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El perfil del ciberacosador sexual: La mayoría son veinteañeros y actúan así

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El perfil del ciberacosador sexual

València, 7 dic (EFE).- «Los ciberacosadores no son cincuentones feos y solitarios. Al contrario, la mayoría son veinteañeros, incluso bien parecidos, que acosan simultáneamente a 15 o 20 menores”, ha explicado el subinspector Eduardo Casas en la I Jornada StopOnSexgroom, organizada por la Universitat Politècnica de València en la que se ha hablado sobre el perfil del ciberacosador sexual.

Lingüistas, psicólogos, docentes, criminólogos, policías, abogados y juristas han coincidido en que el ciberacoso sexual a menores, también llamado OG por sus siglas en inglés (Online Grooming) es un fenómeno complejo y multicausal, en el que hace falta todavía mucha investigación, sobre todo, científica.

A juicio de estos especialistas, según ha informado la UPV, «abundan los mitos y los prejuicios en la recreación que la sociedad hace de delitos como el ciberacoso sexual a menores y de los perfiles de los criminales».

Las víctimas de los ciberacosadores

Sobre las víctimas, las estadísticas indican que la mayoría son chicas (“pensemos en esa alumna que antes sacaba dieces y ahora saca cuatros, que es huidiza y llora sin motivos”, ha apuntado el subinspector); pero se dan también muchos casos de chicos.

Se ha detectado que ellos mandan fotos desnudos con más facilidad que ellas, quizás porque la sociedad no ha sido tan insistente a la hora de prevenirlos contra eso, concluyen estos expertos.

“A ello, se suma que, por definición, un adolescente cree que lo sabe todo. Y que puede con todo. Piensa que tiene el control y, cuando se da cuenta de que no, llega la culpa y no se atreve a contarlo. Se han visto casos más rápidos y más graves cuando la víctima es un niño”, ha manifestado Eduardo Casas.

Nuria Lorenzo-Dus, lingüista de la Universidad de Swansea (Gales, Reino Unido), es experta en comunicación digital en contextos de criminalidad y lleva años analizando el acoso como un proceso de engaño y de manipulación comunicativa.

El perfil del ciberacosador sexual

“Hemos examinado miles de conversaciones y hemos comprobado que el ciberacosador sexual despliega un sofisticado arsenal de tácticas de embaucamiento. Es un proceso dividido en fases no secuenciales, donde todo se solapa y puede resultar muy cambiante, lo que hace que su estudio sea aún más difícil”.

“Los ciberacosadores sexuales”, ha continuado Lorenzo-Dus, “se hacen pasar por menores (aunque no siempre) y se ganan la confianza de su victima, interesándose por sus aficiones y adulándola por cualquier motivo. Más tarde, tratan de aislarla, criticando a su entorno (familia y amistades) y convenciéndola de que la relación que mantienen es única y mejor que cualquier otra».

«Entonces llegan las exigencias, a veces en un estilo educado e indirecto –siempre sin perder el control porque, al fin y al cabo, ciberacosador se debe a su motivo delictivo– y otras, de forma mucho más explícita y con amenazas».

Los expertos destacan que hay mucho trabajo por delante y creen que «las familias son muy descuidadas. Deben concienciarse de que el teléfono móvil no es un juguete».

«Menores de 10 años que todavía no van solos al Mercadona ya tienen un móvil, que es mucho más peligroso«, ha recordado José A. Martínez Ferrando, profesor del IES Clara Campoamor de Alaquàs.

“Las familias deben tener no una, sino muchas conversaciones incómodas. Hay que mantener un diálogo constante. Los menores que tienen confianza con su familia están más protegidos”, ha señalado José Luís Castán, doctor en Pedagogía e inspector jefe de Educación de Teruel.

“Por su parte, los docentes deben asumir ya que el ciberacoso sexual entra en sus competencias. De hecho, el bajo rendimiento escolar es uno de los primeros indicios: recordemos que la mayoría de los contactos se producen entre las 0 y las 6 h. y que, cuando un adolescente se queda despierto toda la noche, pasa factura”.

Los expertos abogan por la investigación. “Ciencia, ciencia y ciencia. Los criminales siempre van por delante de nosotros. Por eso, necesitamos la colaboración de las universidades: para que analicen las conversaciones, ayuden a crear perfiles, mejoren los protocolos y produzcan herramientas capaces de identificar, en tiempo real, cómo de malos son los malos”, ha concluido José Luis González, jefe del Área de Estudios y Formación de la Dirección General de Coordinación y Estudios (Ministerio del Interior).

La I Jornada StopOnSexgroom forma parte del proyecto AICO/2020/166, financiado por la Generalitat Valenciana, en el que participan la Universitat Politècnica de València, la Universidad de Swansea y la Universitat de València, y cuya investigadora principal es Carmen Pérez Sabater, profesora del Departamento de Lingüística Aplicada (UPV).

