Salud y Bienestar
Cómo practicar running de manera saludable y evitar lesiones
Publicado
hace 3 mesesen
Cómo practicar running de manera saludable y evitar lesiones es el principal objetivo de los corredores. Es una de las prácticas deportivas a nivel amateur que más ha crecido en los últimos años.
No se trata sólo de salir a correr, sino de hacerlo siguiendo una serie de indicaciones que van a evitar lesiones y otros posibles problemas para la salud.
Como práctica deportiva es muy positiva, pero no se puede hacer de cualquier manera y que no se trata de simplemente ponerse unas zapatillas y salir a correr.
Por ello, desde el Hospital Vithas La Salud el Dr. Felipe Segura, especialista en medicina deportiva y responsable del área en Vithas Granada, traslada las indicaciones más importantes.
Practicar running de manera saludable
Correr es sano, hacer deporte siempre es sano y además el running es un deporte aeróbico, pero hay que correr con cabeza.
No se puede empezar y desde el primer momento lanzarse a la distancia que se le ocurra a cada persona.
No se pueden correr 7 kilómetros el primer día.
El hecho de correr, al igual que otras prácticas deportivas, incide el Doctor Segura, debe estar dirigido por un preparador físico.
Es recomendable hacer una serie de pruebas, realizando una valoración médica, en la que en primer lugar se vea la situación basal de forma.
El médico especialista tendrá que valorar si existen patologías que puedan suponer que correr esté contraindicado en algunos casos.
¿Qué tipo de pruebas se realizan?
Una primera prueba de tipo funcional para conocer el estado basal de inicio, y en base a los resultados poder iniciar el entrenamiento, pero siempre guiado por un monitor o un preparador físico.
La situación ideal es que ese preparador físico esté en contacto con un médico del deporte, para ir marcando las pautas de entreno.
Aproximadamente cuando se llevan unos seis meses ya trabajando, habría que volver a hacer una valoración funcional que sirva para ir viendo la evolución y valorarla.
Una prueba de esfuerzo con la que analizar el estado cardio-circulatorio del corredor o corredora, con consumo de gases y análisis clínicos.
Con estas pruebas tendríamos una base perfecta para ir controlando la práctica deportiva, en este caso, para correr.
Cuestiones a tener en cuenta
Es necesario saber el estado real de forma del que se parte y hasta dónde se puede llegar.
Se va a exponer el cuerpo a un límite para el que puede no estar preparado, por lo que para evitar problemas mayores.
Los límites se deben de ir marcando de forma científica, teniendo en cuenta que influyen variables diferentes como son la edad, el sexo, el peso, etc.
Estas pruebas son las que ayudan a tener una base científica y adaptada a cada persona para poder programar el entrenamiento específico de forma individualizada.
Beneficios del running
El Doctor Segura Ortiz considera el running como muy saludable, ya que mejora la capacidad aeróbica, la capacidad cardio-pulmonar, se quema grasa y por tanto se pierde peso.
Como todo deporte debe ir asociado a una buena alimentación y compaginarlo con un trabajo muscular en el que se trabaje la fuerza.
En cuanto al tiempo recomendable: mantener una frecuencia cardiaca elevada durante al menos 20 minutos.
A partir de aquí, ya dependerá del tipo de objetivo que se pueda marcar la persona en concreto, pero siempre de forma controlada y supervisada por un especialista.
¿Es importante el terreno por el que se corre?
Adecuar el tipo de calzado al terreno por el que se va a correr, ya sea asfalto, tierra, hierba, pista, etc.
Buscar un terreno que no sea excesivamente duro y buscar una buena zapatilla deportiva y si se quiere, también se puede hacer un estudio de la morfología del pie, y del estilo de correr.
¿Es bueno utilizar plantillas para correr?
Es complicado utilizar plantillas estándar de las que se pueden encontrar en el mercado, porque no se puede generalizar, sino que depende de cada persona, de su forma de pie, de su pisada, etc.
La recomendación es visitar a un podólogo y que este sea quien recomiende o no, la utilización de plantillas, y por supuesto adaptadas especialmente a cada persona.
Las genéricas que existen, tal vez puedan ir bien para caminar o para un uso cotidiano, pero para correr no se deben utilizar este tipo, ya que es una cuestión delicada, porque puede afectar hasta a la columna, porque cualquier mínima variación en la forma de apoyar el pie, mecánicamente influye a nivel del tobillo, de la rodilla, se modifica la pisada lo que incluso puede modificar la propia estructura corporal y se pueden provocar lesiones incluso graves.
¿Hay que comer o beber para poder correr?
Es fundamental cuidar mucho la hidratación.
45 minutos antes de empezar a correr, es recomendable haber ingerido hidratos de carbono, y al finalizar rehidratarse y hacer una reposición electrolítica y de carbohidratos para reponer lo perdido durante la carrera.
En el caso de distancias largas como una maratón o media maratón si será necesario durante la carrera ingerir líquidos.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 1 díaen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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