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Cultura

València en un fin de semana

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Imagen: GVA

València está de moda. Su oferta cultural, gastronómica y su clima hace que la capital del Turia sea uno de los destinos turísticos más atractivos en el panorama nacional e internacional. ¿Buscas una escapada? ¿Quieres descubrir siglos y siglos de tradiciones? Piérdete por sus calles, sus plazas, lugares con encanto, llenos de historia. Bañada por el Mediterráneo, València es el destino perfecto para una escapada a solas, con amigos, en pareja o en familia aunque solo dispongas de un fin de semana. Seguro que repites.

Viaje al centro histórico: Arte y gastronomía

Salir de tapeo, comer o cenar siempre es una buena excusa para pasear por las calles de València. Ya sea de día o de noche, a cualquier hora, no puedes dejar de perderte por su centro histórico. La calle de la Paz, las Torres de Serrano, las Torres de Quart, plaza de la Reina, la plaza de la Virgen, calle Caballeros, plaza del Tossal, plaza de El Negrito y el Mercado Central son solo algunos puntos de obligada visita a pie para admirar parte de su vida y origen. Y desde ahí callejear por sus numerosas calles y plazas cargadas de historia y que ofrecen además una rica y variada oferta gastronómica y de ocio. Saborea su sabrosa cultura.

La pareja estrella: Paella y horchata

La gastronomía es uno de sus puntos fuertes de la Comunidad Valenciana. El plato estrella de la tierra es sin duda la Paella y no puedes marcharte de la ciudad sin probar la auténtica paella valenciana. Esta plato universal lo encontramos en cualquier restaurante de la ciudad, aunque no hay nada mejor que disfrutar del sabroso arroz a orillas del mediterráneo junto al mar en las playas de València. La horchata es la bebida estrella de la ciudad y en verano, bien fresquita acompañada de los tradicionales fartons, es la reina de las terrazas. Si visitas València en invierno, puedes tomarte un buen chocolate caliente con churros y buñuelos mientras disfrutas de las Fallas por ejemplo.

A la Luna de València

Cuando llega la noche la ciudad no descansa y se viste de fiesta para. Sus zonas de ocio se abren a todo el que desee disfrutar de sus terrazas y locales de moda en los que tomar copas y disfrutar de la mejor música tanto en directo como para bailar. Todo ello en enclaves con encanto que en ocasiones unen ocio y cultura. La zona de la Marina en verano, Ruzafa, Cánovas y El Carmen son algunas de las zonas más concurridas para salir por la noche a disfrutar tanto de música como de buena gastronomía dada su gran oferta y variedad de restaurantes. Descubre algún restaurante con encanto en el que pasar una velada romántica a la Luna de València y luego disfruta de la noche valenciana.

Imagen nocturna del Palau de les Arts Reina Sofía. Archivo/ EFE/Manuel Bruque.

Ópera y Teatro

¿Quieres pasar la noche de otra forma? ¿Tal vez una noche en la Ópera como el célebre título de los hermanos Marx? Puedes acudir a la ópera en el imponente Palau de les Arts Reina Sofía o acercarte a ver una obra de teatro hasta uno de los numerosos teatros de Valencia entre los que destacan sus históricos y bellos Teatro Principal, el centenario Teatro Olympia o el emblemático Flumen.

La València más salvaje

El Jardín del Turia es el pulmón verde que cruza la ciudad. Punto de encuentro para practicar deporte, desconectar del estrés, pasear o disfrutar con los más pequeños de la casa. Pero además no puedes dejar de visitar el Bioparc y el Oceanogràfic. En el Bioparc, ubicado en el parque de Cabecera de la ciudad, se recrean los hábitats naturales de los animales que viven en ella por lo que podrás viajar por los distintos continentes sin salir de la ciudad. En el Oceanogràfic disfrutarás del mayor acuario de Europa. Pingüinos, leones marinos, delfines, belugas, tiburones, morsas así hasta más de 40.000 animales. Visita el lado más salvaje de la ciudad.

Parque Gulliver en el cauce del río Turia EFE/Ana Escobar

València para niños y mayores

València ofrece una oferta variada que la convierte en el lugar ideal para ir con niños. No puedes dejar de ver L’Iber, el Museo de los Soldaditos de Plomo, uno de los lugares más singulares de la ciudad y el museo más grande de miniaturas históricas del mundo.

Los Jardines del Turia acogen una espectacular figura del Gulliver, que con sus setenta metros y una altura aproximada de unos 7´5 metros, niños y mayores pueden disfrutar subiéndose a él y lanzándose por sus numerosos toboganes y rampas. Por ahora deberás esperar a que terminen las obras, pero puedes disfrutar de la oferta de su entorno.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias te espera en un enclave ideal para pasear y disfrutar de la naturaleza y su futurista arquitectura así como de las diversas actividades que se ofertan en su interior.

Sus playas

En verano la ciudad mira al mediterráneo. Bañada por sus aguas vecinos y turistas pueden disfrutar de la Playa del Cabañal, una de las playas más concurridas por los valencianos durante todo el año. También se le conoce como Playa de las Arenas por el antiguo Balneario de las Arenas que allí se encontraba.

La playa de la Malvarrosa. Sus arenas han visto desembarcar la pesca y el intercambio de comercio entre los diferentes poblados próximos a la capital así como los idílicos encuentros de la burguesía valenciana.
Su gran extensión hace de esta playa un lugar ideal donde disfrutar de espectáculos al aire libre. Desconecta en las terrazas y chiringuitos de la plenitud del mar.

EFE/Kai Försterling

 

Merecido descanso

Regálate experiencias con los que cargar las pilas para el resto de semana.

  • Si buscas descansar del bullicio lo ideal es relajarte escuchando el sonido del agua de sus fuentes que aguardan en sus calles, plazas o jardines. Uno de los sitios predilectos por los valencianos son los Jardines del Palau de la Música donde podrás disfrutar de los rayos de sol prácticamente durante todo el año en un marco incomparable.
  • El mejor atardecer de València. Uno de los lugares más románticos y únicos es el Parque Natural de La Albufera. Navega sus aguas en un maravilloso paseo en barca mientras contemplas una de las puesta de sol más bonitas que puedas ver.
  • Si eres de los que se relajan con el arte, Valencia tiene una gran variedad de museos y salas de exposiciones.

¡Vamos de picnic! También puedes realizar un picnic. Da igual la estación del año, el clima de València invita a vivir en la calle y sus jardines. Bajo el sol mediterráneo en su paseo marítimo o sobre su dorada arena es el lugar perfecto en el que disfrutar de un tranquilo picnic. Otro de los lugares preferidos es el parque de Cabecera, con su fantástico estanque.

Recorre la ciudad en bicicleta. València es una ciudad plana perfecta para recorrerla cómodamente en bicicleta. Alquila una y disfruta del encanto de sus calles gracias a sus numerosos carriles para bicicletas o pedalea por los Jardines del Turia. Eso sí, siempre cumpliendo las normas de circulación

Recorre la ciudad con autobús turístico. Si prefieres que te lleven y visitar rápidamente la ciudad tú opción es coger alguno de sus autobuses turísticos. Desde lo alto podrás contemplar cómodamente cada una de sus calles y zonas más emblemáticas.

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Cultura

Los secretos de la Casa Judía de València

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Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

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