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¿Por qué se sueltan solos los cordones de las zapatillas?

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¿Por qué se sueltan solos los cordones de las zapatillas?

¿A quién no se le han desatado los cordones de las zapatillas o de los zapatos alguna vez? Aunque los aprietes, pueden soltarse. Uno sabe lo molesto que, sobre todo, cuando se hace deporte supone esto. Pero, hay una razón científica que explica este hecho. No es casual. Incluso cuando se realizan nudos más sofisticados. La razón está en las fuerzas dinámicas que hacen como si se estirase de cada uno de los extremos de los mismos y que provoca que se desaten.

¿Cómo se ha descubierto? Pues muy sencillo: unos científicos grabaron a cámara lenta los cordones  y comprobaron que éstos están sometidos a una combinación de fuerzas: la primera la que supone el golpeo del pie en el suelo; el segundo, la sacudida que se produce en los cordones a consecuencia de las pisadas.

Y este es el proceso que explica porque se desatan solos la mayoría de los cordones. Los que no están bien atados lo harán rápidamente, y los que si lo están, tardarán bastante más, pero aún así acabarán deshaciéndose. Lo que queda por descubrir es, en todo caso, por qué los cordones con nudos más sofisticados no lo hacen. Y, de acuerdo con lo publicado en la revista EurekAlert, seguirá investigando la razón por la que dichos nudos son más resistentes.

¿Qué hacer para que no se desaten los cordones?

Para evitar que los cordones se desaten, la gente suele atarse los cordones con un nudo doble. Esto hace que deshacer el nudo sea más difícil de forma que, no sólo, los niños tengan que luchar por quitarse los zapatos.

La suelta de los cordones de las zapatillas puede deberse a varias razones, y a menudo es una combinación de factores.

  1. Nudo mal hecho: Si los cordones no se atan correctamente, es más probable que se suelten. Un nudo mal hecho o flojo permite que la tensión en los cordones afloje con el tiempo.
  2. Tipo de nudo: Algunos tipos de nudos son más propensos a deshacerse que otros. Por ejemplo, el nudo simple puede ser menos efectivo que el nudo doble o el nudo de doble lazo, que son más seguros.
  3. Longitud incorrecta de los cordones: Si los cordones son demasiado largos, es más probable que se deshagan. Un exceso de longitud crea más oportunidades para que los extremos sueltos se deslizen fuera del nudo.
  4. Material de los cordones: Algunos materiales de cordones tienen más fricción que otros. Los cordones más resbaladizos o que no se sostienen bien pueden contribuir a que se deshagan.
  5. Actividad intensa: Movimientos repetitivos, fricción constante o actividades físicas intensas pueden causar que los cordones se deshagan más fácilmente. Esto es especialmente cierto si los cordones están sometidos a tensiones y torsiones constantes.
  6. Desgaste y envejecimiento: Los cordones viejos y desgastados son más propensos a perder su elasticidad y a deshacerse. El material puede volverse más frágil con el tiempo, lo que dificulta que el nudo se mantenga firme.
  7. Tipo de calzado: Algunos tipos de zapatillas, como las que tienen ojales más grandes o cordones más resbaladizos, pueden ser más propensas a que los nudos se suelten.
  8. Falta de ajuste inicial: Si los cordones no se ajustan adecuadamente desde el principio, es más probable que se aflojen con el tiempo. Asegurarse de que los cordones estén bien ajustados antes de atarlos puede marcar la diferencia.

Para evitar que los cordones de las zapatillas se suelten, es recomendable atarlos con un nudo doble o con un nudo de doble lazo. También es importante asegurarse de que la longitud de los cordones sea la adecuada y que estén en buen estado. En algunos casos, cambiar los cordones por unos nuevos y de mejor calidad puede mejorar la retención del nudo.

 

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La vuelta al trabajo un lunes 1 de septiembre: cómo afrontar el lunes más largo del año

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lunes más largo del año
FREEPICK

El 1 de septiembre marca tradicionalmente el final del verano y el inicio de un nuevo ciclo laboral y académico. Cuando esta fecha coincide en lunes, se convierte en el que muchos consideran el lunes más largo del año, un día cargado de emociones, obligaciones y sensación de vuelta a la rutina.

