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Salud y Bienestar

Un fármaco experimental contra el alzhéimer logra frenar la enfermedad

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Investigación diabetes tipo 2 y Alzheimer

Lecanemab, el fármaco experimental para tratar el alzhéimer que ha sido desarrollado por Eisai y Biogen, ha demostrado su eficacia para frenar el deterioro cognitivo en un 27% de los casos.

Efectos secundarios del fármaco

La parte negatica es que también se ha asociado a efectos secundarios graves, con el fallecimiento de dos pacientes, según los datos del ensayo clínico presentado por las dos compañías farmacéuticas.

La administración del medicamento se asoció con una inflamación del cerebro en un 12,6% de los participantes del ensayo, un efecto secundario ya detectado en fármacos similares.

El 14% de los pacientes padecieron microhemorragias cerebrales, mientras que otros cinco pacientes sufrieron hemorragias de mayor consideración.

Dos fallecimientos

Los dos fallecimientos están siendo analizados en detalle para determinar si estuvieron causados por la administración del medicamento. Por ello, las conclusiones del estudio recalcan que el fármaco «fue asociado con efectos adversos» y subrayan la necesidad de «ensayos más prolongados para determinar la eficacia y la seguridad del lecanemab en el alzhéimer temprano».

Fármaco experimental contra el alzhéimer

Los datos del ensayo clínico, que se han publicado en The New England Journal of Medicine, muestran que el tratamiento con lecanemab redujo la demencia clínica en un 27% en comparación con un placebo. En el estudio participaron 1.800 pacientes de entre 50 y 90 años, en fase temprana de alzhéimer, a los que se les hizo un seguimiento durante 18 meses.

«Todos estos medicamentos reductores de amiloide conllevan un riesgo de mayor hemorragia cerebral», ha valorado Ronald Petersen, de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos), quien recalca que «tanto en los resultados principales, como en los secundarios, la reducción de amiloide es bastante impresionante».

Cautela ante los resultados

Si bien los resultados del ensayo de lecanemab son contundentes, todavía es «muy pronto» para determinar si los efectos son clínicamente significativos, según ha valorado el doctor Kristian Steen Frederiksen, de la Universidad de Copenhague. «El alzhéimer es una enfermedad extremadamente compleja y es poco probable que el amiloide sea su única causa», opina, por lo que es difícil que «apuntar a un solo objetivo produzca efectos extraordinarios».

Es la primera vez que los ensayos clínicos muestran unos resultados tan prometedores con respecto a un fármaco contra el alzhéimer, aunque la comunidad científica se muestra cautelosa, basándose en el resultado de medicamentos similares.

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Salud y Bienestar

Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Especialistas del Departamento de Salud de la Ribera alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los fármacos.

Efectos nocivos que el calor puede provocar en los medicamentos

Teniendo en cuenta las altas temperaturas que suelen alcanzarse en estos meses, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo una correcta utilización de los fármacos, con especial atención a aquellos medicamentos que deben conservarse en frío o deben utilizarse tan pronto se hayan sacado de la nevera.

Según los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta, “las condiciones de conservación que indica un medicamento, se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

Por ello, antes de consumir cualquier medicamento, se debe comprobar su estado y su apariencia exterior, sobre todo en cremas, colirios, supositorios u óvulos, ya que por su aspecto se puede conocer su estabilidad.

Cuando nunca debes consumirlos

Si no se ha conservado correctamente o el producto ha cambiado al abrirlo, el medicamento no debe ser consumido bajo ningún concepto, ya que podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

Por lo que respecta a la conservación en casa, es aconsejable mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar.

Por ello, el personal experto recomienda no guardarlos en la cocina o el baño, estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día, y siempre lejos del alcance de los niños.

En cualquier caso, es importante que antes de tomar un medicamento se consulte con  profesionales sanitarios y se evite la automedicación.

Igualmente, cuando se adquiera por primera vez, se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que debe conservarse.

Viajar con medicamentos

En los trayectos por carretera, es recomendable no llevar los medicamentos en el maletero o la guantera del coche, ya que pueden llegar a alcanzar altas temperaturas.

Es imprescindible mantener las condiciones de transporte específicas para cada medicamento; es decir, los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC, deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado (sin llegar a congelar); por su parte, los fármacos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, han de transportarse en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.

Síndrome de agotamiento y golpe de calor

Por otro lado,  el personal especializado advierte de que algunos medicamentos pueden acentuar los efectos de las altas temperaturas, agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación, propiciar los golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes (empleados para regular el colesterol), los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

“Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayude a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación.

Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, concluyen Murcia y Broseta.

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