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‘Cataluña: El nacimiento de una religión’, por @frandisiz

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Paco Ferrandis

Como un hecho histórico incontrovertible. Como una cifra fija y periódica. Como una realidad socio-política que se impone a las ideas y a los sentimientos… Desde el año 2012, ya sea en elecciones legales o en pseudoreferéndums convocados fuera de la legalidad constitucional, existen unos 2 millones de catalanes que se manifiestan claramente a favor de la independencia de Cataluña.

Todo ello, a pesar de la presencia de unos cuantos hechos negativos para la imagen del movimiento independentista catalán:

  • La corrupción sistémica del 3% establecida por el guía espiritual de la comunidad Jordi Pujol.
  • La violación numerosa y premeditada del ordenamiento constitucional y estatutario llevada a cabo por la clase política secesionista.
  • La fuga de empresas y la incipiente recesión económica.
  • La presencia de líderes independentistas en prisiones españolas, o fugados a Bruselas por la comisión de presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, o en libertad provisional tras haber abjurado de sus ideas para eludir la fría cárcel.

Para tratar de comprender este fenómeno de masas se han adoptado diferentes puntos de vista:

  • El emotivo e identitario, el fuerte sentimiento de pertenencia a una comunidad histórica.
  • El económico y financiero: “España nos roba”.
  • El psicosociológico: Cataluña es una sociedad enferma, que sufre una enajenación extendida por buena parte del tejido social.

Adolf Tobeña, en su libro La pasión secesionistaintenta explicar la deriva independentista de la mitad de la sociedad catalana como un proceso psicológico semejante a la pasión amorosa: los 2 millones de catalanes proclives a las ideas separatistas no sufren de enajenación mental o, en cualquier caso, esta enajenación es transitoria, como la que se padece en los estados de enamoramiento. Una “pasión romántica” en cuanto “devoción comunitaria” que se manifiesta en las “magnas romerías procesionales del independentismo catalán”, y que halla su explicación científica en los estudios de psicología social y economía en el concepto de “parroquialismo” (preferencia a cooperar en entornos sociales más cercanos, así como en crear lindes o demarcaciones grupales).

Por ello, más que por el sentimiento amoroso, algunos intelectuales empiezan a considerar que el sentimiento que incita a la acción a los líderes y a las masas protagonistas del poderoso movimiento secesionista catalán, no es otro que el sentimiento religioso.

Tras la muerte del Dios de toda la vida anunciada por Nietzsche, la fe se ha roto en mil pedazos y ahora se fija en las diversas sectas religiosas escampadas por todo el mundo, en la adoración al cuerpo y a los atributos externos del poder (dinero, propiedades…), y en el afán consumista que invade las mentes de los peones del sistema capitalista. Del monoteísmo hegemónico se ha pasado a una especie de paganismo laico donde caben dioses como Maradona.

En este entorno devocional puede explicarse que el líder supremo del secesionismo catalán, Carles Puigmenont, refugiado cual Papa Luna en su santuario belga, y que está siendo investigado por presuntos delitos de rebelión, sedición, malversación de fondos públicos, etc.,  haya obtenido unos buenos resultados electorales, tan buenos que le permitirían renovar su mandato al frente de la Generalitat Catalana, aunque lo pudieran ejercer entre los barrotes de una cárcel española.

Esos resultados, favorables a las formaciones independentistas (aunque el partido ganador de las elecciones ha sido el españolista Ciudadanos), solo pueden entenderse como producto del sentimiento de devoción de la feligresía indepe hacia la idea de una Cataluña mítica (sublime) y de los líderes que alimentan esa mitología. En definitiva, una nueva Iglesia con todas las de la ley (catalanista), donde el color que la identifica no puede ser otro que el amarillo del Estado Vaticano.

Esta idea no debería ser considerada estrambótica si tenemos en cuenta que el obispo Torras i Bages fue el fundador del catalanismo tradicionalista y católico, además del papel protagonista de la Iglesia catalana en el desarrollo del ideario nacionalista.

En la Esglèsia Secesionista de l’Onze de Setembre (o de l’Un d’Octubre), caben personas de derechas e izquierdas, conservadoras, progresistas y revolucionarias, hombres y mujeres, hetero, homo o bisexuales, creyentes y no creyentes … Tiene su cielo (la República Catalana Independiente) y su infierno (el Estado Español como rémora para el progreso de Cataluña).

Porque el buen indepe considera que todo lo que viene de España es perverso. La verdadera religión es la suya y, por ello, no cabe obedecer los preceptos que se derivan de la Constitución española, pues Cataluña es el pueblo elegido que ha de enseñar a Europa el camino de la libertad, de la democracia y de la prosperidad económica y cultural.

Tampoco podemos dejar de lado que los cimientos de la Diócesis Valentina de la Iglesia Catalana fueron puestos, allá por los años 60 del siglo pasado, por el Reverendo FusterSus Mandamientos se encierran en dos:

  1. El País Valencià serà d’esquerres o no serà“.
  2. Dir-nos ‘valencians’ és la nostra manera de dir-nos ‘catalans‘” (quieras o no quieras).

De todo lo expuesto, se deriva que el Estado debería tratar el denominado “problema catalán” desde dos puntos de vista:

  • El devocional. Tiene su acomodo en tres artículos básicos de la Constitución Española:

Artículo 16

1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.

Artículo 9

1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.

Artículo 22

1. Se reconoce el derecho de asociación.

2. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.

  • El político. Se pactará con el poder constituido en Cataluña, a la hora de tratar los aspectos socioeconómicos, como se haría con cualquier otra Comunidad Autónoma (modelo de financiación, reformas legales…).

