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Psicología

La salud mental y Alejandro Sanz

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Alejandro Sanz-INSTAGRAM

La salud mental vuelve a estar en primera línea gracias a la valentía de Alejandro Sanz en su dura y preocupante confesión sobre cómo se encuentra psicológicamente. Pero, ¿qué se considera una salud mental normal? Los patrones de pensamientos, sentimientos y comportamientos pueden ser indicadores para buscar ayuda para ti mismo o para un ser querido.

Mayo Clínic ofrece las principales claves para ayudar para entender cómo se identifican las afecciones de salud mental.

¿Qué es la salud mental?

La salud mental es el bienestar general de la manera en que piensas, regulas tus sentimientos y te comportas. A veces, las personas experimentan una importante perturbación en este funcionamiento mental. Puede haber un trastorno mental cuando los patrones o cambios en el pensamiento, los sentimientos o el comportamiento causan angustia o alteran la capacidad de funcionamiento de una persona. Un trastorno de salud mental puede afectar tu capacidad para lo siguiente:

  • Mantener relaciones personales o familiares.
  • Funcionar en entornos sociales.
  • Desempeñarte en el trabajo o en la escuela.
  • Aprender a un nivel acorde a tu edad e inteligencia.
  • Participar en otras actividades importantes.

Las normas culturales y las expectativas sociales también desempeñan un papel en la definición de los trastornos de salud mental. No existe una medida estándar en todas las culturas para determinar si un comportamiento es normal ni cuándo se vuelve perturbador. Lo que puede ser normal en una sociedad puede ser motivo de preocupación en otra.

¿Cómo se definen los trastornos de salud mental?

El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) es una guía publicada por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría) que explica los signos y síntomas de varios cientos de afecciones de salud mental, entre ellas, la ansiedad, la depresión, los trastornos alimenticios, el trastorno de estrés postraumático y la esquizofrenia.

El DSM proporciona criterios para hacer un diagnóstico basado en la naturaleza, la duración y el impacto de los signos y síntomas. También describe el curso típico del trastorno, los factores de riesgo y las afecciones coexistentes comunes.

Otra guía de diagnóstico que se usa comúnmente es la International Classification of Diseases (Clasificación Internacional de Enfermedades, ICD) de la Organización Mundial de la Salud.

Las compañías de seguros de salud utilizan el sistema de codificación de diagnóstico del DSM y la ICD para determinar la cobertura y los beneficios y para reembolsar a los profesionales de la salud mental.

¿Cómo hacen los profesionales de la salud mental para diagnosticar los trastornos?

Un psiquiatra, psicólogo, asistente social clínico u otro profesional de la salud mental puede hacer un diagnóstico de una afección de salud mental. Tu médico de atención primaria también puede participar en una evaluación diagnóstica o remitirte a un especialista en salud mental.

El diagnóstico puede basarse en lo siguiente:

  • Antecedentes clínicos de enfermedad física o trastornos de salud mental en ti o en tu familia
  • Un examen físico completo para identificar o descartar una afección que pueda estar causando los síntomas
  • Preguntas sobre tus preocupaciones actuales o por qué estás buscando ayuda
  • Preguntas acerca de cómo los eventos o cambios recientes en tu vida (traumas, relaciones, trabajo, muerte de un amigo o pariente) han afectado la manera en que piensas, sientes o te comportas
  • Cuestionarios u otras pruebas formales que solicitan tu opinión sobre cómo piensas, sientes o te comportas en situaciones típicas
  • Preguntas sobre el consumo pasado y presente de alcohol y drogas
  • Un historial de trauma, abuso, crisis familiares u otros eventos importantes de la vida
  • Preguntas acerca de pensamientos pasados o actuales con respecto a la violencia contra ti mismo o contra otros
  • Cuestionarios o entrevistas completados por alguien que te conozca bien, como un padre o cónyuge

¿Cuándo se necesita una evaluación o tratamiento?

Cada afección de salud mental tiene sus propios signos y síntomas. Pero, en general, puede ser necesaria la ayuda profesional si tienes:

  • Cambios en la alimentación y en los horarios de sueño
  • Incapacidad para afrontar los problemas o las actividades de la vida diaria
  • Sensación de desconexión o retiro de las actividades normales
  • Pensamientos inusuales o «mágicos»
  • Ansiedad excesiva
  • Tristeza, depresión o apatía prolongadas
  • Pensamientos o declaraciones sobre suicidio o daño a otros
  • Abuso de sustancias
  • Cambios extremos de humor
  • Ira excesiva, hostilidad o comportamiento violento

Muchas personas que tienen trastornos de salud mental consideran que sus signos y síntomas son parte normal de la vida o evitan el tratamiento por vergüenza o miedo. Si te preocupa tu salud mental, no dudes en pedir consejo.

Consulta a tu médico de atención primaria o pide una cita con un psiquiatra, psicólogo u otro profesional de la salud mental. Puede ser importante para ti encontrar un profesional que esté familiarizado con tu cultura o que demuestre una comprensión del contexto cultural y social que sea relevante para tus experiencias e historias de vida.

Con el apoyo apropiado, puedes identificar afecciones de salud mental y recibir tratamiento apropiado, como medicamentos o asesoría.

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Psicología

¿Por qué se disparan las rupturas de pareja en verano?

