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Raúl Puerta, Fallero Mayor: «Antes o después veremos a hombres en la Corte de Honor, es inevitable»

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Raúl Puerta, Fallero Mayor
Raúl Puerta, Fallero Mayor de Borrull-Socors

La falla Borrull-Socors acaba de hacer historia al nombrar al primer fallero mayor de la ciudad de Valencia. Raúl Puerta murciano de 34 años, que vive desde hace dos en Valencia, es el primer fallero mayor de la ciudad. Su comisión, Borrull-Socors, con los estatutos revisados ​​hace cinco años, le ha dado el pasaporte a la máxima representación fallera.

Official Press ha hablado con él.

Raúl Puerta, Fallero Mayor

La falla Borrull-Socors es la primera de Valencia en tener un Fallero Mayor

La igualdad siempre ha sido un pilar fundamental en la falla junto a la inclusión y la sostenibilidad. Hace cinco años se revisaron los estatutos y se decidió eliminar toda la terminología que podría considerarse sexista. Eso supuso cambiar por ejemplo el término presidente o secretario por presidencia o secretaría. Cuando se llegó al término de fallera mayor se optó por sustituirlo por el de representación mayor que es un término más inclusivo. Y este cambio abría la puerta a que un hombre también pudiera ocupar el máximo cargo de representación de la falla..

¿En qué momento decides que quieres ser Fallero Mayor?

Yo entonces no era fallero de Borrull-Socors. Me apunté a la falla hace tres años y la verdad es que cuando lo hice ni siquiera conocía que la falla había modificado sus estatutos en este sentido. Por lo tanto, ser el máximo representante de la falla ni se me había pasado por la cabeza. Pero una vez que me apunté, los falleros y falleras medio en broma o medio en serio me planteaban «oye, por qué no eres tú el primero; por qué no das el paso» y poco a poco se fue fraguando la idea hasta este año que por fin se han dado las circunstancias y he podido dar el paso.

¿Qué significa para ti ser Fallero Mayor?

Para mí como fallero lo más importante de la fiesta son las fallas, las fallas en sí, la falla monumento. La verdad es que el mundo peinetero o de falleras mayores no me había interesado demasiado hasta ahora. Así que en realidad no puedo decir que en mi mente siempre haya estado la idea de ser fallera mayor o fallero mayor en este caso. Es verdad que cuando se me mete la idea en mi cabeza, con el apoyo de mi comisión poco a poco la idea me va ilusionando. Como fallero que he sido siempre (antes de esta falla yo pertenecía a otra falla) considero que las fallas son una parte fundamental de mi vida y ser la persona que ostenta la máxima representación de la falla pues es todo un honor. Pero no es una idea que haya estado siempre en mi mente ni mucho menos.

Tus primeros recuerdos como fallero

Yo soy murciano. Nací en Murcia, he vivido toda mi vida en Murcia. Pero con cuatro años mis padres me trajeron a Valencia en fallas a visitar a mi tío que vivía aquí. Y fue un flechazo, me enamoré de la fiesta en especial de la falla en sí. Esas esculturas y figuras gigantes de cartón piedra me fascinaron y casi que me obsesioné siendo muy pequeñito con las fallas. Así que desde entonces insistía muchísimo a mis padres para volver siempre en fallas y era tan pesado que venía siempre. Desde entonces hasta ahora todos los años aquí en Valencia en fallas. Cuando ya cumplí 18 años a través de una amiga de un amigo me apunté a la Falla Guillem de Castro – Triador que ha sido mi falla durante nueve años. Pero me lo tuve que dejar por la oposición; yo soy funcionario y y los años de oposición fueron años muy duros en los que apenas tenía tiempo para nada más que estudiar. Y hace tres años que retomé el tema de la falla me apunté a Borrull-Socors y aquí estamos.

¿Qué sientes estos días en los que eres noticia?

Yo esto sobre todo lo hago porque me apetece. En primer lugar porque me apetece, porque me hace ilusión. También porque mi falla me lo permite. También indudablemente porque estoy poniendo mi granito de arena para eliminar ciertos sesgos sexistas. No está bien que siga habiendo estos sesgos en los símbolos que rodean a las fallas. Creo que es importante apostar por la igualdad, luchar por la igualdad y creo que las fallas si no quieren quedarse atrás tienen que hacer esa apertura, tienen que adaptarse a los tiempos que corren y tienen que hacer que la igualdad abarque todos los ámbitos de las fallas.

