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Sagunto da un paso más para atraer proyectos como la megafactoría de baterías

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Sagunto da un paso más para atraer proyectos como la megafactoría de baterías

València, 23 feb (EFE).- La Generalitat ha aprobado el proyecto de expropiación para disponer 5,6 millones de m2 de suelo industrial en Parc Sagunt II, en Sagunto (Valencia), para atraer nuevas compañías logísticas e industriales que requieran de grandes dimensiones, como la megafactoría de baterías que proyecta Volkswagen.

Esta es la zona en la que, según ha informado este miércoles el medio especializado La Tribuna de la Automoción, el grupo Volkswagen habría decidido ya ubicar su gran fábrica de baterías, aunque ni la multinacional, ni la Generalitat ni el Ayuntamiento de Sagunto se han pronunciado al respecto al ser consultados por EFE.

Según esa información, esa «gigafactoría de baterías» generaría a finales de esta década alrededor de 3.500 puestos de trabajo y se ubicaría en Sagunto tras haberse descartado, por parte de Volkswagen, otras localizaciones en Cataluña, Extremadura y Aragón.

Desde la Generalitat solo se confirma por ahora que la Comisión Territorial de Urbanismo de Valencia ha aprobado definitivamente el ‘Proyecto de Expropiación por Tasación Conjunta de los terrenos de Parc Sagunt II’ por el que la Administración está adquiriendo 5,6 millones de metros cuadrados en esta zona cercana al puerto de Sagunto.

Según ha destacado el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, «el proyecto de expropiación cuenta con un presupuesto de más de 56 millones de euros y supondrá un salto sustancial en cuanto a disponer de suelo industrial abundante y de calidad para el establecimiento de nuevas empresas en Parc Sagunt II».

Para Arcadi España, «es necesario seguir avanzando y si bien, el parque empresarial Parc Sagunt es uno de los mayores parques empresariales de Europa, con más de mil puestos de trabajo y un nivel de ocupación superior al 95 %, esos 5,2 millones de metros cuadrados adicionales lo convierten en un motor más potente de creación de empleo para toda la Comunitat Valenciana».

La empresa pública Espais Econòmics Empresarials (EEE), que gestiona la compra y expropiación del suelo, ya es propietaria de 1,3 millones de metros cuadrados de suelo, lo que representa un 23,21 % del total de la superficie del futuro parque empresarial logístico. Los terrenos por expropiar suman en la actualidad una superficie total de 4,3 millones de metros cuadrados.

Tras la aprobación definitiva del proyecto, se va a proceder a notificar de forma individual el acuerdo de la Comisión Territorial a los titulares de las parcelas, y a citarles para la firma de las Acta de Ocupación y Pago, tras lo cual se podrá disponer del suelo.

Parc Sagunt II podrá albergar nuevas plataformas logísticas e industriales que requieran de grandes dimensiones, además de aportar su localización estratégica y desarrollar un parque sostenible medioambiental y socialmente, a la vez que se cumple la obligación de la Administración Pública de regulación del mercado inmobiliario, en cuanto a precios y disponibilidad, al aumentar la oferta de suelo industrial/logístico, según la Generalitat.

Gestionado por Espacios Económicos Empresariales SL (EEE), una sociedad participada al 50 % por la Generalitat y al 50% por SEPIDES (SEPI Desarrollo Empresarial, S.A., S.M.E.), Parc Sagunt constituye un referente industrial y logístico en el conjunto del territorio español por su ubicación estratégica, por sus dotaciones y por sus servicios, y un ejemplo de colaboración entre Administraciones Públicas con el tejido empresarial. EFE

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Claves para garantizar la seguridad y la calidad en los vehículos 

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Detrás de cada vehículo que circula por las carreteras europeas hay un complejo proceso de validación técnica que asegura que cumple con todas las normativas aplicables. No basta con diseñar un modelo atractivo o eficiente; para poder comercializarlo o matricularlo, debe superar un conjunto de ensayos y verificaciones que garanticen su seguridad, su fiabilidad y su impacto ambiental dentro de los límites establecidos por la legislación. Ese proceso es lo que se conoce como homologación de vehículos, y constituye uno de los pilares técnicos más importantes de la industria automotriz. 

La homologación no solo afecta a los grandes fabricantes, sino también a carroceros, transformadores, importadores y pequeñas empresas que adaptan vehículos para usos específicos: ambulancias, vehículos industriales, autocaravanas, furgones isotermos o vehículos eléctricos convertidos, entre otros. En todos los casos, los requisitos son claros: el producto final debe cumplir las mismas condiciones de seguridad, emisiones y conformidad que un vehículo nuevo salido de fábrica. 