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El día más corto del año: cuándo es el solsticio de invierno en 2025 y por qué es tan importante

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FREEPIK ARCHIVO

Cada mes de diciembre, el calendario señala una fecha clave que va mucho más allá de una simple curiosidad astronómica. El solsticio de invierno marca el día con menos horas de luz del año y simboliza un punto de inflexión natural: a partir de ese instante, las jornadas comienzan a alargarse de forma progresiva, aunque casi imperceptible al principio.

Este fenómeno, seguido desde hace miles de años por civilizaciones de todo el mundo, continúa despertando interés tanto por su significado científico como por su carga simbólica. En 2025, el solsticio volverá a producirse puntualmente en diciembre, dando inicio al invierno astronómico en el hemisferio norte.

¿Cuándo se produce el solsticio de invierno en 2025?

En 2025, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 15:03 horas (hora peninsular española). Es importante matizar que el solsticio no dura un día entero, sino que es un instante exacto, el momento en el que el Sol alcanza su menor altura aparente sobre el horizonte en el hemisferio norte.

Desde ese preciso segundo, la duración del día empieza a aumentar poco a poco. Aunque durante los días posteriores el amanecer aún puede retrasarse ligeramente, el número total de minutos de luz diurna comienza a crecer, marcando el inicio del llamado “retorno de la luz”.

Qué ocurre exactamente durante el solsticio de invierno

La palabra solsticio procede del latín sol (Sol) y sistere (detenerse), y hace referencia a la sensación de que el Sol “se detiene” en su recorrido antes de invertir su trayectoria aparente.

La explicación científica

El fenómeno se explica por la inclinación del eje terrestre, que se mantiene en unos 23,5 grados respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es la responsable de que las estaciones existan y de que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año.

Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte:

  • El Sol se sitúa perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur.

  • En el sur se vive el día más largo del año.

  • En el norte se registra la noche más larga y el día más corto.

Por qué la fecha del solsticio cambia cada año

Aunque suele producirse entre el 20 y el 22 de diciembre, el solsticio de invierno no cae siempre el mismo día ni a la misma hora. La razón está en que el calendario gregoriano no encaja de forma perfecta con el año solar real.

La Tierra tarda aproximadamente 365 días y casi seis horas en completar una órbita alrededor del Sol. Ese desfase se corrige con los años bisiestos, que añaden un día extra cada cuatro años. Además, influyen otros factores como:

  • Pequeñas variaciones en la órbita terrestre.

  • La precesión del eje terrestre, un lento movimiento similar al de una peonza.

Todo ello provoca ligeros cambios en la fecha y hora exactas de los solsticios a lo largo del tiempo.

El día más corto del año según la latitud

El impacto del solsticio no se percibe de la misma forma en todos los lugares del planeta. La duración del día depende directamente de la latitud:

  • En España, el 21 de diciembre de 2025:

    • En Madrid, el día durará algo más de nueve horas.

    • En el norte peninsular, la luz será todavía más escasa.

  • En latitudes próximas al Círculo Polar Ártico, el Sol no llega a salir, dando lugar a la conocida noche polar, visible en zonas de Noruega, Finlandia o Islandia.

Cuanto más al norte, menos horas de luz; cuanto más al sur, mayor duración del día durante el solsticio invernal del hemisferio norte.

¿El solsticio marca realmente el inicio del invierno?

Esta es una de las dudas más habituales. Existen dos formas oficiales de definir las estaciones, y ambas conviven:

Invierno meteorológico

  • Se basa en criterios climáticos y estadísticos.

  • Tiene fechas fijas.

  • Comienza el 1 de diciembre y termina el 28 o 29 de febrero.

Invierno astronómico

  • Depende de la posición de la Tierra respecto al Sol.

  • Comienza con el solsticio de invierno.

  • Finaliza con el equinoccio de primavera.

Por eso, aunque muchas previsiones meteorológicas hablan de invierno desde principios de diciembre, el invierno astronómico no arranca hasta que se produce el solsticio.

El solsticio a lo largo de la historia y su simbolismo

El solsticio de invierno ha sido observado, medido y celebrado desde la antigüedad. Numerosas culturas lo consideraban un momento sagrado ligado a la renovación y al ciclo de la vida.

Monumentos como:

  • Stonehenge, en Reino Unido.

  • El Templo del Sol de Machu Picchu, en Perú.

están alineados con la posición del Sol durante el solsticio, lo que demuestra la importancia que este evento tenía para los calendarios agrícolas, los rituales religiosos y la organización social.

Un punto de inflexión en el año

Hoy, aunque la ciencia ha explicado con precisión qué ocurre durante el solsticio de invierno, su significado sigue intacto. Representa el final del descenso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo, un recordatorio natural de que incluso tras el día más oscuro del año, la claridad siempre regresa poco a poco.

El 21 de diciembre de 2025 volverá a marcar ese instante exacto en el que el Sol “se detiene” para empezar, lentamente, a ganar altura en el cielo.

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