Fallas
Todos los detalles del traje y el impresionante aderezo que ha estrenado Consuelo Llobell para el día de San José
El 19 de marzo día de San José (José de Nazaret fue el esposo de María, quien era la madre de Jesús y, por tanto, padre putativo de Jesús. El Evangelio de Mateo señala que era de oficio artesano o carpintero oficio que enseñó a su hijo). Patrono de la familia, patrono de la Iglesia Universal, patrono del trabajo y los obreros, también se celebra el día del Padre y el día grande de la fiesta de las Fallas que otro año más siguen sin celebrarse. No habrá cremà pero si ha habido ofrenda a San José, patrón de las Fallas y Misa en la Catedral de València a la que han acudido las Falleras Mayores de València Consuelo Llobell y Carla García junto a sus Cortes de Honor.
Consuelo Llobell ha estrenado un traje confeccionado por la Fallera Mayor de València Alicia Moreno de Mar de Somnis. Se trata de un estrecho de seda en fondo blanco llamado Consuelo del telar Mar de Seda, acompañado por las manteletas en oro champán y combinadas en tul y seda de la firma Adriluc. El cancán y las enaguas las firma Margarita Vercher. Las peinetas de ‘Més Q Pintes’ están grabadas con la heráldica de nuestra fallera mayor y, cerrando el conjunto, un medallón de Dalmau Taller D’Orfebreria, reproducción antigua que contiene las imágenes de San Fernando y La Virgen del Pilar, patrones de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas y una mantilla de Santos Textil.
El aderezo, diseñado por el padre de la Fallera Mayor con los motivos centrales reproduciendo las vidrieras de la Catedral de Valencia, de oro de 18k. Una impresionante obra firmada por Art Antic.
ART ANTIC
El vestido que hoy ha lucido la Fallera Mayor de València era el que iba a estrenar para el Día de las Fuerzas Armadas, un acto que tampoco se celebrar por la pandemia de la COVID-19. Hoy, día de San José, ha sido el momento que Consuelo ha elegido para estrenarlo. «Todo un privilegio que, después de un año, este traje tan especial con el que cada detalle estaba cuidado al milímetro, haya visto la luz en un día tan significativo para todos los valencianos» aseguraba Mar de Somnis en su perfil de Instagram.
‘Germanies’: Así es el traje que ha estrenado Carla García para el día de San José
Madrid fue el escenario donde el destino empezó a tejer su historia. Allí, entre reuniones de trabajo y conversaciones que empezaron siendo profesionales, Raquel García López y Ángel Palacios Tinoco descubrieron que lo suyo iba a ser algo más que un cruce de caminos. Hoy, aquella chispa se convierte en un amor eterno con un “sí, quiero” rebosante de emoción en la Basílica de la Milagrosa, en pleno corazón de Chamberí. Una ceremonia donde cada detalle —absolutamente cada uno— hablaba de quiénes son, de dónde vienen y de cómo se aman.
Raquel, arte, tradición y fuego fallero en el corazón
Valenciana por sentimiento y Friki Fallera por vocación, Raquel ha vivido desde niña rodeada del bullicio, la luz y la pólvora de las Fallas. Hija del querido y admirado locutor Pepe Herrero, creció respirando cultura festiva y aprendiendo a mirar el mundo con ese brillo especial que solo tienen quienes aman profundamente sus raíces.
Formada en Bellas Artes en la UPV, Raquel volcó su talento y sensibilidad en un espectacular proyecto final de carrera dedicado al proceso creativo de una falla, con especial homenaje al artista José Luis Platero. Su obra, siempre vibrante y llena de vida, es el reflejo perfecto de su personalidad: intensa, colorida y auténtica.
El look nupcial de Raquel: tradición, elegancia y alma valenciana
Para su gran día, Raquel brilló con un vestido 1700 de Jorge Faubel, una pieza que combinaba a la perfección historia, delicadeza y carácter propio. Un broche de Art Antic aportó ese toque artesanal y lleno de significado.
Completaron su look:
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Zapatos: Uniqshoes
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Pendientes y alianzas: Chenis Joyas
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Tocado: Art Antic
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Peluquería y maquillaje: Carlos Escribano
Una novia impecable, elegante y radiante.
Ángel, un novio gaditano con estilo impecable
Ángel, con su cercanía y encanto gaditano, apostó por un chaqué de Silbon, sobrio y elegante, perfecto para la ocasión. La familia lució igual de deslumbrante:
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Madrina: Victoria Collection
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Madre de la novia: Carolina Herrera
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Chaqué del padrino: Ghamtton Valencia
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Chaqué del padre del novio: Silbon
Un conjunto armónico, con estilazo y mucha personalidad.
Un ritual único: la velación con mantilla fallera
Tras el intercambio de anillos y arras, los novios vivieron uno de los momentos más emotivos: el ritual del velo, una tradición católica cargada de simbolismo. En esta ocasión, se realizó con una mantilla de fallera, un guiño precioso a la tradición valenciana y a la identidad de Raquel.
La celebración: un abrazo entre Valencia y Andalucía
El convite tuvo lugar en la Quinta la Jara, en Valdetorres de Jarama. Allí, los ninots de José Platero decoraban con encanto cada rincón, creando un ambiente íntimo, artístico y absolutamente personal.
La música en directo de Bomberay, el sonido impecable de Jukeval, y la diversión del fotomatón y la cámara 360 de Funpic hicieron que el ambiente fuera pura fiesta, emoción y energía.
Un salón lleno de guiños y símbolos
La decoración del salón fue una auténtica declaración de amor a sus raíces:
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En el sitting, se apreciaban numerosos motivos valencianos.
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Cada plato llevaba un pañuelo valenciano con las iniciales A y R, que muchos invitados —incluidos los venidos de Cádiz, Sevilla, Barcelona o Murcia— lucieron con orgullo durante la fiesta.
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En la parte superior del sitting, la bandera de Andalucía junto al ninot de Falla simbolizaban la unión perfecta de sus dos mundos: las Fallas y los Carnavales, dos pasiones que ambos comparten en versión friki y que forman parte esencial de su historia.
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El pañuelo fallero, además, tuvo un papel clave: sirvió para dar la bienvenida a los novios en uno de los momentos más emotivos del convite.
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Recuerdos capturados para siempre
Cada sonrisa, cada mirada, cada abrazo fue inmortalizado por Asemeya, capturando la emoción pura de un día inolvidable. La boda de Raquel y Ángel no fue solo una ceremonia: fue la celebración de un amor verdadero, hecho de complicidad, respeto y pasión compartida.
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