Qué implica el proceso de homologación 

Homologar un vehículo o un componente significa demostrar, mediante ensayos acreditados, que cumple las normativas europeas o nacionales que le son aplicables. En la Unión Europea, la regulación base se encuentra en el Reglamento (UE) 2018/858, que establece el marco general para la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos de motor y sus sistemas, componentes y unidades técnicas independientes. 

El proceso suele comenzar con la identificación del tipo de vehículo, sistema o componente. A partir de ahí, se determinan los reglamentos concretos que debe cumplir: emisiones contaminantes, ruido, compatibilidad electromagnética, resistencia estructural, seguridad en caso de impacto o requisitos específicos de iluminación, entre otros. 

Una vez realizados los ensayos y verificaciones, la autoridad competente (en España, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo) emite el certificado de homologación. A partir de ese momento, el fabricante o transformador puede comercializar el producto o inscribirlo en el registro correspondiente. 

Sin embargo, obtener la homologación no es el final del proceso. A partir de ahí, la empresa debe garantizar que todos los vehículos producidos son idénticos al modelo homologado. Y ahí entra en juego la conformidad de la producción, más conocida como CoP. 

Conformidad de la producción una obligación permanente 

La Conformidad de la Producción (CoP) es el conjunto de procedimientos y controles que aseguran que todos los vehículos fabricados o transformados mantienen las mismas características que el prototipo que obtuvo la homologación. No se trata de una formalidad burocrática, sino de un requisito esencial para mantener la validez del certificado. 

Cada fabricante debe disponer de un sistema de control interno documentado, capaz de verificar que las piezas, materiales, procesos de montaje y pruebas finales se realizan de manera coherente y conforme a los estándares aprobados. 

En la práctica, esto implica auditorías internas, verificaciones periódicas por parte de organismos designados y, en algunos casos, inspecciones aleatorias de las autoridades. Si se detectan desviaciones, el certificado de homologación puede suspenderse o retirarse. 

Por tanto, la CoP no es solo un trámite técnico, sino una garantía de calidad continua. Mantiene la coherencia de la producción y protege tanto al fabricante como al consumidor final, asegurando que el producto cumple las expectativas de seguridad y fiabilidad establecidas por ley. 

El papel de la ingeniería técnica especializada 

Para muchas empresas, especialmente las pymes del sector automotriz o de transformación de vehículos, los procesos de homologación y conformidad de la producción pueden resultar complejos. La normativa es extensa, cambia con frecuencia y requiere conocimientos técnicos muy específicos. 

En este contexto, contar con el asesoramiento de una ingeniería especializada se ha convertido en una necesidad más que en una opción. Firmas como IMD-Ingeniería ofrecen soporte integral en todas las fases del proceso: desde el diseño del producto y la preparación de la documentación técnica hasta la realización de ensayos y la gestión de la homologación ante el Ministerio de Industria. 

Su experiencia permite optimizar los tiempos, reducir costes y evitar errores que pueden derivar en retrasos o incluso en la denegación del certificado. Además, IMD-Ingeniería asesora en la implantación de sistemas de conformidad de la producción adaptados al tamaño y estructura de cada empresa, asegurando que los controles sean efectivos pero asumibles. 

En la práctica, esto significa que un fabricante de vehículos y remolques puede concentrarse en su actividad principal mientras los técnicos especializados gestionan los aspectos normativos, garantizando que cada unidad fabricada cumple con la legislación vigente. 

Homologar es innovar 

Aunque a menudo se percibe como una barrera administrativa, la homologación cumple una función esencial en la innovación. Obliga a los fabricantes a mejorar sus procesos, a incorporar nuevas tecnologías y a desarrollar productos más seguros y sostenibles. 

En los últimos años, el auge de la electrificación, los vehículos adaptados y las soluciones de movilidad urbana ha hecho que el marco regulatorio se amplíe y actualice constantemente. Desde la homologación de baterías de alto voltaje hasta los requisitos para sistemas de asistencia al conductor, cada nueva tecnología requiere un análisis técnico y una validación específica. 

Las ingenierías especializadas actúan como puente entre la innovación y la regulación, ayudando a que las empresas puedan introducir novedades en el mercado sin comprometer la legalidad ni la seguridad. 

Si quieres conocer más sobre los procesos de homologación y CoP, te invitamos a consultar con los expertos de IMD-Ingeniería que estarán encantados de ampliar la información que necesites. Puedes encontrarles en: 

https://g.co/kgs/xKFBHES 

https://maps.app.goo.gl/wcXA7UwZ3uGzsPNn7 

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