes fue elegido en 2022 como presidente de la Federación Agrupación de Fallas del Marítimo, integrada por 46 comisiones falleras. Su historia fallera comenzó en la Falla Barri Beteró, con más de 18 años de dedicación. En 2010 recibió el prestigioso “Bunyol d’or amb fulles de llorer i brillants”, máximo reconocimiento dentro del mundo fallero.
Hace solo cuatro días su agrupación del Marítimo publicaba esto en sus redes sociales:
Además de su faceta festiva, Julián Carabantes era también conocido por haber sido, desde 2001, la persona que daba vida al murciélago del Valencia CF, la mascota oficial del club.
Valencia llora la pérdida de Julián Carabantes
La noticia de su fallecimiento ha causado una profunda conmoción en el ámbito fallero, deportivo y social. Julián Carabantes representaba los valores de pasión, entrega y tradición valenciana. Hoy, Valencia pierde a uno de sus símbolos más queridos.
Desde aquí enviamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amistades y a todo el colectivo fallero. Descanse en paz.
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