Salud y Bienestar
Productos con CBD ¿Son tan buenos como muchas personas aseguran?
Publicado
hace 3 añosen
Probablemente ya hayas oído hablar de alguna forma de los beneficios de los productos fabricados con CBD. Sea así o no, presta mucha atención a este artículo ya que profundizaremos en las aplicaciones que tienen los aceites obtenidos a partir de este componente natural.
Para empezar ¿qué es eso del CBD?
El CBD, o cannabidiol, es un cannabinoide que se encuentra en la planta del cannabis. Al igual que otros fitocannabinoides (cannabinoides derivados de las plantas), el CBD tiene la capacidad de interactuar con el sistema endocannabinoide (SCE) de seres humanos y animales.
El SCE es un sistema regulador compuesto por dos tipos de endocannabinoides producidos internamente (anandamida y 2-AG), dos tipos de receptores (CB1 y CB2) y enzimas que ayudan a sintetizar, transportar y metabolizar los cannabinoides en todo el cuerpo.
Los cannabinoides que se encuentran en el cannabis tienen la capacidad de interactuar con nuestro sistema endocannabinoide debido a su similitud molecular con los que produce el propio cuerpo. El CBD, por ejemplo, se ha demostrado que interactúa con los receptores de serotonina, GABA y TRPV1.
Cuando el CBD interactúa con estos receptores, tiene el potencial de impactar en una variedad de procesos corporales, incluyendo la inflamación, el dolor, el sueño, el apetito, la memoria, el estrés y mucho más.
¿Cómo se emplean los productos derivados del CBD?
Al igual que con cualquier suplemento, es muy importante dosificar correctamente el CBD. Por desgracia, encontrar la dosis correcta de CBD puede ser confuso, ya que las dosis varían en función de:
- El peso de la persona
- La potencia del suplemento de CBD
- La vía de administración
- El efecto deseado
Encontrar la dosis adecuada es un proceso de prueba y error. Por lo tanto, siempre es recomendable empezar con la dosis mínima e ir aumentando gradualmente hasta llegar a un «punto óptimo».
Aunque en muchos países está permitida su ingestión, en España se prohíbe, por lo que, prestando atención a las recomendaciones sanitarias, no aconsejaremos consumirlo ni por vía oral ni inhalado, a pesar de que hay productos especialmente fabricados para ello.
En nuestro país lo habitual es usarlo por vía tópica a partir de aceite de CBD en alguna de sus distintas variedades. Principalmente se diferencian en la concentración del cannabinoide en la fórmula del producto, siendo posible comprar aceite CBD 10% en adelante y hasta el 50%.
También existen otros productos tópicos de CBD como bálsamos, cremas o lubricantes. Ninguno de ellos entra directamente en el torrente sanguíneo como sucedería con el empleo de CBD oral o vaporizado. En su lugar, actúan sobre los receptores de la piel y pueden utilizarse varias veces al día según sea necesario.
Para obtener los mejores resultados, deberá de asegurarse de seguir las instrucciones que vienen con su producto en particular. Además, recuerda primero probar cualquier producto de CBD en una pequeña sección de tu piel para medir la reacción y evitar posibles alergias.
¿Tiene el CBD efectos secundarios?
Los efectos secundarios son un aspecto importante cuando se toma un nuevo suplemento, también en el que nos ocupa. Por suerte, el CBD no suele producir efectos secundarios. Y en el raro caso de que lo haga, son muy leves y fáciles de controlar con una dosis adecuada.
Los efectos secundarios más habituales del CBD pueden ser:
- Cansancio
- Diarrea
- Cambios de apetito/peso
En casos muy raros, algunas personas han notado los siguientes efectos secundarios del CBD:
- Dolores de cabeza
- Boca seca
- Mareo/somnolencia
- Presión arterial baja
También es necesario aclarar algo sobre lo que suelen surgir muchas dudas entre las personas que se interesan por el CBD. Y es que existe mucha información errónea sobre el perfil psicoactivo de estos productos. Hablamos de si existen efectos psicoactivos.
En primer lugar, el CBD no produce el efecto asociado al cannabis. Este «subidón» se debe a otro cannabinoide, el THC, el componente embriagador que se encuentra en la marihuana. La mayoría de los suplementos de CBD se derivan del cáñamo, una variedad de cannabis criada con fines industriales que sólo contiene trazas de THC. Legalmente, ningún producto puede tener una concentración superior al 0,2% de THC, lo cual es completamente inocuo.
¿Cuáles son sus beneficios?
El sistema endocannabinoide está implicado en la gestión de una gran variedad de procesos corporales, desde la memoria y el sueño hasta la inflamación. Todavía hay mucho que no sabemos sobre el CBD y los demás componentes del cannabis. Sin embargo, las primeras investigaciones sugieren que el CBD puede influir:
- El dolor, tanto neuropático como inflamatorio
- La ansiedad y el estrés
- La depresión
- La inflamación crónica
- El apetito y el metabolismo
- El insomnio
- Convulsiones y temblores
- Vómitos y náuseas
Aunque se discute mucho sobre el potencial médico del CBD, también puede ser un gran suplemento diario para quienes gozan de buena salud en general. Se ha demostrado que numerosos componentes del cannabis promueven la homeostasis, un estado de equilibrio que mantiene al cuerpo funcionando de forma óptima. Incluso hay muchas personas que usan diariamente el CBD para dormir y mejorar su descanso nocturno.
Si planeas consumir CBD, consulta siempre a tu médico sobre cómo y por qué piensas consumirlo. Además, recuerda prestar mucha atención a la dosis y al método de administración para asegurarte de encontrar la mejor dosis para ti.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 2 díasen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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