PORTADA OFFICIAL PRESS
Señales para identificar si tu hijo sufre bullying
Publicado
hace 3 mesesen
Es uno de los temas más desagradables por eso es fundamental tener las claves para identificar si tu hijo sufre bullying. La Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE) señala que «hay que diferenciar entre conflictos relacionales puntuales y el acoso escolar o bullying».
Un indicador objetivo de que el conflicto entre iguales puede denominarse acoso escolar, es que la vida normal del niño o adolescente se vea perjudicada y alterada por este maltrato reiterado.
Cuando la víctima tiene la expectativa de que el maltrato va a producirse de nuevo, podemos llegar a la conclusión de que este maltrato SÍ es acoso escolar.
AEPAE recoge que según el Informe Cisneros X, solamente el 10% del acoso escolar es físico, produciendo lesiones visibles. El 90% del acoso escolar es psicológico: hostigamiento verbal, intimidaciones, amenazas, coacciones, exclusión social, bloqueo y estigmatización.
Si los daños físicos son heridas y hematomas de diversa gravedad, los daños psicológicos pueden ser:
Los elementos que intervienen en el acoso escolar son el acosador, la víctima y los observadores. El acosador pretende obtener un rédito, un beneficio de este comportamiento como popularidad, poder, etc…, y no cesa en su cometido si no tiene ninguna sanción.
La víctima sufre a menudo en silencio esta situación. Los observadores pasivos, legitiman el acoso. Algunos pueden participar en el mismo como colaboradores y otros sencillamente observan el proceso sin intervenir.
AEPAE recalca que cualquier niño o adolescente puede ser víctima de acoso escolar. No existe un perfil determinado ni de víctima ni de acosador. El proceso de acoso suele desencadenarse cuando se pone a un niño en el foco de atención del resto del grupo y otro compañero le maltrata física o psicológicamente.
El acoso escolar sigue un proceso sumatorio y crece como una bola de nieve cayendo por la ladera de la montaña: se hace cada vez más grande si no encuentra nada que la detenga. Suele ser muy común que el acoso inicial sea verbal, para desembocar en el acoso físico.
El ciberacoso puede desempeñar el papel de caja de resonancia del acoso que se produce en persona o también ser el punto de partida, mediante la distribución de una grabación ofensiva hacia la víctima. En cualquier caso el ciberacoso amplifica el acoso escolar de manera exponencial. La víctima ya no solo es acosada en el horario escolar, sino las 24 horas del día.
El acoso escolar no es un juego entre escolares, recalcan desde AEPAE. Es algo muy serio que puede marcar a un niño para toda la vida, e incluso inducirle al suicidio.
El fenómeno del acoso escolar ha traspasado las relaciones sociales cara a cara para trasladarse a Internet y a las redes sociales, bien como herramienta de refuerzo del acoso ocurrido en las aulas o como acoso realizado de forma anónima. El correo personal, Tuenti, Facebook e incluso el teléfono móvil, se han convertido en herramientas de uso cotidiano utilizadas a menudo para insultar, ridiculizar y amenazar a los compañeros. El uso de las tecnologías de la información: smartphones, ordenadores, tablets y otros dispositivos que van apareciendo en nuestro entorno cotidiano, se utilizan cada vez desde edades más tempranas. Hay niños de 8 años que ya tienen su propio teléfono móvil.
Publicado
hace 48 minsen
30 diciembre, 2025
Una grave vulnerabilidad en WhatsApp ha vuelto a situar a Meta en el centro del debate sobre la privacidad y la ciberseguridad. Un grupo de investigadores de la Universidad de Viena logró extraer 100 millones de números de teléfono vinculados a cuentas activas de la plataforma de mensajería, poniendo de relieve los riesgos asociados a la exposición masiva de datos personales.
Aunque la compañía ha asegurado que el fallo ya ha sido corregido y que no existen indicios de uso criminal de la información, expertos en seguridad digital advierten de que una filtración de este calibre podría tener consecuencias a medio y largo plazo, especialmente en forma de estafas dirigidas y fraudes empresariales.
La investigación académica permitió, además, estimar el número total de cuentas activas en WhatsApp: alrededor de 3.500 millones de usuarios en todo el mundo. El acceso a esta información se produjo a través de un fallo en el funcionamiento interno de la plataforma que permitía comprobar qué números estaban asociados a cuentas reales.
Según explicaron los investigadores, los datos obtenidos se presentaban en forma de listados estructurados, lo que, en manos equivocadas, podría facilitar la creación de directorios globales de usuarios.
Desde Meta insisten en que el hallazgo se produjo en un entorno controlado y que no se comprometieron las conversaciones, gracias al sistema de cifrado de extremo a extremo que protege los mensajes.
Expertos en ciberseguridad aclaran que este tipo de filtración no permite acceder al contenido de los mensajes. WhatsApp utiliza claves criptográficas que impiden que terceros lean conversaciones privadas, incluso aunque tengan acceso a los números de teléfono.
Sin embargo, el problema no está en los chats, sino en la información asociada a la cuenta. Entre los datos que podrían haberse recopilado se encuentran:
Número de teléfono
Foto de perfil
Nombre visible
Antigüedad de la cuenta
Tipo de dispositivo utilizado
Este conjunto de información es suficiente para perfiles de riesgo, especialmente cuando se combina con datos de otras filtraciones previas.
Especialistas en seguridad digital advierten de que una base de datos de este tipo es un punto de partida ideal para estafas muy específicas. A diferencia del spam masivo, estos datos permiten ataques más personalizados, conocidos como phishing dirigido o spear phishing.
Entre los principales riesgos destacan:
Estafas empresariales, suplantando a proveedores o directivos
Fraudes financieros con mensajes aparentemente legítimos
Ingeniería social, usando fotos y nombres reales
Vigilancia o seguimiento en países con restricciones políticas
El número de teléfono es un dato especialmente sensible porque, a diferencia de una contraseña, rara vez se cambia, lo que convierte la filtración en un problema persistente en el tiempo.
Cuando un número de teléfono aparece en una filtración, puede reutilizarse durante años. Los ciberdelincuentes pueden:
Vincularlo con perfiles en redes sociales
Asociarlo a bases de datos anteriores
Cruzarlo con correos electrónicos o nombres reales
Esto genera un efecto acumulativo, en el que cada nueva filtración aumenta la precisión de futuras estafas.
Aunque no existe el riesgo de lectura de mensajes, sí es recomendable reforzar la privacidad dentro de la aplicación. Algunas medidas básicas incluyen:
Revisar los ajustes en Ajustes > Privacidad
Limitar quién puede ver la foto de perfil y los estados
Controlar quién puede añadirte a grupos
Desactivar la ubicación en tiempo real si no es necesaria
Activar la verificación en dos pasos
Como recomendación adicional, expertos sugieren utilizar un número de teléfono diferente para usos públicos, anuncios o actividades profesionales, separándolo del número personal.
Aunque Meta ha asegurado que la vulnerabilidad ya está solucionada y que no fue explotada por cibercriminales, el caso vuelve a demostrar que incluso las plataformas más utilizadas del mundo no están exentas de fallos.
La filtración de 100 millones de números de teléfono de WhatsApp sirve como recordatorio de que la protección de los datos personales no depende solo de las empresas tecnológicas, sino también de los hábitos y precauciones de los propios usuarios.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!
Más información sobre nuestra política de cookies

Tienes que estar registrado para comentar Acceder