¿Es un punto de inflexión?

Yo no sé si esto va a ser un punto de inflexión no me atrevo a decir tanto yo sí que creo que estamos poniendo desde la falla Borrull- Socors un pequeño granito de arena en la lucha por la igualdad desde luego yo creo que el hecho de tener la figura el presidente del presidente hasta hace poco hasta hace poco cargos ostentados únicamente por hombres que es la figura dirigente y por otro lado la figura de la fallera mayor la ciudad representativa que se ensalza esta diferenciación en cierto sentido es sexista.  Afortunadamente cada vez hay más mujeres presidentas y así ha de ser pero aún faltaba la otra parte y yo creo que he dado ese paso.  Sí que es verdad que creo, o al menos es mi intención, estamos haciendo que la igualdad avance en todos los ámbitos de la fiesta, lo que es fundamental. Si las fallas no son capaces de dar este paso probablemente se quedarán atrás y si se quedan atrás estaría en peligro hasta su propia supervivencia porque una fiesta que no se adapta a los tiempos es una fiesta muerta las tradiciones tienen que evolucionar también.

¿Es un momento histórico?

El hecho de que por primera vez un hombre ocupe el cargo de fallero mayor en una falla es un buen momento para reabrir algunos debates que aunque algunos o algunas intenten decir que no, están ahí. Tal vez es un buen momento para replantearse que la igualdad realmente se integre en el reglamento fallero y modificar los cargos representativos de la falla y de la fiesta incluso a nivel de toda Valencia.

¿Tienes ya el traje?

Sí, la indumentaria la tengo toda preparada. Me he ido sumergiendo en el mundo de la indumentaria en estos últimos años. En Murcia tenemos un traje regional muy parecido como saragüell, pero es un poco más sencillo. He aprovechado este año para hacerme varios chalecos. Me he hecho también un torrentí, aunque tengo que decir que soy más de saragüell me gusta mucho más. Tal vez por mis orígenes murcianos. Los trajes me los ha cosido Espolín, que además son falleros y falleras de mi comisión. Le estoy muy agradecido la verdad porque han hecho un trabajo increíble, estoy contentísimo con todo lo que me han hecho así que aprovecho para dar las gracias.

¿Y la banda?

En cuanto a la banda yo personalmente nunca he sido muy partidario de la banda. Creo que la banda afea el traje regional. Pienso que es un avance que muchas fallas ya no lleven banda. Es verdad que es un distintivo que se asocia a la figura de la fallera mayor. Si las falleras mayores llevan banda ¿por qué un hombre no va a llevarla? De hecho en muchas fiestas los cargos masculinos también llevan bandas como pasa en los moros y cristianos o los clavarios de muchas fiestas patronales. No creo tampoco que sea un tema problemático. De hecho estos días que me están entrevistando muchos medios y hay periodistas que me dicen «yo te apoyo completamente, has hecho un gran avance pero no entiendo el tema de la banda». Es una cosa que ha chirriado mucho pero bueno creo que al final esto es una cosa nueva y que hay que inventarse cosas. En algunas cosas acertaremos, en otras nos equivocaremos… esto es un poco ensayo y error. A lo mejor en el futuro el próximo fallero mayor decide no llevar banda y me parecería también estupendo. Creo que esto debe tener que quedar a la elección de cada falla o persona.

Has manifestado que si Junta Central Fallera te deja te presentarás a Fallera Mayor de València

Simplemente no he pensado aún si me voy a presentar, no estoy en eso ahora mismo, pero sí me gustaría que el reglamento fallero lo permitiera. Creo que antes o después veremos a hombres en la corte de honor, es inevitable.

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Fallece Carmen Bueso, alma de «Flor» y referente histórico de la indumentaria valenciana

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Fallece Carmen Bueso
Carmen Bueso

La indumentarista que marcó una época deja un legado imborrable en el arte de vestir a las falleras mayores y cortes de honor de València

VALÈNCIA, 29 MARZO 2025 – La indumentaria tradicional valenciana está de luto. Carmen Bueso, conocida por todos como Carmen “Flor”, ha fallecido dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de las Fallas. Su nombre ha estado unido durante décadas a la elegancia, la excelencia artesanal y el profundo respeto por la tradición. Con su partida, València pierde a una de las figuras más queridas y relevantes del mundo fallero.

