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Noelia de Mingo, la doctora que mató a tres personas, condenada a 33 años de internamiento psiquiátrico

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Noelia de Mingo
Un momento del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid contra Noelia de Mingo, por agredir con un cuchillo de dos empleadas de un supermercado de El Molar en 2021. De Mingo ya fue condenada a 25 años de internamiento psiquiátrico por matar a tres personas en 2003. EFE/ Zipi
Madrid, 20 nov (OFFICIAL PRESS-EFE).- Noelia de Mingo, la doctora que mató a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz en 2003 y que este lunes ha sido juzgada por apuñalar a dos empleadas de un supermercado en El Molar (Madrid) en 2021, ha aceptado una condena de 33 años de internamiento, que continuará en el centro psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, en Alicante.

Fuentes jurídicas han informado a EFE de que De Mingo será trasladada entre hoy y mañana desde Madrid al psiquiátrico penitenciario alicantino, el único que hay en España de estas características junto al de Sevilla.

La Audiencia Provincial de Madrid tenía previsto celebrar este lunes el juicio a Noelia de Mingo por los hechos ocurridos el 20 de septiembre de 2021 en El Molar y por los que Fiscalía solicitaba para ella nueve años y nueve meses de prisión por dos delitos de homicidio en grado de tentativa y otro de atentado, si bien reclama que se le aplique la eximente incompleta de anomalía psíquica.

Condenada a 33 años de internamiento psiquiátrico

Por su parte las dos acusaciones particulares que ejercen las dos víctimas solicitaban que fueran condenada a 15 años de prisión por cada tentativa de asesinato, mientras que la defensa de Noelia de Mingo pedía que sea ingresada en un centro psiquiátrico por eximente completa debido a su enfermedad.

Antes del juicio la acusada ha llegado a una conformidad con la Fiscalía por la que reconoce los hechos y acepta una condena de quince años de internamiento por cada una de las dos tentativas de asesinato, y de tres años y un día por el delito de atentado a agente de la autoridad.

El acuerdo aprecia una eximente completa por anomalía psíquica y prevé además una libertad vigilada que consiste en no acercarse a las víctimas a menos de 500 metros durante cinco años ni entrar en El Molar durante ese mismo tiempo.

También estipula que de Mingo pague 110.000 euros a una de las víctimas y 50.000 a la otra.

El presidente de la Sala ha leído esta sentencia «in voce», en voz alta, y Noelia de Mingo, que ha permanecido engrilletada durante la vista, ha dicho que «si» entendía y estaba conforme con ella.

En este caso la Fiscalía defendía en su escrito de acusación que en el momento de los hechos la acusada «tenía una floración de su enfermedad mental (esquizofrenia paranoide) en la que la percepción y el entendimiento de la realidad estaban gravemente alterados y, por tanto, le limitaban sus capacidades intelectivas y volitivas, si bien no las abolía», considera el Ministerio Público.

Recuerda que ya en 2003 concurrió en la acusada una eximente completa de enajenación mental por tres delitos de asesinato, cuatro de tentativa y un delito de lesiones graves.

Noelia de Mingo

Noelia de Mingo fue condenada a 25 años de reclusión en centro psiquiátrico por el asesinato de tres personas en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en 2003, donde era doctora y donde comenzó a atacar a compañeros.

Quedó en libertad en octubre de 2017 por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, que, de acuerdo con el juez de Vigilancia Penitenciaria y los informes médicos y forenses, sustituyó el internamiento por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar.

Cuando llevaba cuatro años libre, el 20 de septiembre de 2021, ocurrieron los hechos que ahora reconoce: entró a un supermercado y, con un cuchillo que llevaba, apuñaló a una cajera y a otra trabajadora, tras lo que se enfrentó a los agentes que fueron a detenerla.

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Sucesos

15 años muerto en su casa sin que nadie lo notara: el caso de Antonio Famoso que ha conmocionado a Valencia

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Encuentran cadáver hombre 15 años muerto casa València
Calle Luis Fenollet de Valencia

El caso de Antonio Famoso: el hombre hallado momificado en Valencia tras 15 años muerto que había roto todo lazo familiar

Una soledad elegida: la historia detrás del hallazgo

El hallazgo del cadáver momificado de Antonio Famoso, un hombre de 86 años que llevaba 15 años muerto en su vivienda de Valencia, ha causado una profunda conmoción en la sociedad. Según informó Informativos Telecinco, su cuerpo fue encontrado entre basura, palomas muertas y excrementos tras unas filtraciones provocadas por las lluvias que alertaron a los vecinos y bomberos del edificio.

El caso ha despertado tanto tristeza como desconcierto: ¿cómo es posible que nadie lo echara en falta durante década y media? La respuesta parece residir en su historia personal marcada por el aislamiento y las rupturas familiares.


Antonio Famoso: un hombre que se alejó de todos

Antonio se separó de su mujer en 1990, y desde entonces, según detalla Informativos Telecinco, decidió romper por completo el contacto con sus dos hijos menores, de 13 y 14 años en aquel momento. Renunció a su custodia, dejándolos en la calle junto a su madre, mientras él permanecía solo en el piso de la calle Luis Fenollet, en el barrio de Patraix.