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Deportes

Valencia-Alavés| El Valencia empata en el 98 y deja de ser colista (2-2)

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Valencia-Alavés
El centrocampista del Valencia Luis Rioja (i) celebra el primer gol de su equipo durante el partido de LaLiga ante el Alavés este domingo en el estadio de Mestalla en Valencia. EFE/ Kai Försterling

Valencia, 22 diciembre (OFFICIAL PRESS-EFE).- Dani Gómez rescató un punto este domingo para el Valencia ante el Alavés (2-2) en el minuto 98 con un gol con el que logró sacar a su equipo de la última posición de LaLiga, en un partido en el que empató en dos ocasiones tras los goles de Carlos Martín (m.7) y Joan Jordán (penalti, m.88).

Los goles de Luis Rioja (penalti, m.70) y Dani Gómez (m.98) permiten que el Valencia sume doce puntos y empate con el Valladolid, que terminará 2024 como colista de Primera División.

En un ambiente caldeado, el partido comenzó cinco minutos más tarde por un problema con una red, mientras que la afición valencianista cantaba “Peter, vete ya” y “directiva dimisión”, en referencia al máximo accionista del club, Peter Lim.

Los cánticos no cesaron con el inicio del partido, en el que Hugo Duro volvió a la titularidad y formó ataque con André Almeida, mientras que Kike García fue el enlace de Carlos Martín, Guridi y Carlos Vicente.

En el día de la lotería, el mejor premio que le podía tocar al Valencia era una victoria, pero en el minuto siete ya iba por debajo del marcador. Los valencianistas dieron un primer aviso con un chut en la frontal de Almeida, pero, en la siguiente jugada, Carlos Martín no falló. Carlos Vicente le ganó la espalda a Luis Rioja, que volvió a actuar de lateral izquierdo, centró raso y Carlos Martín llegó desde atrás para marcar ante la pasividad de Foulquier.

En el minuto 15, Guridi fue atendido por problemas en un abductor y posteriormente sustituido por Stoichkov y el Valencia aprovechó esos momentos como si de un tiempo muerto se tratasen, pero no le sirvió de mucho. El equipo de Rubén Baraja no jugaba a nada.

Los blanquinegros deambulaban por el césped sin ideas y completamente superados, mientras que los babazorros, con el 0-1 en el marcador y la nula peligrosidad del Valencia, estaban tranquilos. A los de Coudet no les importó ceder el balón a su rival, protegerse en defensa y aguardar, como si supieran que las ocasiones iban a llegar igual.

Y así fue. Pasada la media hora, el Alavés salió al contraataque y Stoichkov enganchó el balón de volea, pero Dimitrievski despejó con acierto. Al Valencia, encomendado a los centros de Rioja que no remataba nadie, no le salía nada y, además, Fran Pérez también tuvo que abandonar el partido por molestias y salió Canós. Con poco fútbol, se llegó el descanso.

Tras el paso por vestuarios, el nerviosismo se apoderó de Hugo Duro en una ocasión clara en la que dudó y terminó rematando una mano de Sivera en vez del balón. El portero fue sustituido por Owono y, más allá de esa acción del delantero valencianista, el Alavés seguía controlando el partido.

Mosquera tapó un chut de Carlos Martín y un centro de Jordán se marchó muy cerca de una escuadra. Cuando parecía que el partido no podía ir a peor, el Valencia hizo fallido un córner sacado en corto que acrecentó la indignación de Mestalla, que entonó el “Pipo, vete ya”, contra el técnico Rubén Baraja.

Pero Diego López, el único a la altura del partido, se plantó en el área para recibir un pase de Barrenechea y Owono le derribó. Luis Rioja fue el encargado de lanzar la pena máxima y puso el empate con un tiro cruzado (m.70) que no quiso celebrar por su pasado en el Alavés.

Mestalla y el equipo local se reengancharon al partido, pero Mosquera hizo penalti sobre Diarra en el minuto 85 y Jordán no falló con un lanzamiento imparable: fuerte y a una escuadra.

El árbitro añadió once minutos y en el 98 Diego López centró para Dani Gómez, que metió la puntera para empatar el partido, evitar que un rival directo del Valencia sume tres puntos y darle esperanzas a su equipo… o alargar su agonía.

– Ficha técnica del Valencia-Alavés:

2 – Valencia: Dimitrievski; Foulquier, Mosquera, Yarek, Rioja; Fran Pérez (Sergi Canós, m.44), Guerra (Pepelu, m.78), Barrenechea (Dani Gómez, m.78), Diego López; André Almeida y Hugo Duro.

2 – Alavés: Sivera (Owono, m.54); Pica (Sedlar, m.80), Abqar, Diarra, Manu Sánchez; Blanco, Jordán; Carlos Vicente, Carlos Martín (Tomas Conechny, m.81), Guridi (Stoichkov, m.17 por Guevara m.80); y Kike García.

Goles: 0-1, m.7: Carlos Martín. 1-1, m.70: Rioja, de penalti. 1-2, m.88: Jordán, de penalti. 2-2, m.98: Dani Gómez.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité castellano-manchego). Amonestó a Mosquera (m.87) y Pepelu (m.102) por parte de los locales, y a Carlos Martín (m.22), por los visitantes.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio de Mestalla ante 37.586 espectadores. Los jugadores del Valencia portaron una camiseta con el mensaje “Ánimo Thierry” al salir al terreno de juego, en apoyo a su compañero Thierry Rendall, quien afronta una lesión de ligamento cruzado anterior.

Paula Lerín

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