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¿Por qué se disparan las rupturas de pareja en verano?
Álvaro Morata y Alice Campello-INSTAGRAM

El verano, con sus días largos y soleados, sus vacaciones y la promesa de desconexión, parece ser la estación ideal para relajarse y disfrutar en pareja. Sin embargo, curiosamente, es también la época del año en la que se registra un notable incremento en las rupturas de relaciones sentimentales. Este fenómeno no es un mito; psicólogos y estudios sociales han documentado una tendencia al alza en las separaciones durante los meses de verano. ¿Por qué ocurre esto? A continuación, exploramos las razones detrás de este aumento de las rupturas estivales.

1. Mayor Tiempo Juntos, Mayor Fricción

Durante el resto del año, las parejas suelen llevar un ritmo de vida que las mantiene ocupadas: trabajo, estudios, compromisos sociales, etc. El verano, con sus vacaciones y días libres, permite pasar más tiempo juntos, lo que, en teoría, debería fortalecer la relación. Sin embargo, pasar demasiado tiempo juntos puede llevar a tensiones, especialmente si la pareja ya tenía problemas subyacentes. Las pequeñas discusiones que durante el año pueden pasar desapercibidas, en verano pueden convertirse en grandes conflictos debido a la convivencia constante.

2. Expectativas Elevadas

El verano se idealiza como un tiempo de felicidad y romance, con muchas parejas esperando que sus vacaciones sean perfectas. Este idealismo puede llevar a expectativas poco realistas. Si las vacaciones no salen como se habían imaginado, o si no se siente la “chispa” que se esperaba, puede generar frustración y decepción. Estas emociones negativas pueden desembocar en conflictos que, sumados a otros problemas, llevan a la ruptura.

3. Cambios en la Rutina y la Comunicación

Las vacaciones de verano suelen alterar la rutina diaria. Este cambio puede afectar la comunicación en la pareja. Cuando la rutina cambia, los hábitos de comunicación también pueden verse alterados, y si la pareja no está acostumbrada a pasar tanto tiempo juntos o no tiene una buena base de comunicación, pueden surgir malentendidos y conflictos que antes no existían.

4. Reevaluación de la Relación

El verano, al ser un periodo de descanso y reflexión, puede llevar a algunas personas a reevaluar su vida y sus relaciones. El tiempo libre permite pensar con mayor claridad sobre lo que se quiere en la vida y en una relación. Este proceso de autoevaluación puede llevar a la conclusión de que la relación actual no está cumpliendo con las expectativas, lo que puede provocar una separación.

5. Aumento de la Interacción Social

El verano también trae consigo más oportunidades para socializar, conocer gente nueva y participar en actividades sociales. Esto puede llevar a comparaciones, y a la tentación de explorar nuevas relaciones. La infidelidad o simplemente el deseo de experimentar algo nuevo puede ser un detonante para las rupturas en esta temporada.

6. Crisis Post-Vacacional

Curiosamente, no todas las rupturas ocurren durante el verano en sí, sino justo después, cuando se regresa a la rutina habitual. La llamada «crisis post-vacacional» afecta a muchas personas, y en las relaciones, puede manifestarse en forma de insatisfacción y conflictos acumulados que estallan al volver a la vida cotidiana. La vuelta al trabajo, el estrés y la monotonía pueden hacer que una relación que ya estaba en problemas termine por romperse.

7. El Impacto del Calor

Aunque puede parecer trivial, el calor puede afectar el estado de ánimo de las personas. Las altas temperaturas pueden generar irritabilidad, cansancio y malestar general, lo que puede amplificar las tensiones en la pareja. Esta situación, combinada con los factores mencionados anteriormente, puede aumentar la probabilidad de conflictos y rupturas.

Consejos para Evitar una Ruptura en Verano

Si bien es cierto que el verano puede ser una época complicada para las relaciones, existen estrategias que pueden ayudar a prevenir una ruptura:

  1. Mantener Expectativas Realistas: No esperes que las vacaciones sean perfectas. Aceptar que puede haber contratiempos y que no todo saldrá según lo planeado puede aliviar la presión sobre la relación.
  2. Comunicación Abierta: Hablar abiertamente sobre lo que cada uno espera del verano, cómo se sienten y resolver los conflictos de manera constructiva es clave para mantener una relación saludable.
  3. Espacio Personal: Aunque se pase más tiempo juntos, es importante respetar el espacio personal y permitir que cada uno tenga tiempo para sí mismo.
  4. Planificar Actividades Diversas: Alternar entre actividades en pareja y tiempo con amigos o en solitario puede ayudar a evitar la sobrecarga en la relación.
  5. Reflexionar Juntos: Aprovecha el tiempo libre para reflexionar sobre la relación y discutir cómo mejorarla, en lugar de enfocarse solo en los problemas.

El verano, con todo su encanto, puede poner a prueba las relaciones sentimentales. Las rupturas de pareja durante esta época no son un fenómeno aislado, y responden a una combinación de factores que van desde el tiempo extra juntos hasta la reevaluación de la relación. Sin embargo, con una comunicación adecuada, expectativas realistas y un enfoque en el bienestar mutuo, es posible superar los desafíos que el verano trae consigo y fortalecer la relación para el futuro.

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