Con el paso del tiempo, la distancia se convirtió en un abismo. Cuando sus hijos cumplieron la mayoría de edad, fueron desheredados formalmente. Según recoge el diario Las Provincias, Antonio no volvió a interesarse por ellos: nunca hizo una llamada, ni envió una carta, ni dio señales de querer retomar la relación.

Ese aislamiento, que comenzó como una decisión personal, acabaría convirtiéndose en una soledad definitiva, tanto en vida como en la muerte.


15 años de silencio absoluto

Durante los años previos a su fallecimiento, los vecinos recuerdan a Antonio como un hombre huraño y reservado, que apenas hablaba con nadie pero que acudía puntualmente a las juntas de la comunidad. Algunos lo recuerdan bajando la basura o limpiando el rellano, pero de un día para otro dejó de aparecer.

Con el paso del tiempo, los pocos que aún lo recordaban pensaron que se habría trasladado a una residencia de mayores. Otros ni siquiera se dieron cuenta de su ausencia.

Según Informativos Telecinco, las cuentas bancarias y facturas de suministros seguían al día, lo que explica por qué nadie sospechó nada. El pago automático de los recibos permitió que el piso siguiera en aparente normalidad durante más de una década.


El hallazgo del cadáver

El descubrimiento se produjo tras las intensas lluvias torrenciales que afectaron a Valencia a principios de octubre de 2025. Los vecinos alertaron de filtraciones y malos olores, lo que llevó a los bomberos a entrar en el domicilio.

Allí encontraron el cuerpo de Antonio Famoso en el suelo, entre la cama y el armario, con la puerta cerrada desde dentro con pestillo. El cadáver, en avanzado estado de momificación, se hallaba rodeado de kilos de basura, restos de comida y palomas muertas.

Las autoridades creen que Antonio murió por causas naturales en torno al año 2010, y que la falta de ventilación, el clima seco y el cierre hermético del piso favorecieron el proceso de momificación natural del cuerpo.


Un caso que pone el foco en la soledad crónica

El caso de Antonio Famoso ha reabierto el debate sobre la soledad no deseada y el aislamiento social, un problema creciente en España. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 2,7 millones de personas mayores de 65 años viven solas, y de ellas, un 43% no tiene contacto diario con familiares o amigos.

Expertos en sociología y salud mental coinciden en que el aislamiento prolongado puede tener efectos devastadores, tanto físicos como psicológicos. No obstante, también existe una minoría de personas —como Antonio— que eligen vivir solas por decisión propia, sin desear contacto alguno.


Los vecinos: entre el desconcierto y la tristeza

Los residentes del edificio de la calle Luis Fenollet siguen conmocionados. “Nadie imaginaba algo así. Era una persona callada, pero siempre estaba al corriente de los pagos. Pensábamos que se había ido al pueblo o a un geriátrico”, contaba una vecina al ser entrevistada por medios locales.

Otro vecino recuerda que Antonio “nunca aceptaba ayuda” y que, aunque parecía autosuficiente, “vivía completamente encerrado en su mundo”.

Las autoridades locales, tras el levantamiento del cadáver, informaron que no existían denuncias de desaparición ni alertas familiares activas sobre él.


La paradoja de una vida invisible

El caso de Antonio Famoso simboliza la cara más extrema de la soledad urbana: un hombre que muere en su casa, sin que nadie lo eche en falta, y cuyos restos son descubiertos solo por accidente, quince años después.

Como señalan desde Informativos Telecinco, la investigación policial confirma que no hubo indicios de violencia ni robo, y que el piso permaneció cerrado todo este tiempo. Las llaves estaban puestas por dentro, y ningún familiar reclamó su paradero.

Para los expertos, casos como este evidencian la necesidad de reforzar las redes comunitarias y de detección social, especialmente entre personas mayores o con pocos vínculos familiares.


Soledad elegida o abandono social

Aunque Antonio parecía haber elegido la soledad, su historia también revela la ausencia de mecanismos de acompañamiento y seguimiento social. Desde servicios sociales de Valencia reconocen que “existen protocolos para detectar casos de aislamiento, pero muchos no llegan a activarse porque el entorno ignora la situación”.

Los vecinos han pedido que el Ayuntamiento estudie el caso como ejemplo de prevención de la exclusión social silenciosa, un fenómeno que crece en las grandes ciudades y que afecta especialmente a personas mayores de 70 años.


Un final triste para una vida marcada por el aislamiento

El cuerpo de Antonio Famoso fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se le practicó la autopsia. Según los informes iniciales, no hay signos de violencia, y la muerte se produjo de manera natural hace más de una década.

Sus hijos, desheredados y sin contacto con él desde hace más de 30 años, no han reclamado aún los restos. El Ayuntamiento estudia la posibilidad de enterrarlo en una fosa municipal, mientras el vecindario intenta asimilar lo ocurrido.


El caso de Antonio Famoso, que ha impactado a toda España, no solo muestra la historia de un hombre que eligió desaparecer, sino también la de una sociedad que —a veces— no ve la soledad hasta que se convierte en tragedia.

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