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Abre en València una empresa que analiza las emociones que producen los alimentos

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La empresa emergente italiana «Thimus», pionera en el uso de la neurociencia aplicada a la alimentación, se instala en La Harinera, el Centro de Innovación del Ayuntamiento de València.

La compañía, que analiza con una aplicación tecnológica las emociones que producen los emergente, abrirá en València su ‘House of Humans’ que forma parte de una red con presencia en toda Europa.

Las empresas del sector alimentario dispondrán así de una tecnología basada en la neurociencia alimentaria para entender científicamente cómo los humanos perciben la textura, la fragancia y el sabor de los alimentos.

La concejala de Innovación y Captación de Inversiones, Paula Llobet, ha afirmado que «este es el tipo de empresas que queremos atraer a València, con talento y tecnología innovadora que nos va a ayudar a resolver los retos que tenemos como ciudad».

Esta empresa, que cuenta con el apoyo y el asesoramiento de Invest in València, la oficina de inversiones del Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, permite obtener y analizar datos cerebrales en tiempo real para transformarlos en conocimientos sobre el comportamiento y las preferencias de los consumidores.

«Se trata de una herramienta única que ayudará al mundo a comprender mejor la experiencia humana con la comida a través de la neurociencia», ha sostenido Llobet durante la presentación de este proyecto.

«Los datos que se obtienen con esta tecnología van a permitir a las empresas del sector agroalimentario, un sector muy importante para nuestro territorio, tomar decisiones más eficientes y eficaces y mejorar la experiencia gastronómica del consumidor», ha detallado.

Por su parte, el fundador y CEO de Thimus, Mario Ubiali, ha explicado que 2es innovadora tecnología permite entender científicamente cómo los humanos perciben la textura, fragancia y sabor de los alimentos».

«Utilizar estos datos para comprender mejor la compleja relación entre el cerebro, la cultura y el comportamiento en el ámbito gastronómico», ha añadido.

Mario Ubiali, ha asegurado que «la apertura de su House Of Humans en València es increíblemente emocionante y representa la culminación de un largo viaje».

«Desde hace 5 años Thimus ha explorado el potente ecosistema de València y ha aprendido cómo la energía especial en torno a la innovación alimentaria parece concentrarse en esta mágica ciudad. Tener un punto de presencia aquí es sólo el comienzo de un crecimiento exitoso en España y esperamos seguir uniendo fuerzas con innovadores de ideas afines», ha dicho.

Innovación y Tecnología en València

En la House of Humans de Thimus en València, qie será parte de una red más amplia, que incluye presencia en Milán, Wageningen (Países Bajos), y Budapest (Hungría), las empresas del sector alimentario podrán acceder a información para mejorar y reformular sus productos.

Thimus ha sido un participante destacado en ftalks, el encuentro internacional sobre el futuro de la alimentación creado por KM ZERO, desde su primera edición en València.

Paula Llobet ha recordado que «la llegada de Thimus a València refuerza nuestra posición como un hub de innovación tecnológica» y ha concluido: «Esta colaboración es un claro ejemplo de cómo València se está convirtiendo en un imán para empresas disruptivas». EFE

 

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio
El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

En un bar o restaurante, la experiencia del cliente empieza mucho antes de probar la comida. El primer sorbo de una visita ocurre con los ojos, con los sentidos atentos al ambiente y con las sensaciones iniciales que determinan si ese lugar invita a quedarse… o a marcharse. Aunque pocas veces se menciona, el éxito de un negocio de hostelería no solo se cocina en los fogones: se sienta en las sillas, se apoya en las mesas y descansa en un espacio bien pensado.

En esta línea de contexto, empresas especializadas como Rula Mobiliario de Hostelería se han convertido en un aliado silencioso para quienes saben que el mobiliario de hostelería tiene tanto impacto en la rentabilidad como la mejor receta. El cliente elige con los ojos, y si el entorno no conquista a primera vista, la carta tendrá muy difícil hablar por sí sola.

Lo primero que se aprecia sin mirar el menú

Antes de que el camarero se acerque a la mesa, antes incluso de abrir la carta, el cliente ya ha formado una opinión. La primera impresión es determinante en la hostelería, y esa impresión nace del diseño del espacio, de la distribución y de la identidad que transmite cada elemento. Un buen mobiliario comunica sin palabras: invita, seduce y acompaña.

Cada negocio tiene una personalidad propia. Un bar que respira tradición necesita sillas y mesas que respeten su esencia, mientras que un restaurante moderno pedirá líneas limpias, colores cuidados y materiales actuales. El mobiliario define el carácter del lugar, incluso cuando el chef es el protagonista principal.

