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VÍDEO| València atenúa la pesadilla con unas Fallas atípicas y en alerta por lluvias

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València atenúa la pesadilla con unas Fallas atípicas y en alerta por lluvias

València, 1 sep (EFE).- Las atípicas Fallas 2021 ya son una realidad con las calles de València inundadas desde este miércoles del arte efímero, el ingenio y la ternura que desprenden los monumentos falleros infantiles y que consiguen atenuar la pesadilla de la pandemia, aunque no tanto la del clima inestable y lluvioso.

València afronta sus cinco días grandes -del 1 al 5- alterados por las restricciones sanitarias, que permiten celebrar solo algunos actos como la Ofrenda o la Cremà envueltos en excepcionales medidas, mientras que otros como las multitudinarias mascletaes en la plaza del Ayuntamiento o los castillos de fuegos artificiales en el viejo cauce del río tendrán que esperar a las Fallas de 2022.

Pero de momento, una vez conocido este martes que el ninot infantil indultat que se salvará del fuego es el de la falla Almirante Cardarso-Conde Altea, las fiestas de septiembre dan su primer paso con la plantà infantil vigilando el cielo, por la previsión de fuertes lluvias y bajada de las temperaturas.

Después de más de un año en blanco por la suspensión de las Fallas de 2020 por la pandemia y el retraso de las de este año, por fin los monumentos están plantados, aunque acechados por el enemigo número uno de los falleros, la lluvia y el viento.

También este miércoles, con permiso de un cielo plomizo, se han celebrado las dos primeras mascletaes de las Fallas de las pandemia, ambas secretas y sin público para evitar aglomeraciones, y para las tres estaba programado un tercer disparo.

El alcalde, Joan Ribó, y el presidente de la Junta Central Fallera y concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, han acudido a la que se ha disparado en el barrio de Nazaret junto a las falleras mayores, que han podido dar la tradicional orden al pirotécnico de «ja pot disparar la mascletà».

El paseo por los monumentos será raro como ha sido todo este tiempo de pandemia, ya que los visitantes deberán llevar mascarilla, respetar los controles de acceso y mantener las distancias de seguridad.

Este miércoles ha sido el turno de los monumentos infantiles -mañana será el de sus hermanos mayores- y de nuevo serán los de la Sección Especial y la de la falla municipal de la plaza del Ayuntamiento las que acapararán la mayoría de las miradas de los más bien pocos visitantes y turistas que se esperan en la ciudad.

Lejos va a quedar el millón de visitantes que València acoge estos días falleros, aunque sí vivirá el caos de tráfico por los cortes -este año, menos- de las calles y su fisonomía cambiará por las fallas y carpas montadas.

Los que visiten la ciudad podrán disfrutar ya de estos pequeños monumentos que ya compiten en protagonismo con las fallas grandes. Son los de la Sección Especial serán los que atraigan más miradas, con la esperanza en lograr la corona a mejor falla -el jurado las visita desde primera hora- y que rivalizan en arte y fantasía con la falla municipal.

Entre los monumentos de Especial, Na Jordana con «Manual de instrucciones» exhibe su primera falla infantil experimental, una casa de muñecas para visibilizar la situación de desahucio que viven los vecinos en Ciutat Vella, y completada con personajes articulados para poder interactuar, realizados casi completo con madera o materiales sostenibles y reciclados.

Otros de las creaciones falleras hablan de la fraternidad y la familia (Convento Jerusalén-Matemático Marzal), descubren los misterios del mundo nocturno (Císcar-Burriana) y frases típicas valencianas desde la mirada infantil (Exposición-Micer Mascó), cuentan la vida de un taller de indumentaria (Maestro Gozalbo-Conde Altea), homenajean los tesoros de la vida (Av.Malvarrosa-A.Ponz- Cavite) y experimentan fantasía y superstición (De València i monstres).

Sus figuras y ninots también cuentan de dónde venimos (Duque de Gaeta-Puebla de Farnals) o lo divertido que es el verano en la montaña (Conde Salvatierra-Cirilo Amorós), de dejarse llevar por el viento (Sueca-Literato Azorín), de las fallas en la Luna (Barrio Beteró), de la rebelión de la naturaleza en 2030 (Espartero-Gran Vía Ramón y Cajal) y de las cualidades del oro (Gayano Lluch).

La plaza del Ayuntamiento, aunque no acogerá las multitudinarias mascletaes, seguirá como epicentro fallero, donde por décima vez los artistas José Luis Ceballos y Francisco Sanabria plantan el monumento municipal que, bajo el lema «Saps qui sóc?» (¿Sabes quién soy?), homenajea a los grandes personajes de la historia de la ciudad.

Su recorrido presenta a hombres y mujeres clave como el cónsul romano que fundó la ciudad, el rey Jaime I que otorgó los Fueros o figuras medievales que por sus trágicas circunstancias son hoy referentes en la lucha por derechos colectivos como los del colectivo LGTBI.

