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Cultura

Te sorprenderá saber quién es el autor de la famosa melodía de Nokia

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melodia Nokia

En el año 1992, cuando el mundo de la telefonía móvil iba aún en pañales, Nokia lanzó su modelo 1011. En el anuncio sonaba una música de guitarra clásica que muy pronto se iba a convertir en el mayor éxito de la historia en lo que a melodías de móviles se refiere.

A la compañía le gustó ese sonido y la marca finlandesa decidió utilizar una parte (por motivos de derechos de propiedad intelectual) de ese tema clásico titulado el “Gran Vals” para convertirlo, unos años más tarde, en la esencia musical de la empresa y de paso en la melodía de teléfono más popular de todos los tiempos.

Así en el año 1994 en su nueva campaña de publicidad ya aparecían los famosos compases 13-16 de ese “Gran Vals” que en el año 1999 fue renombrado como “Nokia Tune” o “Melodía Nokia”.

 

Pero, ¿quién es el autor de este súper éxito? ¿Quién está detrás de esa melodía de Nokia tan pegadiza?

Ese “Gran Vals” tan famoso, que ha dado la vuelta al mundo y que no deja de sonar, sonar y sonar en los móviles y las cabezas de todos, es obra del compositor de Villarreal, Francisco Tárrega, quién compuso la pieza en 1902. Está considerado como una de las figuras más importantes de la música española de todos los tiempos y es el padre de los fundamentos de la guitarra clásica del siglo XX. Durante su vida, Tárrega recorrió Europa mostrando su virtuoso talento con la guitarra, dando recitales en París y Londres.

Según se llegó calcular la “adaptación para móvil” de la obra de Tárrega se escucha en todo el planeta 1800 millones de veces por día, unas 20.000 veces por segundo.

Poco o nada se podía imaginar el compositor valenciano en su día, que su famoso vals sería escuchado muchas décadas después, por millones y millones de personas quedando inmortalizada parte de su obra en la eternidad de los avances tecnológicos.

Pero el talento de Tárrega no solo ha quedado inmortalizado en el sector de la comunicación telefónica. Otras marcas también usaron sus obras, como Häagen Dazs que utilizó un fragmento de «Lágrima»; mientras que otras piezas incluso se llegaron a convertir en auténticos éxitos publicitarios como es el caso del tema «Recuerdos de la Alhambra» que la compañía de salchichas Oscar Mayer convirtió en todo un himno.

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Cultura

Los secretos de la Casa Judía de València

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Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

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