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El Valencia se lleva un derbi intenso y polémico ante el Levante (3-1), por @JordiSanchiss

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Valencia - Levante

Un derbi apasionante el disputado en Mestalla. Jugado con mucha intensidad y en el que no faltó de nada: goles, buen fútbol y mucha polémica. Con la victoria, el Valencia rompe una racha negativa de seis derrotas consecutivas, mantiene la tercera posición y deja al Levante al borde al abismo. Guedes marcó diferencias.

Con el crack portugúes en el once valencianista y Zaza en el banquillo, y Pazzini de titular como principal novedad granota, arrancó un derbi que tuvo mucho ritmo en los primeros minutos. Llegadas y córners continuos se sucedían. Mina y Soler rozaron el gol, y a la tercera, llegó. Saque de esquina lanzado por Parejo y Santi Mina le gana la acción a los centrales y cabecea a la red. 1-0, minuto 16. Ya son 9 del delantero gallego en la Liga.

Pero no tuvo tiempo la afición de Mestalla de saborear esa victoria momentánea, porque un minuto más tarde Postigo empataba. Jugada que nace también en un saque de esquina y ante la pasividad defensiva local el Levante aprovecha para colocar el 1-1 en el marcador. Otro error clamoroso en defensa que penaliza duramente al conjunto de Marcelino, muy despistado en esas tareas desde hace meses.

Buscó el segundo el Valencia con velocidad pero poca precisión, incluso demasiado revolucionado por momentos. La explosividad de Guedes no era suficiente para superar a los levantinistas, que se defendían con tranquilidad y jugando con la ansiedad de un rival tan necesitados de puntos como ellos.

En una jugada por la izquierda iniciada por el portugués, el centro de Gayà fue rematado al palo por Mina. Los blanquinegros no obtenían premio a su mayor ambición antes del descanso, al que se llegó con empate.

Inició también con fuerza la segunda parte el Valencia. Medié Jiménez mostró la amarilla a Vietto por considerar que simuló penalti en una acción en la que hubo contacto de Postigo pero también exageración del argentino.

Casi todos los ataques valencianistas llegaban por la izquierda, con Gayà y Guedes. Pero la precipitación de los locales y los relevos defensivos de los visitantes diluyeron el peligro. Los jugadores de Muñiz se fueron mostrando más cómodos con el paso del tiempo, y se empezaron a asomar al área rival. Tanto que a punto estuvo Postigo de marcar de nuevo.

Y más polémica con un gol anulado a Coke por una presunta falta sobre Gayà que no existió. Protestas blaugranas que no sirvieron para nada. Y justo en la jugada posterior marcó el segundo el Valencia. Jugadón de Soler, el rechace de Oier lo intenta cazar Mina y finalmente Vietto convierte el barullo en oro y anota a puerta vacía. El 2-1 llegaba cuando la dinámica del encuentro estaba variando.

Kondogbia pudo sentenciar con un buen disparo desde la frontal que obligó a Oier a realizar una gran estirada. El francés, muy fatigado, dejó su sitio a Coquelin. Y en el Levante, entraban Bardhi por Doukouré y Roger por Lukic. Ya no valían las precauciones.

La prisas pasaban a ser levantinistas, que se lanzó en busca de la igualada y, por primera vez, se desprotegía atrás. Los espacios los aprovechó Guedes con una carrera antológica que no acabó en gol de Mina porque el palo no quiso.

Gonçalo se metió, más si cabe, a su afición en el bolsillo y sufrió la dureza de los contrarios, que no acertaban a frenarle ni antirreglamentariamente. Y de nuevo Guedes asistió a Mina, quien tras un autopase puso a prueba, por enésima vez, a Oier, el mejor del Levante.

En el último minuto, Zaza, que había sustituido a Vietto, fue objeto de penalti que el árbitro señaló ante las insistentes protestas de los azulgranas. Parejo estableció el definitivo 3-1, que deja a su equipo con 6 puntos sobre el quinto clasificado y al Levante a dos puntos de la zona de descenso.

3. Valencia CF: Neto, Montoya, Ruben Vezo, Gabriel Paulista, Gayà, Parejo, Kondogbia (Coquelin, m. 73), Carlos Soler (Maksimovic, m. 90), Guedes, Santi Mina y Vietto (Zaza, m. 78).

1. Levante UD: Oier Olazábal, Coke (Boateng, m. 87), Roberto, Sergio Postigo, Antonio Luna, Lukic (Roger, m. 72), Ivi, J. Campaña, Doukouré (Bardhi, m. 72), Morales y Pazzini.

Goles: 1-0. M. 16: Santi Mina. 1-1. M. 17: Postigo. 2-1. M. 65: Vietto. 3-1. M. 89: Parejo de penalti.

Árbitro: Medié Jiménez, del comité catalán. Amonestó a Vietto, Santi Mina y Gayà del Valencia CF, y a Roberto, Bardhi, Luna y Postigo del Levante UD.

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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