También estarán, entre escenarios icónicos como el Miguelete, el edificio del reloj del Puerto o la Torres de Serranos, personajes que por sus habilidades artísticas o científicas han puesto a València en el mapa mundial con sus melodías, sus cuadros, sus descubrimientos o sus obras. Entre ellas, Amparo Iturbi, Isabel de Villena, la ministra Carmen Alborch o el director de cine Luis García Berlanga.

Los artistas y algunos falleros se podrán saltar esta noche el toque de queda para ultimar la plantà de los monumentos grandes y dar el pistoletazo de salida a unas atípicas Fallas Patrimonio de la Humanidad, la primera gran fiesta que celebra una capital europea y que atraerá las miradas a València como ejemplo de una celebración segura en pandemia.

Empiezan cinco días festivos y emotivos que el mundo fallero lleva esperando desde hace año y medio y que ni la pandemia y sus restricciones ni las más pesimistas previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología deberían arruinar.

Mónica Collado

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Fallas

GALERÍA| El emotivo encuentro de la Corte de 1998

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Corte de Honor 1998
Corte de Honor y Fallera Mayor de Valencia 1998-OFFICIAL PRESS

El pasado sábado, trece mujeres se reunieron para celebrar un evento cargado de recuerdos y emociones. Estas mujeres, que en 1998 fueron elegidas como Corte de Honor y Fallera Mayor de Valencia, se reencontraron 26 años después para rememorar uno de los momentos más significativos de sus vidas.

La Corte de Honor 1998

Corte y Fallera Mayor de Valencia 1998-Foto: JUNTA CENTRAL FALLERA

Inés Fresneda, Merche Ballester, Loles Fernández, Vicky Martínez, Gloria Torres, Victoria Bayarri, Auxi Pérez, Teresa Moret, Mª José Romero, Mónica Taberner, Marigi Usano, Vanessa Arnal y Susana Remohí fueron las representantes del mundo fallero en 1998.

Un año inolvidable

Para estas mujeres, el año 1998 marcó un antes y un después. Ser elegidas para formar parte de la Corte de Honor y, especialmente, ser nombrada Fallera Mayor de Valencia, es un honor que pocas pueden experimentar. Durante aquel año, compartieron experiencias únicas, desfiles, actos oficiales y una conexión especial que las unió de por vida. Las Fallas, más que una fiesta, son una tradición que tiene el poder de crear lazos profundos y duraderos entre quienes las viven intensamente.

Un reencuentro cargado de emociones

El reencuentro se celebró con una comida a la que asistieron no solo las trece integrantes de la Corte de 1998, sino también sus padres, parejas y los más pequeños. Este encuentro permitió que cada una compartiera cómo había cambiado su vida desde aquel entonces, y cómo la experiencia de ser parte de la Corte de Honor había influido en sus trayectorias personales y profesionales.

Aunque no todos los padres y parejas pudieron asistir, ya que la vida inevitablemente se lleva a personas queridas, la reunión fue un homenaje a los momentos compartidos y a aquellos que ya no están. Las ausencias fueron sentidas profundamente, pero también se celebró la alegría de poder reencontrarse y recordar juntos aquellos días especiales.

Las Fallas: Una tradición que une y transforma

Las Fallas son mucho más que una celebración; son una manifestación cultural que une a las personas y transforma vidas. Para estas trece mujeres, ser parte de la Corte de Honor no solo les dio la oportunidad de representar a Valencia y su tradición, sino que también les proporcionó una experiencia compartida que ha perdurado a lo largo de los años.

Durante la comida, se compartieron anécdotas, risas y, cómo no, algunas lágrimas de nostalgia. Cada una recordó con cariño los momentos vividos juntas, desde los preparativos hasta los actos oficiales, pasando por los momentos únicos que solo pueden vivir ellas y apoyo mutuo. Las Fallas de 1998 no solo las unieron como compañeras, sino como amigas que han mantenido el contacto y la conexión a lo largo de más de dos décadas.

Un vínculo inquebrantable

El reencuentro de la Corte de 1998 es un testimonio del poder de las Fallas para crear vínculos duraderos. Para estas mujeres, la experiencia de ser parte de la Corte de Honor fue un momento que marcó sus vidas de manera profunda y significativa.

El emotivo encuentro de la Corte de 1998 es una muestra más de cómo las Fallas pueden cambiar vidas y unir a las personas en una experiencia compartida de celebración, cultura y tradición. Aunque el tiempo pase y las circunstancias cambien, los lazos creados en torno a esta fiesta tan especial permanecen fuertes y significativos.

La capacidad de unir personas

Este reencuentro no solo fue una oportunidad para recordar el pasado, sino también para celebrar el presente y mirar hacia el futuro con la esperanza de seguir compartiendo momentos inolvidables. Las Fallas, una vez más, demostraron su capacidad para unir a las personas y transformar vidas, creando recuerdos que perduran para siempre.

El emotivo encuentro de la Corte de 1998, en imágenes:

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