Sentarse cómodo, sentirse a gusto, sentir que ese espacio está hecho para disfrutar es el primer paso para que el cliente se quede. Si el lugar no enamora al entrar, es muy probable que tampoco enamore al pagar.

Cuando la silla decide si el cliente se queda o se va

Hay una verdad incómoda en la hostelería: una mala silla puede arruinar una buena comida. La comodidad es uno de los factores más subestimados en este sector, pero también uno de los más determinantes si hablamos de tiempo de permanencia, consumo adicional y fidelidad del cliente.

Un taburete inestable en una barra hace que el cliente no repita. Una silla incómoda en un restaurante puede recortar la sobremesa y, con ella, el beneficio extra de una bebida más, un postre o un café. El mobiliario no es un accesorio: es una herramienta de negocio.

Además, no es lo mismo equipar un bar que un restaurante. En el bar se busca dinamismo; en el restaurante, permanencia. El mobiliario marca ese ritmo, y elegirlo sin criterio es como cocinar sin probar la comida: arriesgarse a decepcionar sin necesidad.

La pregunta clave debería ser: ¿Invita mi local a quedarse… o a irse rápido?

Diseñar para vender más: estética que también convierte

La decoración no es un capricho: es estrategia. Un entorno atractivo genera más fotografías, más recomendaciones y más retorno. En un mundo en el que Instagram puede convertir un local en tendencia, el mobiliario es marketing visual sin coste publicitario continuo.

La estética influye en la percepción del precio: un espacio cuidado justifica mejor un ticket medio más alto. Y también influye en la repetición: la gente vuelve a los sitios donde se siente bien y donde quiere ser vista.

Aquí, es donde contar con especialistas como Rula Mobiliario se traduce en decisiones inteligentes: asesoramiento para combinar funcionalidad y diseño, materiales resistentes, opciones para interior y terraza, y soluciones que responden a la realidad diaria del sector. Porque el mobiliario trabaja tanto como el personal de la sala y la cocina.

Una inversión que se nota en el día a día

No es solo cuestión de estética: la durabilidad define la rentabilidad. Mesas que se rompen antes de tiempo, sillas que cojean, mobiliario que se oxida al poco tiempo en una terraza… Son errores que se pagan cada día con malas experiencias y gastos innecesarios.

Elegir mobiliario profesional para hostelería significa:

  • Resistencia al uso intensivo
  • Mantenimiento sencillo
  • Estabilidad y seguridad

Si una mesa se tambalea, si una silla chirría, el cliente lo nota. Aunque no diga nada, su opinión ya ha cambiado. Y en la hostelería, una mala sensación puede costar una reseña negativa… o la pérdida definitiva de una visita.

El mobiliario adecuado aguanta el ritmo del negocio: desde el desayuno del lunes, hasta la cena del sábado a desbordar. Por eso, quienes triunfan en el sector saben que toda inversión inteligente se recupera en satisfacción y clientes fieles.

El mobiliario es parte de la experiencia que el cliente recuerda

El éxito de muchos locales está en entender que los clientes no solo compran comida: compran momentos. Y esos momentos se apoyan en sensaciones. La silla, la mesa, el entorno y el confort son parte del producto, aunque no aparezcan escritos en la carta.

El cliente puede olvidar el nombre de un plato, pero recordará:

  • Si estuvo cómodo
  • Si el ambiente era agradable
  • Si el local tenía personalidad

Y ese recuerdo hará que un día cualquiera, decida volver. Porque volver a un bar o restaurante no es una decisión racional: es emocional. Y esa emoción la construye el local desde que el cliente cruza la puerta. El mobiliario no es un elemento secundario:
es el escenario donde todo ocurre.

Convertir un espacio en un lugar especial: el verdadero secreto

El sector hostelero está lleno de competencia. Solo algunos negocios consiguen convertirse en sitios de referencia, en puntos de reunión donde todo el mundo quiere estar. ¿Cuál es su secreto? Crear lugares con alma.

Un buen mobiliario para hostelería ayuda a que el cliente sienta que ese espacio le pertenece, que quiere invitar a otros a conocerlo, que quiere repetir. La combinación perfecta entre diseño, comodidad y durabilidad mejora la experiencia, impulsa el negocio y construye comunidad.

Y aunque no aparezca en el menú, aunque nadie lo señale durante el servicio, el mobiliario es una parte clave del éxito. Es el ingrediente invisible que hace que un local tenga vida, tenga identidad y tenga futuro.

 

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