Mientras que para algunos es un momento de motivación y nuevos comienzos, para otros se traduce en ansiedad, tristeza posvacacional y una carga de trabajo acumulada. A continuación, exploramos por qué este día es tan especial, cómo afrontarlo y qué estrategias pueden ayudarte a superarlo con éxito.


¿Por qué el 1 de septiembre es el “lunes más largo del año”?

Fin del verano y vuelta a la rutina

Tras semanas de vacaciones, horarios flexibles y descanso, regresar al trabajo supone un choque con la rutina. El cambio brusco de ocio a obligaciones puede hacer que el lunes 1 de septiembre se perciba como interminable.

Reencuentro con la carga laboral

Durante agosto, muchas empresas funcionan a medio gas. Cuando llega septiembre, se acumulan correos, reuniones pendientes y proyectos que arrancan, lo que incrementa la sensación de estrés y sobrecarga laboral.

Síndrome posvacacional

Los psicólogos definen el síndrome posvacacional como el conjunto de síntomas (cansancio, apatía, irritabilidad, dificultad para concentrarse) que aparecen tras las vacaciones. Suelen durar entre 2 y 15 días, pero cuando el regreso coincide con un lunes 1 de septiembre, se acentúan.

Cambio estacional

Septiembre trae consigo menos horas de luz y un clima más inestable. Estos factores influyen en el estado de ánimo, potenciando la percepción de que el lunes es más largo y cuesta más enfrentarlo.


Cómo afrontar el lunes 1 de septiembre con éxito

1. Preparar el regreso con antelación

No dejes todo para el mismo día. Planifica tu vuelta revisando correos, agenda y tareas prioritarias unos días antes. Esto reducirá la saturación del lunes.

2. Recuperar rutinas de sueño

Dormir bien es clave. Una semana antes, ajusta tus horarios de descanso para que el lunes tu cuerpo ya esté habituado al nuevo ritmo.

3. Empezar con metas realistas

No intentes abarcarlo todo en el primer día. Divide las tareas en bloques, prioriza lo urgente y deja lo secundario para el resto de la semana.

4. Incorporar pausas activas

Levántate, camina, estira o haz respiraciones profundas cada dos horas. Las pausas activas ayudan a despejar la mente y a mantener la productividad.

5. Mantener hábitos saludables

Una alimentación equilibrada, hidratación suficiente y algo de ejercicio físico marcarán la diferencia para sobrellevar el cansancio. Un paseo al terminar la jornada laboral puede ser el mejor antídoto contra el estrés.

6. Buscar motivaciones

Plantearse pequeños objetivos o recompensas puede ayudar. Organiza un plan agradable para la tarde (salir a cenar, ver una película, practicar un hobby) y así tendrás un incentivo al finalizar el día.


Consejos extra para empresas y equipos de trabajo

El lunes 1 de septiembre también supone un reto para empresas y directivos. Algunas recomendaciones para mejorar la adaptación de los equipos son:

  • Evitar programar reuniones maratonianas el primer día.

  • Fomentar un ambiente positivo con actividades de reencuentro y motivación.

  • Ofrecer flexibilidad horaria la primera semana para facilitar la adaptación.

  • Cuidar la comunicación interna, compartiendo objetivos claros y alcanzables.

Un equipo que se siente acompañado afrontará mejor la cuesta de septiembre.


Transformar el lunes más largo en una oportunidad

Aunque el lunes 1 de septiembre puede percibirse como el más largo del año, también puede convertirse en una oportunidad de renovación personal y profesional. Es el momento perfecto para:

  • Replantearse hábitos laborales.

  • Organizar mejor el tiempo.

  • Establecer metas de crecimiento a corto y medio plazo.

  • Recuperar la motivación con proyectos nuevos.


Conclusión: un lunes de retos y nuevas oportunidades

El lunes 1 de septiembre simboliza el regreso a la rutina y, con él, el desafío de adaptarnos después de las vacaciones. Afrontarlo con organización, hábitos saludables y una mentalidad positiva puede marcar la diferencia entre un día interminable y un nuevo comienzo lleno de oportunidades.

Más que el lunes más largo del año, puede ser el inicio de un ciclo renovado que nos prepare para el resto del otoño.

 

 

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