Aunque recientemente se había jubilado tras cerrar su tienda de la calle Conde Altea, su legado sigue vivo en cientos de trajes que continúan desfilando por la ciudad cada mes de marzo. Su marca, “Flor. Carmen Bueso”, fue sinónimo de calidad, estilo y cariño por los detalles.

De una paquetería de barrio a vestir a las falleras mayores de València

El germen de su trayectoria profesional nació en la Paquetería Flor, un pequeño comercio junto al Mercado de Colón gestionado por la familia de su esposo, Manuel Flor. En su acogedora esquina de Conde Salvatierra, Carmen comenzó haciendo composturas y arreglos, hasta que un día decidió ir más allá: empezó a confeccionar trajes a medida con un pequeño equipo en Benimàmet, mucho antes de que el concepto de “tienda de indumentaria fallera” estuviese consolidado.

Su trabajo pronto se hizo conocido entre clientas exigentes del Pla del Remei y la Gran Vía, y su habilidad con el hilo y la aguja la catapultó a lo más alto del sector.

El espolín «Soto» y un momento para la historia

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera llegó en 1999, cuando su sobrina, Lola Flor Bustos, fue proclamada fallera mayor de València del año 2000. Fue Carmen quien la vistió de arriba a abajo, confeccionando con su equipo en Benimàmet el histórico espolín “Soto” de color paja, tejido por Garín. Fue, además, el último traje de exaltación no entregado por el Ayuntamiento, en una época en la que las falleras mayores aún vestían trajes confeccionados por familiares o indumentaristas de confianza.

Ese momento marcó el paso de Carmen Bueso de modista a icono.

Lola Flor

El salto a su tienda en Conde Altea y una clientela de élite fallera

Con el nuevo milenio, Carmen decidió dar un paso más y abrir su propia tienda bajo su nombre: “Flor. Carmen Bueso”. Durante más de dos décadas, este espacio fue referente indiscutible en el sector de la indumentaria valenciana, por donde pasaron falleras mayores como Sara Martín, Lucía Gil, Gloria Martínez, Marta Reglero, Nela Ayora o Inmaculada Asensi, así como decenas de componentes de las cortes de honor.

Incluso fue pionera en diseñar los primeros justillos para la “dansà” en el año 2008, cuando esa prenda no era aún habitual.

La tradición familiar también continuó con las nuevas generaciones: su sobrina nieta, Lola López Flor, hija de la fallera mayor del año 2000, fue componentede la corte de honor infantil de 2024. Un legado que se ha transmitido con orgullo y pasión.

Una jubilación que no pudo disfrutar

En 2024, Carmen bajó la persiana de su tienda con la satisfacción del deber cumplido. Se retiraba para disfrutar de una merecida jubilación, traspasando el negocio y cerrando un capítulo brillante de su vida. Lamentablemente, su fallecimiento prematuro ha impedido que disfrute plenamente de esa nueva etapa.

GALERÍA| La espectacular indumentaria de los hijos de Lola Flor

Reconocimiento en vida: premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas

En junio de 2023, Carmen Bueso recibió uno de los galardones más emotivos: el premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana, en reconocimiento a una vida entera dedicada al arte textil.

“Nunca hubiera imaginado un final así a mi trayectoria profesional, rodeada de tanta gente que quiero, de personas maravillosas que me he encontrado a lo largo de este camino”, escribió entonces, visiblemente emocionada por el homenaje.

Un legado que se viste, no se olvida

A diferencia de otras disciplinas efímeras de la fiesta, como la pirotecnia o la creación de monumentos falleros, el arte de la indumentaria permanece. Los trajes de valenciana confeccionados por Carmen seguirán vivos en cada desfile, cada exaltación y cada “mascletà”, recordándonos que fue ella quien los hizo posibles.

Cada vez que uno de sus espolines salga del armario, alguien recordará: «Esto es un Flor».

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